La noche que Jimmy buscó (a la fuerza) mantener su inmunidad
La noche que Jimmy buscó (a la fuerza) mantener su inmunidad
Esta es la crónica de cómo la urgencia de Jimmy Morales provocó manifestaciones, la aprehensión de seis estudiantes, y tensiones el último día de su mandato.
Afuera del Parlamento Centroamericano pasan las horas del 14 de enero, un edificio secundario en la vida política de Guatemala o los países centroamericanos. Suele estar rodeado de vehículos detenidos en el tráfico denso de la zona 5. Pero ayer fue importante de repente, casi tanto como que el hecho de que el país tenía un nuevo presidente. Se mostraba inusualmente cercado por ¿decenas? ¿centenares? de personas. Unas eran opositores del todavía presidente Jimmy Morales; otros, agentes de la Policía Nacional Civil (PNC).
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Desde el mediodía, mientras el Congreso cumplía a paso lento con los protocolos de transición para juramentar a la novena Legislatura, los manifestantes usaron buses para bloquear las avenidas circundantes.
Piñatas, pancartas, canciones, afiches pegados al suelo, grafitis y estiércol han sido las herramientas de protesta. Con el paso de las horas y el incremento de los manifestantes, ha crecido también el número de policías, ahora equipados con escudos, cascos, macanas y gas lacrimógeno.
Lo inusual no es la protesta, que se podía esperar. La aceptación del gobierno de Jimmy Morales pasó de un 89 % al inicio de su gobierno, a un 16 % a su salida, un número que lo posiciona aún más abajo que el expresidente Otto Pérez Molina pocos meses antes de que renunciara al cargo. Lo novedoso es la súbita relevancia del Parlacen en la vida política de Guatemala. La razón: El reglamento del Parlamento otorga inmunidad automática a los expresidentes salientes de los países miembro, y Jimmy Morales, el expresidente que evitó tres procesos de antejuicio durante su mandato, va a quedar desprotegido de ese privilegio si no asumía el cargo de inmediato.
Hace frío, corre el viento y ha empezado a caer una ligera llovizna.
Ahora el cielo está más oscuro. En el suelo hay estiércol embarrado sobre el asfalto, cubre una hoja impresa con el rostro de Jimmy Morales. Las piñatas, representaciones del hoy expresidente, de la exministra de Relaciones Exteriores, Sandra Jovel, y el exministro de Gobernación, Enrique Degenhart, han sido apaleadas y destruidas entre risas y cantos.
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Todas las luces en las oficinas del Parlacen ahora están apagadas. Los trabajadores se han retirado, los manifestantes están por hacerlo también. Aún no ha concluído el traspaso de mando presidencial cuando un mensaje empieza a dispersarse, es difícil identificar la fuente original pero la información es precisa: la reunión de nombramiento al parlamento se trasladará al Hotel Las Américas en zona 13.
Son las 8:30 pm, Jimmy Morales, Jafeth Cabrera y los diputados centroamericanos tiene una nueva sede para continuar con el plan. Los manifestantes suben a un bus que bloquea la calle, los diputados centroamericanos hace horas han subido a un pulman. Se dirigen al mismo hotel.
¿Tenía Jimmy Morales realmente prisa por mantener su inmunidad? En una entrevista en el programa radial ConCriterio, los fiscales Juan Francisco Sandoval y Rafael Curruchiche, de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad y la Fiscalía de Delitos Electorales respectivamente, aseguraron que era humanamente imposible formular una acusación en contra del expresidente en tan poco tiempo. Es decir, si la urgencia era protegerse de cualquier orden de aprehensión en su contra, en realidad no era tan urgente. Pero los rumores y las dudas llevaban circulando días, si no semanas, y un buen número de artículos de prensa habían señalado ese momento como un flanco débil del entonces presidente.
Otra vez, pero ahora en la Avenida Las Américas, el tráfico acaba de ser bloqueado. Son las 9:45 de la noche, Jimmy Morales y Jafeth Cabrera buscan la puerta de servicios del hotel para entrar desapercibidos, los escolta la PNC. Se escucha un grito: “¡Jimmy, maldito!” Los manifestantes corren, forcejean e impiden el paso.
