A un año de la tragedia, lo que queda es «La Dignidad»
A un año de la tragedia, lo que queda es «La Dignidad»
Los tintes rojo, azul, verde y amarillo de las 168 viviendas construidas en la finca La Industria, Escuintla, despiertan sentimientos encontrados entre las familias beneficiarias del proyecto. Justo hace un año la violenta erupción del volcán Fuego los dejó en la calle, sin nada. Todos eran habitantes de la comunidad de San Miguel Los Lotes, y en cosa de horas la naturaleza les arrebató la vida y el futuro.
La bonitas, aunque muy pequeñas, casas que el Gobierno edificó para una parte de los damnificados, fueron entregadas el pasado 15 de mayo. Sin embargo, todavía carecían de acceso a la energía eléctrica… Forman parte del primer proyecto definitivo de reubicación de los cientos de desplazados sobrevivientes de la ceniza mortífera del volcán.
Eufemia García, 48 años, única sobreviviente de su familia, todavía busca a 12 de los 47 familiares que, cree, permanecen soterrados entre las toneladas de escombros, lodo y lava volcánica. Del Estado no quiere absolutamente nada, ya que se siente burlada por las instituciones que, a su juicio, cerraron los trabajos de rescates sin antes brindar el apoyo logístico necesario para recuperar los cadáveres sepultados de sus familiares y de otras decenas de vecinos de San Miguel Los Lotes. De hecho, las autoridades, hasta la fecha, se han rehusado en declarar camposanto al área; dicen, por las presiones de los familiares de las víctimas, que siguen comprometidas en la búsqueda de sus seres queridos.
El proyecto de vivienda, de las coloridas paredes pintadas con tonos pastel, se llama «La Dignidad». Como siempre, los problemas de dignidad nacional se tratan de solucionar con un pequeño monto de dinero y mucha, mucha indiferencia.
Lee también: Especial «Erupción volcán de Fuego»