No obstante, utilizando ejemplos y argumentos generales, espero exponer los puntos básicos de los efectos del salario mínimo.
Para analizar el salario mínimo es importante entender la actividad empresarial. Un empresario es aquel que arriesga su capital, usa su creatividad y su tiempo para obtener una ganancia vendiendo algún bien o servicio. No existe garantía éxito, pero está dispuesto a correr ese riesgo, porque existe una posible recompensa en el futuro. El empresario toma varias decisiones en el camino. Sin embargo, siempre será sujeto al precio final de su producto. Por ejemplo, si un empresario decide cultivar y vender tomates, podemos afirmar que el precio al cual podrá vender sus productos está fuera de su control. En el proceso de competencia, el precio de los tomates será determinado entre oferentes y demandantes de tomates. Usualmente, los empresarios estiman un precio futuro del producto que quieren vender y proceden a contratar gente para que los asistan en la producción y venta del mismo.
Vemos que el empresario decide contratar a otros individuos porque los necesita. Su objetivo no es ayudar a la economía nacional o mejorar la condición de vida de la familia de sus empleados, su objetivo es producir un bien o servicio para venderlo en el futuro y obtener una ganancia. Del mismo modo, podemos concluir que nadie obliga al empresario a producir y, por ende, nadie lo obliga a contratar a otros individuos. Los trabajadores son una parte esencial del proceso de producción, pero su salario está limitado a la contribución que hace para cumplir con el objetivo final.
Sin la existencia de una ley, los salarios son determinados por la cantidad de trabajadores y la cantidad de puestos de trabajo. Recordemos que nadie obliga a las personas a trabajar: si alguien es coaccionado a trabajar para otra persona, eso se puede clasificar como esclavitud, la cual es ilegal y no debería de existir en ninguna sociedad. Por lo tanto, todos los trabajadores tienen opciones, y si su opción fue aceptar un trabajo, eso implica que el salario que obtendrá es mejor que su segunda alternativa. Como vimos anteriormente, el empresario hará sus propios cálculos económicos y pagará lo necesario para inducir al trabajador a aceptar el puesto.
Si el Gobierno impone un salario mínimo en el mercado laboral, restringe el campo de acción voluntaria de los empresarios y de los trabajadores. Los empresarios que sólo podían pagar un salario menor al mínimo dejarán de existir y sus trabajadores, que estaban dispuestos a ganar por debajo del salario mínimo, se verán obligados a optar por su segunda opción. Algunos trabajadores son beneficiados en el corto plazo, ya que obtendrán un mayor salario, pero este beneficio no es generalizado, pues otros trabajadores perderán su empleo.
Para finalizar, quisiera compartir un ejemplo personal, el cual trae a la práctica lo que hasta ahora ha sido un argumento teórico. En mi casa por mucho tiempo tuvimos dos empleadas domésticas. Una tenía experiencia: sabía cocinar, planchar, lavar ropa, hacer limpieza y sabía leer y escribir, lo cual la hacía muy productiva. La otra era más joven y con menos experiencia, no podía hablar español y usualmente sólo hacia tareas de limpieza. Surgió una iniciativa para decretar un salario mínimo para empleadas domésticas de Q1mil al mes. Ambas ganaban menos que esa cantidad. Recuerdo que le pregunte a mi madre sobre qué haría si se decretaba el salario mínimo. Su respuesta fue que sólo nos quedaríamos con la empleada más experimentada.
Dicho decreto nunca llegó a concretarse y con el tiempo la empleada joven aprendió la mayoría de actividades de la casa e incluso aprendió español, a leer y a escribir. Su salario fue subiendo y al final se quedó trabajando en la casa por mucho tiempo, mientras que si se hubiera decretado el salario mínimo hubiera sido despedida. El ejemplo es simple, pero el principio es universal: el salario mínimo crea desempleo y perjudica a los más vulnerables de la sociedad.
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