Como lo he dicho en otras oportunidades, el Consejo de Seguridad representa, sin duda alguna, las ligas mayores de la política internacional. Por esta razón, la elección de Guatemala a dicho órgano debe ser vista como una victoria importante para el país, pero ahora debemos considerar ¿qué implica estar ahí?
El estudio de las relaciones internacionales no puede ser abordado sin discutir el concepto de la anarquía internacional, que simplemente se refiere a la ause...
Como lo he dicho en otras oportunidades, el Consejo de Seguridad representa, sin duda alguna, las ligas mayores de la política internacional. Por esta razón, la elección de Guatemala a dicho órgano debe ser vista como una victoria importante para el país, pero ahora debemos considerar ¿qué implica estar ahí?
El estudio de las relaciones internacionales no puede ser abordado sin discutir el concepto de la anarquía internacional, que simplemente se refiere a la ausencia de un gobierno mundial. El sistema internacional, o sea, el conjunto de estados y actores no estatales (organizaciones intergubernamentales, organizaciones no gubernamentales, empresas transnacionales, etc.) carece de un monopolio de poder. A pesar de esto, existe una jerarquización de Estados que podríamos dividir en superpotencias, potencias, Estados en vías de desarrollo, Estados fallidos, por ejemplo.
Esta jerarquización se hace oficial dentro del sistema de la ONU particularmente en donde los cinco miembros permanentes del Consejo (Estados Unidos, Rusia, China Popular, Francia y el Reino Unido) tienen lo que usualmente llamamos “derecho de veto”. En realidad ningún artículo de la carta constitutiva de la ONU habla sobre este derecho pero sí expresa la necesidad de contar con el voto afirmativo y concurrente de sus cinco miembros permanentes sobre cualquier decisión que llegue a este órgano. La abstención y la inasistencia no son consideradas como veto.
Tomando en cuenta el importante rol que estas cinco superpotencias tienen dentro del sistema de la ONU, aquellos que se codean directamente con ellas, en este caso los diez miembros no permanentes, juegan un papel fundamental en las decisiones de alto impacto en la política internacional. Para ser aprobadas, todas las decisiones que el Consejo discuta deben contar con el voto favorable de nueve de sus miembros, incluidos los votos de los cinco permanentes. Guatemala entonces será responsable de discutir y decidir sobre temas trascendentales junto con un selecto número de países.
La principal responsabilidad del Consejo de Seguridad es velar por el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional. Las decisiones que este tome son aceptadas por el resto de los miembros de la Asamblea General que actualmente cuenta con 194 miembros. El Consejo se ocupa entonces de buscar soluciones a conflictos internacionales entre dos o más países (como lo fue la invasión de Irak a Kuwait en 1990) o intervenir en conflictos internos en donde considere necesario ya sea por razones humanitarias o por razones de seguridad regional e internacional (el caso de Libia en marzo de este año).
Es en estas instancias donde se presentan dos de los elementos más controversiales en la política internacional actual: la intervención humanitaria y las misiones de paz. ¿Hasta qué punto se justifica el uso de la fuerza para lograr la paz? Estos procesos se debaten entre la aceptación de la legítima defensa ante una agresión y la necesidad de la guerra acorde a la máxima romana Si vis pacem, para bellum (Si quieres la paz, prepárate para la guerra). Es este debate el que nuestros representantes deben comprender y afrontar a partir del 1 de enero de 2012 y que estaremos discutiendo en este espacio en futuras entradas.
Más de este autor