“¿Qué te han hecho mi Guatemala?”, se preguntaba el Secretario General Adjunto de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Edmond Mulet, en una carta abierta aparecida el 15 de enero en el diario Prensa Libre y reproducida, entre otros, por la Asociación de Militares Retirados de Guatemala (Avemilgua) y el columnista de elPeriódico Danilo Parinello. “Unos se dicen patriotas, otros se proclaman líderes, algunos tienen la esperanza de volver a gobernar pero nadie les cree, ya que han engañado y mentido una y otra vez a nuestro pueblo”, proclamó Mulet en su misiva en alusión a los partidos Patriota, Libertad Democrática Renovada (Lider) y Unidad Nacional de la Esperanza (UNE). La carta fue interpretada en el mundo político como una declaración de intenciones por competir en las elecciones generales del 2015, no libre de contradicciones al presentarse como candidato “anti establishment”. La aspiración del diplomático de retornar a la política nacional, anunciada entre líneas en esa publicación y ratificada después en una entrevista en el medio Nómada, está ahora en el aire y sus posibilidades son inciertas. Al menos eso es lo que dejan ver quienes le habían ofrecido apoyar una eventual candidatura presidencial suya.
Hasta hace menos de una semana, el plan era que el partido Todos, integrado en su mayoría por disidentes de la UNE, fuera la plataforma electoral con la que Mulet sería candidato a la Presidencia, y la presencia del expresidente Alfonso Portillo constituiría el principal atractivo de su campaña. Portillo guarda prisión en Estados Unidos y regresará a Guatemala el 25 de febrero tras cumplir una condena por el delito de conspiración para el lavado de dinero.
El pasado viernes, Plaza Pública divulgó un reportaje acerca de cómo Mulet participó en una red de adopciones internacionales en los años 80.
Después de ello, políticos que mostraron interés en negociar la candidatura de Mulet se han empezado a desmarcar del diplomático. Directivos del partido Todos, en voz baja, dicen que esas revelaciones dejan a Mulet en una posición difícil para concretar sus aspiraciones electorales, e incluso le califican de un “cadáver político”. Además, reconocen que han recibido llamadas de políticos y diplomáticos extranjeros que les cuestionan sobre la posibilidad de que le abran espacio. Una fuente de Todos añade: “Hay una inversión en nuestro candidato (Alejos) que no podemos echar atrás. Incluso podría causar desconcierto en las bases si de pronto incluyéramos a un candidato de afuera, sin mayor vínculo con el partido. Se descarta esta situación, pero se hará oficial hasta la próxima asamblea del partido”
Mientras que en la órbita portillista se asegura que el avance de los contactos de Mulet con Portillo fueron “exagerados” por el diplomático para hacer su eventual candidatura más atractiva a otros partidos políticos.
Tres evaluaciones positivas
La semana pasada Mulet declaró a Plaza Pública que su reciente visita a Guatemala le había servido para sondear tres aspectos.
Primero, la posibilidad de un vehículo o plataforma que sirviera para impulsar un movimiento amplio nacional con un propósito de renovación y le permitiera competir por “el poder”, dado que no se podrán “realizar cambios desde los márgenes, desde la periferia”.
Segundo, ver si existen “grupos sociales o económicos, o suficientes indignados” para darle cuerpo a un proyecto como el que plantea.
Por último, medir sus propias posibilidades. Se describió como una persona responsable, honorable, entregada y que siempre piensa en los demás y dijo que reconocía que en el área rural o en otros ámbitos importantes no era “tan conocido” pero que le motivaba el hecho de que en su función actual tiene que enfrentar situaciones de crisis muy complejas y el hecho de que Guatemala haya emprendido el mismo camino que tomaron sociedades antes integradas que se habían convertido en estados fallidos.
“Las evaluaciones fueron muy positivas”, aseguró. “No he tomado la decisión aún”, dijo, pero “definitivamente estoy pensando en esta elección. No creo que Guatemala pueda esperar cuatro años más”.
Del plato a la boca…
Roberto Alejos, diputado y principal dirigente de Todos, se abstiene de hacer comentarios sobre la participación de Mulet en la red de adopciones internacionales pero se desmarca de una posible candidatura suya con este partido y enfatiza que ni siquiera es seguro que ahora aspire a competir por un cargo de elección popular.
Alejos, quien también tiene aspiraciones de presentarse como candidato presidencial, reconoce que ha sostenido conversaciones con Mulet, pero asegura en que no se ha concretado ninguna candidatura. “Todos los partidos políticos tienen que tomar en cuenta todo lo bueno y todo lo malo de cualquier candidato que consideren. Todavía no se ha tomado ninguna decisión”, indica.
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Mulet, precisa Alejos, “aún no ha definido si participará a un cargo de elección popular”. Lo que hay de momento, subraya, “son pláticas profundas”.
