El grupo nació del encuentro de amistad y teatro, de la impotencia frente al dolor, de la rabia cuando las cosas estaban difíciles, y también para reír.
El nombre de Poderosas fue elegido por todas. Regresaban de un viaje a Nebaj, de un encuentro con la Red de Mujeres Ixiles que resultó aleccionador. Venían todas apretadas en un bus chiquito, cansadas pero felices. Comenzaron a jugar y a preguntarse el nombre de su compañía de teatro, probaron con “las de moño (demonio) colorado” pero no pareció adecuado. Un día llegó Lesbia a contar su sueño, en él, ella usaba un traje de luchadora y una máscara. Y así surgió el nombre. Estaban seguras que era el correcto: Las Poderosas
Las Poderosas Teatro nació en el 2009. Lo conformaban Telma Ajín, Rina Najarro, Lesbia Téllez, Adelma Esperanza Cifuentes, Eva Cifuentes, Rosa García y Telma Sarceño, un grupo de mujeres sobrevivientes de violencia que se acuerparon para hacer del teatro una herramienta de lucha, y de vida. El proceso había nacido dos años atrás en el rodaje del documental “Hoy puedo ser”. De allí en adelante fue un viaje sin retorno, de hermanarse, acompañarse, investigar, desafiarse a sí mismas y al sistema, hurgar en sus recuerdos, debatir, compartir, viajar, intercambiar, reír, vivir, ensayar hasta que no podían más y les temblaban un poco las piernas. Aprendieron a soñar juntas, sus propios sueños y a trabajar para construirlos. Se atrevieron a todo, porque estaban seguras que no querían más violencia en sus vidas.
Dicen: “Nuestra vida, sí, estuvo tocada por la violencia, pero ya salimos con nuestra fuerza y nuestras debilidades a cuestas (en ese momento, las teníamos a flor de piel). Y con el tiempo, nos dimos cuenta de que la violencia sigue de manera constante sobre la mayor parte de las mujeres guatemaltecas y sobre nosotras también, en formas más sutiles pero no menos destructoras que los golpes. Así que nos decidimos a hacer teatro para sacudirnos las trampas que nos pusieron, para compartir caminos y reírnos en la cara de algunas fantasmas que todavía quieren perseguirnos, y quitarnos para siempre el cartelito que nos quisieron poner de víctimas. Porque se equivocaron los (y algunas las) que trataron de ubicarnos ahí. Nosotras, como muchas, somos amigas y Poderosas. Vamos juntas por el teatro. ¡Cuidado!”
Marco Canale, dramaturgo argentino y director de la obra, las acompañó desde el inicio. Después se sumarían la actriz y directora Patricia Orantes, la psicóloga María del Carmen Navarro y la autora de este texto. Cada uno aprendió junto a Las Poderosas e intercambiaron lo que sabían hacer. El guión resultó luego de un largo proceso de investigación y creación a partir de sus vivencias junto a sus hijas e hijos, así fueron apareciendo las voces de cada una, las experiencias vividas.
Esa es una de las diferencias que este grupo esgrime, no simulan en el escenario, ponen su cuerpo y su presencia para contar su historia. Como la de Adelma, quien narra cómo su marido ordenó que la asesinaran y luego cuando ya estaba en prisión la llamó “y me dijo que me iba a poner mi brazo y yo le dije ni mierda quiero un brazo postizo, mi brazo quiero y.. Y él me dijo, pero yo no puedo darle de nuevo su brazo, eso es imposible. Entonces yo le dije que era imposible que yo dejara el juicio (…) y cuando terminó el juicio yo fui a darles las gracias y ellos me las dieron a mí por haber sacado adelante mi juicio, porque yo di un paso, me dicen, que yo salí adelante”.
Como la historia de Rina, quien irrumpía en el escenario para contar “Para mí todo empezó con la terapia”, y decidió apostarle al teatro en medio de su lucha tenaz contra el cáncer y la impunidad del sistema de justicia. Rina perdió la batalla contra la enfermedad pero su presencia sigue peremne en la obra y en el grupo. Les dejó una lección de vida, asistiendo a cada ensayo en medio de tanto dolor, siendo feliz hasta el último segundo.
“Seguimos ensayando, pensándonos como mujeres, haciendo teatro, creando a partir de nuestras historias. No de los golpes, o las humillaciones, sino de nuestro camino como mujeres”, dicen hoy.
Las Poderosas terminaron sus presentaciones el fin de semana pasado, pero, trabajan en otro proyecto. No cesan en la construcción de una vida distinta, autónoma.
Texto de Silvia Trujillo
Fotografías de Sandra Sebastián