La función de la Comisión de Población y Desarrollo es estudiar los cambios registrados en la población y el impacto en sus condiciones económicas y sociales y es una de las nueve comisiones que hacen parte del Consejo Económico y Social (Ecosoc) de Naciones Unidas. La reunión, que se llevó a cabo del 11 a 15 de abril de 2011en Nueva York, correspondió a su 44 período de sesiones y tuvo como ejes centrales la fecundidad, la salud reproductiva y el desarrollo, entendiendo que estas tres categoría están estrechamente vinculadas. De acuerdo con Sha Zukang, subsecretario general del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales y secretario general de la Conferencia de las Naciones Unidas para el año 2012, en la medida que disminuye el número de nacimientos se propician sociedades desarrolladas, porque se disminuyen las altas tasas de mortalidad materna e infantil y se contribuye al combate de la pobreza extrema
En dicho espacio se enfatizó la necesidad de aumentar los esfuerzos y recursos para la salud reproductiva y la planificación familiar universal. Sobre todo, en países con altas tasas de fecundidad como el nuestro. Se argumentó que eso es imposible si no se fortalecen los sistemas de salud y la capacidad de los gobiernos para garantizar el suministro de anticonceptivos con el compromiso político para promover comportamientos saludables y la igualdad de género.
En ese marco, las partes reunidas aportaron elementos para discutir experiencias nacionales relacionadas con los temas de referencia, así como la implementación del Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (Cairo, 1994).
La delegación de Guatemala asistió a dicha reunión con el objetivo de dar cuenta de los avances que ha habido en el país respecto de salud y educación sexual. Se hizo referencia a los seis problemas a los cuales se ha intentado dar respuesta. En primer lugar, los esfuerzos para reducir la desigualdad que enfrentan las mujeres rurales e indígenas, porque aún son ellas las que presentan las mayores tasas de fecundidad, lo cual está estrechamente vinculado a las altas tasas de mortalidad materna e infantil.
Luego se explicó que la adopción de la Ley de Acceso Universal y Equitativo de Servicios de Planificación Familiar (2005), su integración en el Programa Nacional de Salud Reproductiva, así como su reglamento en 2009, han permitido que se ponga en marcha una estrategia que posibilita el acceso integral a los programas e insumos de planificación familiar a una mayor cantidad de la población.
El otro tema, relacionado con el anterior, fue que paralelamente se logró la puesta en marcha de la estrategia de educación integral de la sexualidad en el sistema educativo en Guatemala, el cual ha posibilitado que la población adolescente tome decisiones sobre su vida de manera más informada.
También se hizo alusión a la integración de las políticas públicas para garantizar el acceso de las personas a los insumos de planificación familiar y su uso y a la coordinación interinstitucional entre los ministerios de Salud y Educación, para prevenir embarazos adolescentes e infecciones de transmisión sexual a partir de la educación. Por último, se mencionó la implementación de la Política Nacional de Promoción y Desarrollo Integral de la Mujer, a partir de la cual se han hecho esfuerzos para que se promueva el enfoque de derechos de las mujeres en los distintos ministerios y entidades del Estado.
Para cerrar su intervención, la representante de Guatemala estableció que, dados todos estos esfuerzos, dejaba claro que ya se habían superado muchos de los contenidos de la reserva que el Estado tiene respecto del Programa de Acción de Cairo. Por tanto, manifestó que “Guatemala solicita que se tome nota que se trabajará para levantar la reserva expresa para que quede sin efecto”.
Con esta información sobre la mesa, podemos debatir socialmente sobre cuáles son las decisiones que debe o no asumir el Estado sobre los cuerpos de las mujeres.
Más de este autor