Guatemala desde Totonicapán: a un año del Paro, entrevista a los 48 Cantones
Guatemala desde Totonicapán: a un año del Paro, entrevista a los 48 Cantones
Una conversación con la Junta Directiva de Alcaldes Comunales en torno al gobierno de Bernardo Arévalo.
No hizo falta aclarar dónde bajarnos del taxi, porque en la ciudad de Totonicapán, a los 48 Cantones los conocen todos. Esta organización indígena, que representa a las aldeas de este departamento, participó en 2023 de las protestas nacionales, exigiendo la defensa de la democracia durante más de 100 días. Un año después, conversamos con la Junta Directiva de Alcaldes Comunales de los 48 Cantones, que sigue insistiendo en que se escuchen las necesidades del pueblo de Guatemala.
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Las autoridades de los 48 Cantones –Alcaldes y Alguaciles– son habitantes de sus comunidades que son elegidos como servidores. Ante los intentos del Ministerio Público de impedir la toma de posesión del presidente electo por el voto popular, bloquearon caminos estratégicos y acamparon frente a la sede del MP en la capital del país. Este organismo es señalado como el principal actor de oposición al gobierno de Bernardo Arévalo y emblema de la corrupción en Guatemala.
Así nos lo cuentan dos Alguaciles, luego de recibirnos en la Casa Comunal N°1, quienes asumieron la responsabilidad ante sus comunidades, también hace un año. Son el nexo entre los Alcaldes Comunales y la población. Se encargan del orden y la disciplina en sus territorios, y comunican las decisiones que la Junta Directiva toma, así como hacen llegar las demandas locales. Esta estructura democrática, construida a lo largo de 500 años de historia, fue clave para el desarrollo del Paro Nacional el año pasado.
A modo de símbolo, los bastones de las autoridades que oficiaron durante el Paro están exhibidos en la Casa. Allí se reúnen los Alguaciles, cada uno en la silla de su cantón, bajo la mirada protectora de San Miguel Arcángel, patrón de los 48. En una esquina, otra silla presencia la asamblea: la del prócer k’iché Atanasio Tzul, con la que reinó luego de derrotar a los españoles en 1820.
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— Estamos a un año ya del Paro. ¿Cómo lo vieron ustedes como Autoridades Comunales de los 48 Cantones? ¿Cuáles han sido los desafíos después de eso?
— Creo que uno de los principales desafíos es volver a recuperar el movimiento económico en el territorio. Es algo que, por la resistencia, se afectó bastante; golpeó bastante la economía, con precios elevados. Entonces, lo que sí está costando es volver a restablecer esos precios, que todavía no se ha podido. Fue una resistencia que afectó bastante al Municipio y a todo el Departamento de Totonicapán. Pero sin duda alguna, esto fue una situación que afectó a todo el país.
— ¿Aún así decidieron mantener los bloqueos hasta que el nuevo Presidente electo lograra tomar posesión?
— Después de los 21 días de resistencia pacífica en puntos estratégicos de todo el país, se decidió por parte de los dirigentes de ese momento, que toda la resistencia se concentrara en un solo punto. Que era Gerona, la sede del Ministerio Público en la Capital.
— Y a nivel nacional, hoy en día, además de los precios de la canasta básica y la cuestión que usted menciona, ¿hay algún otro desafío u objetivo que permanezca pendiente y prioritario como reclamo?
— Al defender la democracia, se estaba defendiendo indirectamente al Presidente electo, que no era el objetivo. Básicamente, para cuando se estaba defendiendo la democracia, en algún momento él prometió que se iba a favorecer a la comunidad indígena. Que iba a priorizar a las comunidades y especialmente a las organizaciones representativas a nivel nacional, como lo son 48 Cantones y Sololá, quienes estaban dando todo de su parte para poder mantener [los resultados electorales]. Lejos de las promesas y discursos, sí, tenemos mucha preocupación por la falta de acciones concretas para realmente favorecernos.
— ¿Hay algún tipo de representación de la comunidad indígena en el gobierno?
— No, son menos del 5%, podría decirse, de representación indígena en los espacios de gobierno. Y los pocos espacios que se tienen, son espacios en los cuales, lejos de poder aportar a las comunidades, crean más conflicto entre ellas. Porque las representaciones que se tienen, son para crear diferencias entre pueblos. Entonces sí: definitivamente el Gobierno ha quedado a deber desde la campaña; de la promesa de poder favorecer la comunidad indígena. Le hemos pedido, porque es una petición general de todos los pueblos, que se habiliten espacios en los cuales realmente se pueda hacer un cambio. Por ejemplo, en el gabinete del Ministerio de Infraestructura, en el Ministerio de Educación y en el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación. En donde realmente nuestra propia gente indígena pueda empezar a tener el aporte hacia las comunidades.
— Sabemos que es muy costoso y que los precios aumentaron luego del bloqueo, pero ¿volverían a tomar acciones para reclamarle al Gobierno actual?
— Hemos estado sosteniendo varias mesas de diálogo. Se le ha estado haciendo ver que estamos esperando que realmente pueda haber un cambio significativo, y que la promesa de la nueva primavera se pueda empezar a ver con acciones concretas. Pero creo que hasta el momento no se tiene contemplado [acciones]. Hemos tenido pronunciamientos pero no resistencias ni paros.
— ¿Las mesas de diálogo son directamente con el Presidente?
— Al principio sí. Luego, por falta de voluntad política de poder dialogar, ya no nos ha estado aceptando las invitaciones que se le ha estado haciendo. Pero al principio tuvimos un par de diálogos que al final quedaron solo en diálogos, no logramos nada concreto.
