Ir

Las manifestaciones se están quedando cortas; hablemos mejor de incentivos económicos

Tipo de Nota: 
Opinión

Las manifestaciones se están quedando cortas; hablemos mejor de incentivos económicos

18 de Mayo de 2015
Palabras clave

Durante décadas, los políticos han visto a medias el poder del mercado como la solución para sus intereses. Para ellos, facilitar ciertas reformas y alguna apertura al libre comercio, la propiedad privada y el fomento del crecimiento del país significaron convertirse en los administradores del erario público. Por su parte, a los empresarios y a los constructores que se aliaron con ellos, la facilitación de estos negocios les permitió construir el país y, en el proceso, aumentar la calidad de vida del pueblo consumidor. Este sistema económico, de favores y privilegios para algunos, es el que desde hace algunas semanas empezó a ser cuestionado y atacado por el pueblo que protesta en contra de la corrupción. Desafortunadamente, la poca claridad y la falta de líderes que entiendan las causas detrás de la corrupción han impedido que las manifestaciones maduren y trasciendan la búsqueda de cabezas que decapitar para realmente exigir la transformación sistémica e integral que nuestro país necesita.

Por un lado, los defensores de la derecha privilegiada son incapaces de verse como copartícipes de este sistema de corrupción que buscan reformar y exigen el debilitamiento del Estado. Por otro lado, los defensores del colectivismo no parecen comprender la función de la propiedad privada en el combate de la tragedia de los comunes. La tragedia de los comunes es una teoría económica presentada por el ecologista Garret Hardin en 1968. Según Hardin, la tragedia de los comunes es el resultado del...

Autor



Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva del autor. Plaza Pública ofrece este espacio como una contribución al debate inteligente y sosegado de los asuntos que nos afectan como sociedad. La publicación de un artículo no supone que el medio valide una argumentación o una opinión como cierta, ni que ratifique sus premisas de partida, las teorías en las que se apoya, o la verdad de las conclusiones. De acuerdo con la intención de favorecer el debate y el entendimiento de nuestra sociedad, ningún artículo que satisfaga esas especificaciones será descartado por su contenido ideológico. Plaza Pública no acepta columnas que hagan apología de la violencia o discriminen por motivos de raza, sexo o religión
Autor