Hace unos días, el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés) presentó un estudio en el cual evaluaba Feed the Future, uno de varios programas de cooperación de Estados Unidos en Guatemala. El programa tiene como objetivo reducir la pobreza y la desnutrición crónica y para ello se enfoca en tres estrategias: desarrollar cadenas de valor en horticultura y café, mejorar la nutrición vía intervenciones de salud y mejorar la gobernabilidad a nivel municipal. Comprender su funcionamiento y sus limitaciones debería ayudarnos a mejorar nuestras políticas en un tema crucial para el país. Además, puede permitirnos mejorar el tipo de negociación que mantendremos los Gobiernos del Triángulo Norte de Centroamérica con Estados Unidos en estos meses.
La evaluación revisa la situación en Guatemala, los programas del Gobierno de Guatemala y la manera como funciona Feed the Future. Luego se dedica a discutir las implicaciones de las metas del programa, la conveniencia y la relevancia de dichas metas y la posibilidad de lograrlas. El informe, Tracking Promises, escrito por la doctora Reid Hamel, puede leerse aquí. También puede verse el video de la presentación aquí.
La discusión es abundante, pero prefiero concentrarme en dos puntos. Primero, es ingenuo pretender que Feed the Future tenga el financiamiento y los instrumentos para alcanzar sus metas si el Gobierno de Guatemala no se compromete a proveer los servicios públicos que deben acompañar la inversión. Pero también se necesita replantear la forma como se pretende reducir la desnutrición y la pobreza, pues las intervenciones que se están haciendo en la actualidad no necesariamente llegan a la población deseada ni están teniendo el impacto que se quisiera.
Sobre los servicios públicos, el informe dice que necesitamos dedicar más recursos para salud e infraestructura vinculada con agua potable y drenajes. Al mismo tiempo, en el evento se reconoció que se necesitan cambios importantes en el servicio público para que los recursos adicionales funcionen. Aquí, dos comentarios propios. Primero, no podemos olvidar la lucha reciente de la ministra de Salud con los sindicatos por lo que estos pedían como parte del pacto colectivo. Segundo, relacionado con lo anterior, no hay que olvidar que el Frente Nacional de Lucha, sindicato del Ministerio de Salud, fue de los que salió a manifestar a favor de Otto Pérez Molina. Es difícil creer que dicha defensa se debiera a afinidad ideológica o porque realmente creían que con ello salían a defender nuestra «incipiente democracia». Hay allí un claro indicio de lo que algunos llaman «la vieja política»: aves rapaces que atentan contra el bienestar de la población.
Sobre replantear la intervención para lograr disminuir la desnutrición y la pobreza, el estudio reconoce que necesitamos generar oportunidades laborales fuera del sector agrícola. Esta preocupación va de la mano con lo que ha argumentado en otras latitudes el personal de Usaid, que reconoce los límites de las estrategias agrícolas para mejorar la nutrición de la población más pobre en países en desarrollo. No hay razón para creer que el sector agrícola es la solución para toda la población pobre del país. ¿Por qué? Porque, incluso con intervenciones de encadenamientos productivos agrícolas, hay poca capacidad para integrar a los más pobres; porque no todas las regiones del país son de alta productividad agrícola para bienes que se venden a altos precios; porque no todas las regiones del país logran escapar de los problemas de sequías o de inundaciones; etc. Ahora bien, sería también un error creer que la solución es promover el autoempleo informal dedicado a la exportación de artesanías, como a veces le gusta sugerir a la cooperación internacional. Es como pasar de un callejón sin salida a otro, pero con más colores.
En conclusión, este es un buen informe para ayudarnos a mejorar el nivel de la discusión sobre nuestras políticas y sobre la forma como funciona la cooperación internacional en Guatemala. Ojalá más guatemaltecos interesados en el tema comenten al respecto.
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