Un cartón de seis huevos vuela y golpea los rostros de Morales y Cabrera. Ahora, las dos personas que hasta hace apenas unas horas eran el Presidente y Vicepresidente de Guatemala, oliendo a huevo, se retiran rápidamente entre empujones, escoltados por la policía. Suben a su vehículo, atraviesan los jardines centrales de la Avenida Las Américas.
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No van a volver (así parecía) o por lo menos no mientras los manifestantes permanezcan fuera del hotel, que sintiéndose victoriosos se abrazan, aplauden y continúan bloqueando el ingreso y salida de huéspedes, diputados e invitados al hotel. Nadie será juramentado hoy, opinan algunos. En un restaurante frente al Hotel Las Américas aguardan los inminentes congresistas, detrás de un vidrio escuchan las consignas que los culpan por ser cómplices de Morales.
Son las 10:00 pm. Los diputados centroamericanos intentan ingresar al hotel, los manifestantes bloquen la puerta y les cierran el paso. El ambiente del día, con cierto carácter festivo, ha transmutado y se viven instantes de tensión. Hay más policías.
A las 10:30 de la noche se ha multiplicado la presencia policial y hay también antimotines. El Parlacen, una institución poco apreciada, nunca había vivido horas así. Los diputados electos aguardaban en la calle, cada vez más fría, esperando a que se despeje la puerta para poder sesionar y asumir el cargo.
Parece hora de retirarse.
Sobre la avenida aún bloqueada camina un hombre, viste elegante. Un traje de sastre, abrigo negro hasta los tobillos y la cabellera con fijador peinado hacia atrás:
“¿Ustedes son periodistas?”, pregunta. “¿Saben si al final dejaron entrar a ese James?”, hace énfasis en la “J”.
Vuelve a preguntar con una cara de desagrado.
Los manifestantes le explican que no se lo permitieron a “James”. Él sonríe, hace un gesto de aprobación y continúa su camino por la fría avenida.
***
Cerca de la medianoche. Afuera del hotel hay más de cien agentes antimotines. Reciben la instrucción final y avanzan hacia la puerta. Empujan, lanzan golpes, usan el gas lacrimógeno, más golpes y por fin quiebran la barrera de los manifestantes.
Los parlamentarios lograron ingresar, adentro los espera un salón con sillas ordenadas por el personal del hotel. Mientras los diputados se acomodaban para iniciar la sesión, afuera la policía capturó a seis manifestantes. Los aislaron del grupo, los golpearon y luego los subieron a vehículos de la policía para llevarlos a Torre de Tribunales.
A la mañana siguiente el presidente Giammattei aseguró que la decisión de apresar a los manifestantes no fue una decisión de su gobierno, y que ordenaría una investigación. Para las 9:00 am del 15 de enero, el juez de turno decretó la falta de mérito y ordenó la liberación de los jóvenes.
Así, tras horas de protesta, los parlamentarios lograron llevar a cabo la sesión, la manifestación fue disuelta, y todos tomaron posesión. Jimmy Morales continúa con inmunidad.
Cronología de las protestas:
11:00 a.m. Manifestantes toman un bus para bloquear las calles cercanas al Parlacen.
2:00 pm Manifestantes llegan al Parlacen con consignas más elaboradas.
2:30 p.m. Diputados centroamerianos se retiran del Parlacen
3:00 p.m. El expresidente, la Exministra de Relaciones Exteriores y el Exministro de Gobernación son representados en piñatas.
04:30 p.m. Quiebran las piñatas
08:25 p.m. Los manifestantes continúan las protestas.
9:00 p.m. Manifestantes toman la entrada del Hotel Las Américas, zona 13.
09:40 p.m. Jimmy Morales y Jafeth Cabrera intentan ingresar al Hotel Las Américas. Los manifestantes los expulsan.
10:00 p.m. Diputados del Parlacen insisten en ingresar al hotel.
10:30 La PNC envía más agentes al Hotel Las Américas
11:00 a.m. Agentes reciben la orden para despejar el ingreso al hotel. Capturan a cinco estudiantes.
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