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Natalia Alejandra, 18, señorita Brisas del Viento del Festival de Barriletes Gigantes de Santiago Sacatepéquez, presencia al homónimo evento, el 01 de noviembre, en una reseña limitada por las restricciones del Covid19. Simone Dalmasso

Un homenaje a los muertos por Covid en el Día de Todos los Santos

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Un homenaje a los muertos por Covid en el Día de Todos los Santos

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La necesidad de elevar al cielo el recuerdo de las víctimas del Covid19, en el día más simbólico del calendario, superó las restricciones impuestas por las autoridades, en Santiago Sacatepéquez, donde un pequeño grupo de jóvenes rindió homenaje a los casi 4.000 fallecidos desde que empezó la pandemia

Tal como establecido por las autoridades, este domingo 01 de noviembre lució por la falta de las características celebraciones para el Día de Todos los Santos, en el territorio nacional: los cementerios, clausurados con candados y vigilados por las fuerzas del orden desde el sábado, dejaron de ser el tradicional escenario de renovación del vínculo entre vivos y muertos: menos adornados de lo habitual, nadie pudo ni tomarse un vaso de soda frente a la tumba de su difunto.

En Sumpango, la espera de la transmisión del festival de barriletes, encerrados en el parque central del municipio, pasó casi desapercibida, ya que la negativa a poder presenciar el tradicional evento eliminó las expectativas. En el mercado del municipio, Carmela y Ana Asturias, repartían raciones de dulces típicos caramelizados, tal como suelen hacer desde hace 30 años, todos los días.

“A pesar de ser un día de celebraciones, la venta es muy baja, tal como se ha mantenido desde el principio de la pandemia” sostenía Carmela Asturias sacando del jugoso líquido unas manzanillas rojas, mientras atendía a una señora que se asomaba por la ventanilla improvisada en un recorte del nylon que la separa de sus clientes, cercando por completo su puesto de venta, desde que el mercado volvió a abrir, en mayo.

Sin embargo, en un terreno periférico del municipio de Santiago Sacatepéquez, llamado la Joyita de las 3 Cruces, un indómito grupo de 50 personas en total, encabezados por las dos lucientes reinas del Festival de Barriletes Gigantes, mantuvieron su compromiso y levantaron al aire – o, por lo menos, lo intentaron varias veces – unos barriletes más pequeños de lo habitual, con una carga simbólica mayor con respecto a los años pasados, ya que el recuerdo, en esta ocasión, se elevó a las casi 4.000 víctimas de la pandemia.

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