El pequeño gigante que pasa desapercibido (5/9)

Nuevo Mundo es el cuarto grupo de medios más grande de Guatemala, en lo que a posesión de títulos de usufructo de radiofrecuencias se refiere, y uno de los más antiguos. Agrupa 58 frecuencias de la totalidad del espectro radioeléctrico registrado por la Superintendencia de Telecomunicaciones (SIT), hasta junio de este año. Es decir, un 1.3% del total, 5.43% de las radios en FM y 4.81% de las frecuencias televisivas.

El consorcio maneja en su mayoría radios que son escuchadas en los departamentos de Guatemala. A este grupo pertenecen radios como Sabrosona, la Golondrina, la Caliente, Reu Estereo, entre otras. En la capital, una de sus más distintivas es Fabulosa 88.9. En su misma página oficial se definen como “la empresa más grande de Guatemala de estaciones de radio” y cifra en 60 sus emisoras. De acuerdo con el análisis del pliego tarifario remitido por los medios de comunicación al Tribunal Supremo Electoral (TSE), el grupo Nuevo Mundo tiene presencia en los 22 departamentos a través de radios locales, algunas de alcance municipal según tal información, como Estereo Café en Moyuta (Jutiapa).

La modalidad utilizada por el Grupo Nuevo Mundo ha sido, a diferencia de sus competidores, utilizar radios locales; y no tanto enlazar distintas radiofrecuencias para amplificar el alcance de una sola estación. Esto es evidente tras un análisis del inventario de radiofrecuencias de la SIT: el grupo posee radios como Brisa de Zacapa(en Zacapa), Radio Publicitaria Quiché (en Quiché), Estereo Marquense (en Santa Rosa y San Marcos), por mencionar algunas.

Es de los pocos grupos, además, que también está dentro del ámbito televisivo: 22 de sus frecuencias son para uso primario de televisión y están bajo nombre de dos compañías, Operaciones y Negocios, y La Sabrosona. El Grupo Nuevo Mundo anuncia en su página de internet oficial que inaugurará dos nuevos canales de televisión. Mientras tanto, también aprovecha internet para la difusión de la información producida en su canal televisivo.

Según Guatecompras, el único representante legal inscrito para al menos una decena de esas empresas es Miguel Alfredo González Gamarra (ver ficha). Los datos de Registro Mercantil, hasta 2017, reseñan únicamente a dos personas más como parte de esas empresas (ver red): María Elena Roca Marroquín y Roberto Bocaletti de León. Los datos también establecen a González Gamarra como gerente general en casi todas las empresas.

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La empresa Operaciones y Negocios, Sociedad Anónima, aparece como titular del usufructo de 14 frecuencias, en su mayor parte fuera de la capital. Según datos de Guatecompras, González Gamarra también es el representante legal de esta compañía.

Si bien el grupo Albavisión es el más grande en cuanto a explotación de frecuencias, ganancias por contratos con el Estado y presencia en el espectro, en términos relativos el grupo Nuevo Mundo ha sacado más ventaja que este en ingresos obtenidos. 

Así, el grupo Albavisión ha obtenido en 9.7 veces más en contratos con el Estado lo que ha pagado por sus cientos de frecuencias a la SIT, en concepto de subastas y cargos administrativos. En tanto que el grupo Nuevo Mundo ha obtenido en beneficio 10 veces más.

Según el análisis de pagos a la SIT que Laberinto del Poder hizo, así como los contratos obtenidos por las 12 empresas relacionadas al grupo Nuevo Mundo, desde 1996 hasta 2017, el consorcio pagó al estado Q 4,496,697.57 por subastas y uso de sus frecuencias.

A su favor, sin embargo, constan Q 45,278,147.85 obtenidos en contratos con distintas entidades del Estado, entre 2009 y 2016.

El grupo Nuevo Mundo está conformado por 12 empresas, 11 de ellas domiciliadas en la misma dirección, en la zona 4 de ciudad de Guatemala. Según el diputado Amílcar Pop del partido Winaq, este grupo ofrece “paquetes” publicitarios a los partidos políticos durante las campañas electorales, así como financiamiento de parte de esa campaña.

Algunas publicaciones sostienen que González Gamarra tiene cercanía con Francisco Cuevas, secretario de Comunicación Social de la Presidencia durante la administración del Partido Patriota (2012-2015), lo que le habría permitido acceder con mayor facilidad a contratos con el Estado.

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Según la base de datos Offshore Leaks, que aglutina entidades y personas vinculadas a paraísos fiscales, González Gamarra fue cliente del bufete de abogados Mossack Fonseca (Panamá), entre los años 2001 y 2004.

El bufete fue expuesto públicamente por prácticas antiéticas —algunas incluso abiertamente ilegales— en el caso conocido como Panamá Papers, en 2016, un año después tuvo que cerrar. González Gamarra, empresario de 70 años, originario de Quetzaltenango, está vinculado, dentro de ese caso a través de la empresa Kylene Holdings Ltd., que estuvo registrada en las Islas Vírgenes Británicas, y de la que fue intermediario.

Laberinto del Poder trató de obtener una entrevista con González Gamarra para conocer su versión acerca de sus inversiones, pero el empresario comunicó a través de su asistente que no hablaría.

Esta publicación forma parte de una investigación periodística sobre la propiedad de los medios de comunicación en Guatemala, realizada por Laberinto del Poder, una plataforma diseñada para conocer las relaciones de poder en Centroamérica a partir de redes, personajes, datos y contratos. La metodología sobre este especial puede ser consultada aquí.