Desencapuchado
Este caso me hace pensar en la nobleza de la profesión periodística, lo poderosa y lo frágil. En cualquier momento, un periodista puede incomodar y simplemente ser parte de las estadísticas de periodistas muertos, o en el mejor de los casos, refugiados.
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Tipo de Nota:
Opinión
Desencapuchado
30 de Agosto de 2012
Me la imagino sentadita viendo al horizonte. Recordando. Sin poder evitar pensar en lo que le pasó a ese pueblo, al Quiché.
Se sienta recta, estira un poco las piernas y se recuerda de la razón por la que está allí, por la que ha atravesado el país, se sonríe y escribe: Escribo mi columna desde Nebaj. Me cuesta concentrarme. Mis ojos se van detrás del rojo intenso de los cortes de las mujeres, mi olfato intenta descifrar si lo que huelo es incienso o copal y mi lengua se relame pensando en el rico boxbol que me voy a comer.
Su columna salió ayer miércoles, el mismo día en el que elPeriódico publica...
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