Jun Junajpu y Wuqub’ Junajpu van al inframundo, donde son asesinados durante un juego de pelota por los señores del inframundo, que se llama Xib’alb’a (lugar del susto). Los hijos de aquellos, conocidos como los Héroes Gemelos, Junajpu y Xb’alamke, finalmente logran derrotar a los señores de Xib’alb’a y se convierten así en el Sol y la Luna, respectivamente. De ese modo, el mundo comenzó después de la derrota de Xib’alb’a, cuyos señores fueron la causa del miedo, el dolor, la enfermedad, el hambre, la miseria, el dolor y la muerte. El Popol wuj también se puede entender como una historia de lucha y de resistencia intergeneracional contra las malvadas fuerzas de la destrucción. En la actualidad, Guatemala es Xib’alb’a y los Héroes Gemelos son los pueblos indígenas y oprimidos que buscan la liberación de un Gobierno violento y corrupto.
Las protestas recientes contra el Gobierno empezaron después de que el Congreso aprobara un presupuesto que redujo el financiamiento para los derechos humanos y programas de salud como la lucha contra la desnutrición a la vez que aumentaba los fondos para las comidas y los viáticos de los congresistas. Esto, en el contexto de la pandemia, que ha dejado más de cuatro mil muertos, y de los huracanes Eta y Iota, que han devastado el país, especialmente las comunidades indígenas. Durante la pandemia, el hambre llevó a muchos a ondear banderas blancas para pedir ayuda. En otros lugares el hambre es inminente, ya que las cosechas han sido destruidas por las inundaciones y las lluvias, que amenazan la seguridad alimentaria de miles de personas. Pero las últimas manifestaciones contra el Gobierno no son únicamente sobre la reciente aprobación del presupuesto, sino también sobre la injusticia que ha habido durante los últimos 500 años. En 2021 se cumplen 200 años de independencia en Guatemala, pero ¿independencia para quién? En Guatemala nunca ha habido independencia. Los colonizadores nunca se fueron.
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Pueblos indígenas, defensores de la tierra, activistas de derechos humanos, periodistas y quienes luchan por la justicia social han sido históricamente perseguidos por el Estado guatemalteco con la ayuda de Gobiernos como los de Estados Unidos, Canadá e Israel, así como de las élites y las corporaciones extranjeras. Millones de personas han sido desplazadas por una mayor privatización de la tierra y de la naturaleza, muchas de las cuales buscan refugio en el extranjero, donde se enfrentan a una mayor violencia, como la que viven los migrantes que cruzan México para llegar a Estados Unidos. Aún hay impunidad para los ricos, y las cárceles siguen llenas de pobres, activistas, defensores de la tierra y presos políticos como Bernardo Caal Xol (q’eqchi’). En 2017, 41 niñas fueron quemadas vivas y otras quedaron heridas, y los responsables siguen en libertad. Periodistas como Anastasia Mejía Tiriquiz (k’iche’) están siendo perseguidos, arrestados y amenazados por informar sobre corrupción, violencia e injusticia. Se ha politizado la ayuda a las víctimas de los huracanes, como los mil sacos de arroz que se enviaron a la sede del partido político oficial, Vamos, en Cotzal. Miles de refugiados y de solicitantes de asilo que huyeron de Guatemala se ven obligados a esperar en la frontera entre Estados Unidos y México, donde son amenazados por la Policía mexicana y funcionarios de gobierno, así como por organizaciones criminales y otros que los extorsionan, los asesinan o se aprovechan de ellos. En agosto, el diputado Felipe Alejos quería expulsar a los médicos cubanos de Guatemala ¡a pesar de la necesidad de más médicos a causa de la pandemia!
Guatemala es Xib’alb’a, y el Gobierno y sus agentes, como el presidente, son los señores de este inframundo que fomenta el miedo, el dolor, la enfermedad, el hambre, la miseria, el dolor y la muerte. El pueblo son los Héroes Gemelos, pues solo el pueblo salva al pueblo. Esperamos que las manifestaciones y la movilización social de hoy sean las semillas de un nuevo mañana en el cual el sol y la luna amanezcan en un mundo más justo y digno.
* Léelo en inglés aquí.
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