El 5 de diciembre del 2011, el presidente electo, Otto Pérez y su comitiva, que incluyó a la vicepresidenta electa, Roxana Baldetti, estuvieron presentes en la graduación de la 73 promoción de la Escuela Kaibil en Poptún, Petén. En esa actividad, además de ascender a generales a tres coroneles que pasarán a formar parte del alto mando del ejército, uno de los oficiales a cargo de los actos de graduación se dirigió al presidente electo y mientras le hacía el saludo militar le dijo “A sus órdenes Presidente Kaibil”.
Estoy seguro que a más de alguno le dieron escalofríos esas palabras y a otros tantos les pudo haber llenado los ojos de lágrimas. Lamentablemente por razones muy diferentes, a algunos de miedo, temor o por recordar a algún familiar o amigo y a otros por sentirse reivindicados de ver a un presidente electo democráticamente devolviendo el saludo militar y haberlo escuchado entonar con orgullo el himno kaibil y haber repetido desde lo más profundo de su ser la siguiente frase- “Si avanzo, sígueme; si me detengo, aprémiame; si retrocedo mátame”.
Ese mismo Presidente Kaibil se autodenominó, o quizás alguien más lo hizo, el General de la Paz por su participación activa en las negociaciones de los acuerdos sustantivos que derivaron en la firma del acuerdo de paz firme y duradera, el 29 de diciembre de 1996. Un general forjado bajo la doctrina que promovió el general Héctor Alejandro Gramajo, la tesis o doctrina de la Estabilidad Nacional que promovía la profesionalización del ejército y ser completamente apolítico, entre otros aspectos más profundos.
No cabe duda que esa influencia se ve muy marcada en las primeras decisiones del presidente electo Otto Pérez Molina y hasta llega a tener ciertas coincidencias con las primeras acciones del Plan Consolidación 86 y la política de concertación que promovió simultáneamente el presidente Vinicio Cerezo.
El presidente electo convoca a los empresarios para reiniciar el diálogo de una reforma o pacto fiscal, nombra en puestos claves en Finanzas, Segeplan, Desarrollo Social y Desarrollo Rural a intelectuales y académicos más vinculados a la izquierda que al sector empresarial o a la derecha tradicional. Además plantea la creación del Ministerio de Desarrollo Social y lanza una propuesta de política pública en Desarrollo Rural. No es coincidencia que en ese mismo gobierno de Vinicio Cerezo (con Alejandro Gramajo como Ministro de la Defensa) se crea el Ministerio de Desarrollo Urbano y Rural, se convoca a la Concertación Nacional y se plantea una ofensiva militar basada en fuerzas de tarea concentradas en donde mayor presencia de la guerrilla había en ese momento.
Al mismo tiempo que suceden todas estas acciones nombra, como lo mencioné al inicio, a tres kaibiles, como él, al alto mando del ejército y reitera que el ejército, y concretamente las fuerzas kaibiles, enfrentarán a los narcotraficantes en esta nueva guerra.
Entonces, ¿qué Otto Pérez gobernará Guatemala?
Una persona es resultado de su ADN, su familia, las personas con las que se relaciona, quienes comparten en el trabajo y en el hogar. Otto Pérez Molina probablemente va a ser un poco Presidente Kaibil, otro tanto General de la Paz y un poco más el representante de la unidad nacional. Por el bien de Guatemala confío y espero que sea mejor de lo que quienes votaron por él esperan y menos malo de lo que sus detractores auguran.
Ahora bien, no espere que Guatemala va a mejorar solo porque cambiemos Presidente, Vicepresidenta, 90 diputados y muchos alcaldes y concejales. La actitud y disposición de ellos ayuda, por supuesto, pero es mucho más importante la actitud que tengamos los demás guatemaltecos lo que hará que Guatemala sea mejor a partir del 14 a las 15:30 horas.
Dios los bendiga y les recuerdo que toda la gloria, la honra y el honor son siempre para Jesús.
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