El 21 de febrero el partido Todos celebrará su asamblea nacional para elegir a los nuevos miembros de su Comité Ejecutivo Nacional, y en abril efectuará la nominación de los candidatos que apoyará en las elecciones generales de septiembre próximo.
La relación de Alejos con Mulet se remonta a la primera legislatura de la era democrática de 1986 a 1991 cuando el ahora diplomático ocupó la presidencia de la comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, misma en la que participó Alejos, quien fue electo por la desaparecida Unión del Centro Nacional (UCN) y luego pasó a integrar el Partido Revolucionario (PR) entonces en alianza con la UCN. En 1992 Mulet fue elegido Presidencia del Congreso con el apoyo de los diputados de la Democracia Cristiana, la UCN y el Movimiento de Acción Solidaria, partido del expresidente Jorge Serrano Elías quien intentaría un golpe de Estado en 1993.
El 2 de enero de 2011, el diario Prensa Libre, declaró a Mulet como Personaje del Año. “Fue un maestro para mí. Recuerdo que en el Congreso siempre me trató como a un alumno. Viajamos a Rusia, Hungría, Bulgaria y otros países, y juntos organizamos una convención mundial parlamentaria que trajo a más de mil diputados de todos los países a Guatemala. Uno de los valores que más me inculcó fue el de la lealtad y la fidelidad”, dijo entonces Alejos en referencia al diplomático que para entonces ya formaba parte de la primera plana de la ONU.
Portillistas niegan acuerdo
Mariano Portillo, dirigente del movimiento Resistencia para la Liberación del Pueblo, agrupación que gravita entorno a la figura del expresidente Alfonso Portillo, también marca distancia de Mulet. El exmandatario, asegura, “ha dicho que la cárcel no es el mejor lugar para tomar decisiones, incluyendo todas las propuestas de los partidos políticos, incluyendo en estas la de Edmond Mulet”. Es decir, no hay ningún compromiso de Portillo por apoyar la candidatura presidencial del diplomático.
“Portillo no tiene partido político ni compromiso alguno. No tiene candidato, tiene simpatía por la preparación de alguna gente. Nada más”, asegura.
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Respecto a los planes del exmandatario, Mariano Portillo, quien fue precandidato vicepresidencial de la Alianza Nueva Nación en 2007, y es primo de Alfonso Portillo, afirma que éstos no se definirán hasta dos meses después de que haya regresado a Guatemala. Es decir, a finales de abril próximo.
La participación de Mulet en los años 80 en una red de abogados que facilitaba adopciones de niños guatemaltecos de manera irregular, pueden pesar en su contra al momento de tomar una decisión política, señala Mariano Portillo. “Una persona agotada en su imagen política podría ser candidato de cualquiera, pero no es una buena propuesta”, agrega.
Estas consideraciones no serían dejadas de lado por el exmandatario, un expresidente extraditado a Estados Unidos por el delito de conspiración para el lavado de dinero, confirmó su primo.
Por su parte, Edgar Gutiérrez, excanciller y secretario de Análisis Estratégico de la administración de Portillo, quien también había sido mencionado como probable compañero de fórmula de Mulet, declinó pronunciarse sobre las consecuencias para la carrera política de Mulet de las investigaciones periodísticas en su contra. “Es prematuro reaccionar. Hay que escuchar enteramente la versión de él. Él me dijo que iba a poner en contexto sus declaraciones y hechos de la época”, dice.
El diputado de la UNE, Mario Taracena, quien fue adversario político de Mulet durante los periodos legislativos 1986-1991 y 1991-1993, asegura que la participación del diplomático en el tráfico de menores era conocida desde entonces. Él mismo la denunció. En 1993, cuando ya Mulet era presidente del Congreso, Taracena lo acusó, al igual que a Juan José Rodil Peralta, quien fue ministro de Gobernación durante el gobierno de Vinicio Cerezo (1986-1991), de traficar con menores. “Era obligación de la Junta Directiva del Congreso iniciar una investigación, pero nunca se hizo. No presenté una denuncia penal porque no era lo que correspondía. Él era congresista, debió iniciarse una investigación legislativa”, sostiene Taracena.
“Mientras que para el Gobierno (Mulet) era un traficante de niños —añade Taracena— para los partidos de oposición los señalamientos en su contra eran un hecho político. Hay que recordar que en esa época el Ejército y los políticos estaban enfrentados (hubo varios intentos de golpe de Estado durante el gobierno de Vinicio Cerezo (1986-1991)”.
Los casos retratados por Plaza Pública en el reportaje "Edmond Mulet y los niños que 'exportaba'” son todos anteriores a 1984.
La misiva publicada por Mulet el pasado 15 de enero, concluye con una exhortación: “¡No te dejes mi Guatemala! ¡Despierta! Las cosas no deben ser como son ahora, pueden y deben y ser diferentes”.
ACTUALIZACIÓN: Esta noticia fue actualizada con la inclusión de los párrafos cuarto y quinto, a las 10.38 del 05/01/2015.
