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Vida de contrastes e increíbles paradojas

El que dijo que si no podía controlar al Ejército para qué estaba allí, ahora dice que no tiene ninguna responsabilidad en lo que ocurrió en el teatro de operaciones de la guerra con las masacres perpetradas contra población civil.
Tipo de Nota: 
Opinión

Vida de contrastes e increíbles paradojas

25 de Abril de 2013
Palabras clave

Nadie ha sido tan importante en la vida de Guatemala en los últimos cuarenta años que el general Efraín Ríos Montt, quien en estos días ocupa todas las primeras planas y es motivo de las conversaciones en reuniones de cualquier tipo. Y su vida ha estado llena de contrastes que resultan difíciles de asimilar porque no es cuestión de subibajas, sino de verdaderos colochos por la sucesión de paradojas.

Quien fuera un devoto católico practicante durante sus primeros cincuenta años de vida, al punto de aplicar sanciones a los cadetes que no asistían a misa y de nombrar al Cardenal Casariego padrino de sus hijos, se convirtió en fanático pastor protestante que se refugió en el púlpito tras sus fracasos políticos. Quien fue responsable de la masacre de campesinos de Santa María Xalapán en San Sirisay, terminó siendo el flamante candidato de los partidos más democráticos que conformaron en 1974 ...

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