La dirección general del diario señala a Joel Fock Way, ex director informático de la entidad, como responsable. La Ley de acceso a la información pública establece que toda información pública localizable en los archivos de una dependencia del gobierno, no puede destruirse sin justificación.
Tanto la sección de la hemeroteca del diario oficial, como el suplemento semanal La Revista -creado en 2008 bajo la dirección de Ana María Rodas- fueron retirados del sitio web del Diario de Centroamérica (DCA). Plaza Pública solicitó a la Unidad acceso a la información, del Ministerio de Gobernación (Mingob), los archivos digitales de todas las ediciones de La Revista. Pero la dirección general del DCA negó la entrega de éstos aduciendo que el encargado de resguardar los archivos los borró.
A la respuesta emitida por el Mingob se adjunta una denuncia ante el Ministerio Público (MP) en que se acusa a Joel Fock, actual subjefe de informática de la Contraloría General de Cuentas por incumplimiento de deberes, destrucción de registros informáticos y alteración de programas. Sin embargo, los hechos denunciados ante el MP son por una falta distinta a la de la destrucción de los archivos solicitados por este medio.
En la denuncia del MP, se especifica que Fock Way no presentó un reporte del consumo de internet de los trabajadores del diario. “Eso no tiene nada que ver con la eliminación de los archivos”, indicó el acusado a Plaza Pública. Y agregó que el contenido desaparecido se encontraba en el sitio de internet del DCA y acusa a la actual administración de haberlos eliminado cuando se realizó el rediseño del sitio, con el cambio de gobierno.
Además de la denuncia, la dirección del DCA incluye un acta administrativa en que se consigna la incapacidad de Fock para entregar el reporte. Ni la demanda, ni el acta administrativa, acusan al ex director informático de borrar algún contenido editorial publicado por el Diario de Centroamérica.
En repetidas ocasiones se intentó hablar con Gustavo Soberanis, actual director del Diario de Centroamérica, para conocer su versión de los hechos, pero no atendió las llamadas.