— Y sobre esas medidas concretas que faltarían, ¿tienen algún ejemplo de alguna política que le hayan pedido?
— Claro: desde la conformación de su gabinete tendría que empezar a incluir a nuestra población indígena. En nuestra población hay profesionales capacitados para que puedan ser integrados en el gabinete. Desde ahí se vio la falta de voluntad política de querer favorecer [a las comunidades]. Lo que ha pasado siempre con gobiernos anteriores, ya durante varias décadas, es que se ha estado favoreciendo al monopolio.
— El reclamo central del año pasado era la defensa de la democracia, la defensa de la institucionalidad.
— Así es...
— ¿Cuál es la relación principal entre esos problemas de institucionalidad que existen en Guatemala hace bastante tiempo y las comunidades? ¿En qué medida ese problema los afecta?
— La situación es que no se le puede pedir que rinda cuentas a un ingeniero o un maestro, cuando se trata de un problema médico. Cada quién debe ser conocedor de lo que debe hacer. Y más que conocedor, debería estar en el contexto, y debería saber... Ése es el problema del pueblo de Guatemala.
Se vienen pagando favores... favores políticos. Se siguen manteniendo y se están rotando los puestos. Se mantienen los mismos y esos mismos desconocen la realidad de nuestros pueblos. Lo hemos dicho en alguna ocasión: que si la organización que tenemos la pudiéramos ir ampliando a nivel nacional, el país se va a transformar. Porque del servicio que hacemos, a pesar de que es ad honorem, tenemos que rendir cuentas y cabales. Quienes son servidores públicos tienen la harta obligación de poder cumplir con sus funciones, de recorrer el país e ir a ver donde hay necesidades de invertir. Están en cargos políticos como servidores públicos personas que no conocen la realidad. La conocen quizás en teoría. Se justifican con la preparación, los títulos... Pero más que eso, es muy importante conocer el territorio.
— ¿Cómo ven este nuevo método de elección de Gobernadores departamentales, en el que la sociedad civil postula tres candidatos y el presidente elige uno?
— A través de las mismas organizaciones que se tienen, se está procurando hacer algunos cambios, al menos podemos proponer a alguien. Pero tenemos siempre esta debilidad en el país: la cooptación. Alguien podrá llegar con mucho entusiasmo de poder trabajar, pero va con las manos amarradas. El cambio acá hay que hacerlo de raíz.
— ¿Ustedes sienten que tienen más fuerza, sabiendo que gracias a los bloqueos y a las acciones que tomaron, lograron que el presidente tomara posesión?
— Somos la Junta 203. Y antes de ello hay una historia de 500 años de resistencia y lucha. Siempre se ha tenido fuerza. De hecho, si analizamos y leemos la historia, todo lo que los pueblos indígenas le han aportado a la humanidad es bastante. No es hasta este año donde nosotros pudimos darnos a conocer. El pueblo de Totonicapán se ha caracterizado por ser un pueblo de lucha, un pueblo de sacrificio y prueba de ello es que nosotros acá estamos. Algunos pensarán que somos unos servidores públicos. Pero estamos sirviendo a la comunidad, de manera ad honorem y por un año. Electos democrática y genuinamente, velando siempre por el bien común.
— El año pasado la transición de Autoridades ha sido durante el Paro. ¿Cómo ha sido ese proceso?
— Fue una transición muy complicada. En el caso nuestro, por todos los procesos que la Junta saliente tenía, pasaron desapercibidas algunas informaciones que debimos saber. Nada que nosotros no hayamos podido solventar. En este momento, que vamos a sentarnos con la nueva Junta, tenemos este espacio para poder dialogar con más calma, sin presiones por parte de ellos. Nos desenvolvemos de acuerdo a consignas. Unas consignas bien dadas implican seguir un buen trabajo, una buena línea de trabajo. [La transición] entonces fue un poquito más complicada en aquel momento. Acá estamos haciendo lo posible por dejarles [a las próximas autoridades] buenas consignas.
— La Junta anterior tomó la decisión de ir al paro y a ustedes les ha tocado concluir ese paro. ¿Ustedes han recibido al Presidente de la República?
— Sí, se lo recibió en una visita en la cual él firmó un convenio de compromiso de aportar a la infraestructura del Municipio. Desde el mes de mayo hasta acá no se ha logrado concretar nada. Simplemente firmó el comprometerse y aportar. No solo en cuanto a infraestructura, sino que se le hizo un planteamiento en temas educativos y de salud. No se ha visto nada concreto, nada específico. Solo son promesas, un par de firmas y ya está. Incluso con la ampliación presupuestaria que se aprobó, como Municipio no logramos ver un mayor cambio. Creo que somos uno de los municipios al que menos se le asignó. Pero sí, la asignación es muy baja para la lucha que se hizo.
— ¿Qué relación tienen con el Alcalde municipal? ¿Con la política local?
— Cada Junta Directiva es autónoma de la relación que pueda tener con el Alcalde municipal, Gobernación departamental y los diputados. En el caso nuestro, sí estuvimos trabajando coordinadamente. Y este año se lograron en todas las comunidades proyectos con un presupuesto municipal. Tuvimos una buena relación, podría decirse.
— Por último, ¿a la siguiente Junta le dejan alguna consigna específica, algunas recomendaciones para con el gobierno [nacional]?
— Se le deja consignas que sí tienen que mantener y algunas recomendaciones, sobre el tema político con Municipalidad, Diputados, Gobernación y con el Presidente. Son autónomos como Junta Directiva para poder tomar sus decisiones de cómo trabajar. Ellos evaluarán si realmente son prudentes nuestras recomendaciones o simplemente cambiarlas y tomar otras acciones.
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