Los señalamientos hasta ahora contra el hijo y el hermano del presidente no lo involucran a él como posible actor de esos eventos ilícitos. No obstante, nos ponen en duda sobre el manejo de los negocios en sociedad que tiene el presidente con su hermano. Sin embargo, esa no vinculación directa nos lleva a preguntarnos: ¿era necesario un comunicado de respaldo al presidente por parte del Ministerio de la Defensa? ¿Era necesario un comunicado de otras entidades, incluyendo los gringos? Quizá bastaba con un golpe en la espalda para decirle que se solidarizaban, pero llegar al extremo de un pronunciamiento público parece decirnos que algo más se tambaleaba en el seno de la institucionalidad del Organismo Ejecutivo, a tal punto que algunos quizá ya habían sido tentados a promover algún tipo de caída presidencial.
Si la pieza encajaba, habría sido el momento ideal para darlo de baja en su salida a Nueva York, a la Asamblea de la ONU. Para ello había que utilizar el sistema de la Ley de Orden Público, un acuerdo gubernativo con estado de excepción en todo el país mediante el cual, según esa ley vigente, el ministro de la Defensa tendría el mando. Y habría sido él quien lo hubiera puesto en manos del vice. Sin embargo, aparentemente no salía ganando nadie, y entonces mejor respaldaron al alicaído presidente.
El acuerdo gubernativo entró en vigor a pesar de todo, pero tuvo que ser derogado el mismo día, pues una lectura de fondo de diversos sectores sociales mostró que podría agudizarse el ya no efectivo plan. El más feliz era el secretario de la Conred, con sus diez millones de quetzales. De lo que no se había dado cuenta él es de que era solo un instrumento del juego, una pieza de impulso para el plan. Si la figura de la caja me ilustra bien, la pieza encaja con la casual inversión de 1.5 millones de quetzales para armar al Ejército con un equipo antidisturbios. Equipo que no es de la PNC y dinero que no tiene la Conred.
Las élites económica y militar, representadas en el PP, fueron lastimadas duramente con los diversos golpes acertados en el año 2015. A pesar de ello encontraron en Jimmy una persona que podía brindarles aplazamiento de crisis para retomar estrategias. Con lo que no contaban es con que Jimmy está tan incapacitado para el ejercicio del poder público que, en lugar de ser instrumentalizado, termina siendo una piedra.
Nunca fue Jimmy funcional para solventar las necesidades del pueblo empobrecido. Y ahora tampoco lo es para esas élites en crisis, por lo cual parece que necesitan moverlo de una u otra manera. Las gestas históricas de cambio en Guatemala han sido siempre aprovechadas por las referidas élites, y estas han logrado sacar ventajas. ¿Por qué no generar un proceso de agudización aparente y convertir las gestas de cambio a su favor? Al final de cuentas, ellos tienen más estructura organizada y más medios de manipulación mediática. Además, tienen una pieza clave, el vice Cabrera, cuya historia como rector manipulable lo convierte en una adquisición fácil. No obstante, habrá que protegerlo porque parece que se les adelantó el narco, que ya lo tenía financiado.
Este rompecabezas se pone bueno. Cual Guernica de Picasso, será complicado armarlo, pero se lee que es fuego cruzado entre élites mientras el movimiento social empieza a restructurarse.
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