Son diversos los factores que hicieron esto posible, y ya expertos politólogos y analistas han escrito sobre las circunstancias que permitieron que se colara un outsider de la política nacional a la segunda vuelta electoral el 6 de septiembre y que le ganara a Sandra Torres, de la UNE, en las elecciones del pasado 25 de octubre. El señor Morales contó con un antivoto producto del cansancio de la población ante el sistema, pero también con un voto urbano proveniente de municipios con mayor población, si bien es cierto que el ganador oficial de estas elecciones ha sido el abstencionismo.
En este artículo, no obstante, me interesa rescatar dos elementos que jugaron a favor del partido y del candidato en cuestión: el uso de las redes sociales y el apoyo migrante. El primero es quizá obvio, pues nuestra sociedad se ha adentrado de lleno en eso que Bauman[1] define como «modernidad líquida», con el uso cada vez más frecuente de redes como Twitter, Facebook y otras que facilitan el intercambio de información, el anonimato y visibilidad gratuita, cuyos efectos multiplicadores permiten llegar a muchos con un solo clic. Es la juventud la principal usuaria de estas redes, sobre todo en ámbitos urbanos.
Durante la campaña electoral (polémica de por sí tras los movimientos ciudadanos de abril a agosto) pudimos notar en nuestros muros de Facebook o en nuestras cuentas de Twitter los posts de Yo Soy tu Publicidad asociados a usuarios individuales, comunidades y grupos cerrados o abiertos, con o sin hashtag (#). El impacto de esta publicidad gratuita, compartida por seguidores y afiliados al partido, todavía no se ha medido, aunque es claro que el señor Morales resultó ganador.
Este es un ejemplo de cómo las redes sociales están sirviendo como herramientas en nuestra vida cotidiana más allá de compartir fotos de la familia, eventos o intereses. Asimismo, es interesante que en cada post sobre Jimmy Morales (a favor o en contra) los comentarios de uno y otro bando se multiplicaran para tratar de formar opinión (además de contener insultos, refutaciones y plegarias). Esto nos da una evidencia más de nuestra modernidad líquida, donde las interacciones vía redes facilitan el intercambio gracias al anonimato y al acceso a la tecnología.
El segundo elemento a destacar en este artículo es el apoyo migrante. Este no es tan obvio, pues en nuestro país, a pesar de ser un expulsor de alrededor de 1.6 millones de personas hacia Estados Unidos y otros países, no se toma en cuenta la importancia de la migración en las dinámicas nacionales. Quizá hasta hace unos años esta influencia de los migrantes era menos probable, pero las redes sociales han facilitado que se mantenga el contacto con el terruño, que los guatemaltecos se interesen por lo que ocurre en el país y que cada vez participen más en la vida política nacional desde una ciudadanía transnacional que se expresa gracias a las tecnologías. Ya en artículos anteriores escribí con relación al movimiento formado por migrantes de Estados Unidos para exigir el voto en el exterior y sobre la ciudadanía transnacional ejercida en diferentes países para solidarizarse con el repudio a la corrupción gubernamental.
Un ejemplo muy interesante de cómo los migrantes están tratando de influir en la vida pública guatemalteca es la petición #GimmeHighFiveforJimmy, compartida a través de Facebook, que solicitaba a cada migrante que hablara con al menos cinco familiares en Guatemala para que votaran por FCN-Nación. Ello muestra la importancia del voto indirecto en nuestro sistema político y, a su vez, el papel protagónico que tienen los migrantes no solamente como proveedores de remesas.
A ello se une el trabajo que han realizado líderes migrantes en diversas partes de Estados Unidos para convocar, convencer, informar y dar seguimiento a la campaña electoral. Con el uso de Whatsapp y de otras herramientas han apoyado la candidatura de Jimmy Morales de manera organizada. Por mi estudio doctoral con organizaciones de migrantes guatemaltecos he llegado a saber que los líderes en Estados Unidos mantuvieron contacto con familias en Guatemala para solicitar su voto y animarlas a que influyeran en otros durante la segunda vuelta el 25 de octubre. Desde Guatemala, las personas compartían fotos para apoyar el movimiento, animaban a su vez a otras y transmitían noticias de la afluencia de personas, situaciones irregulares y otras notas de interés sobre la jornada electoral.
Lo anterior muestra una participación política transnacional que cambia las dinámicas sociales y las políticas tradicionales. El contacto es inmediato. El territorio que abarca trasciende fronteras nacionales y zonas horarias y enlaza a actores muy diversos ubicados en múltiples lugares, y todo ello gratuitamente. Quizá es hora de que los académicos de diferentes ciencias comencemos a estudiar las nuevas configuraciones que produce la migración internacional y de que tomemos en cuenta la importancia de este tema en otros ámbitos de investigación.
[1] Bauman, Zygmunt (2013). La cultura en el mundo de la modernidad líquida. México: Fondo de Cultura Económica.
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