Durante varios días todo estuvo detenido. Ni uno ni otro, ninguno de los 22 postulantes llenaba los requisitos de “idoneidad e independencia” para ocupar el cargo de Contralor General de Cuentas de la Nación (CGC). La nómina final de seis candidatos –que será conocida por Congreso de la República– quedó en un impasse durante más de una semana. Antes de la decisión definitiva la lucha se dio entre varias representaciones, específicamente la de dos Colegios Profesionales en contra de los decanos de universidades, una batalla que se mantuvo durante varias horas, a los largo de más de siete rondas de votación, en favor y en contra de tres postulantes/operadores de asociaciones gremiales de Contadores Públicos y Auditores que configuraron todo el proceso.
Fue hasta la ronda número ocho que dentro de la Comisión de Postulación se atisbo un acuerdo. Sí, no, en contra, a favor, “por digno”, por “independiente”, por ser “una persona honorable”, los comisionados eligieron, primero –17 votos a favor y 2 contra–, al exdecano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Rural, Carlos Humberto Echeverría Guzmán. Fue el nombre que logró liberar el camino a la elección de los seis candidatos.
La lógica –detrás de esta primera elección– fue la de un pacto de intercambio de votos. “Votamos por el tuyo para que luego votes por el nuestro”. La cuota para que una buena parte de los decanos, después, votaran a favor de los postulantes que representaban a los dos Colegios de Profesionales –Economistas, Contadores Públicos y Auditores, y Administradores de Empresas (CCEE) y Contadores Públicos y Auditores (CPA)– que participan dentro de la Comisión de Postulación para elegir al Contralor General de Cuentas.
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La moneda de cambio
“De entre todos los postulantes, la apuesta de los decanos se enfocó en buscar a uno que tuviera las capacidades necesarias para dirigir la Contraloría. Este fue Echeverría y fue apoyado a la vez que los decanos se vieron obligados a utilizarlo como moneda de intercambio”, explica el analista político de la Universidad Rafael Landívar, Renzo Rosal.
La Universidad Rural, dentro del gremio de Contadores Públicos y Auditores, es una de las instituciones que ha sido determinante para el funcionamiento interno de la CGC. En 2002 fue la responsable de graduar a decenas de contralores de rentas como Contadores Públicos y Auditores aprovechando la coyuntura de la recién aprobada Ley Orgánica de la CGC que obligaba a contratar únicamente a profesionales universitarios en las distintas dependencias de la institución que se encarga de fiscalizar el gasto público. Guzmán Echeverría, en 2006, fue el único decano dentro de la Comisión de Postulación que, junto a los Colegios de Profesionales (con los nuevos graduados de la universidad Rural y Excelencia), apoyó la elección de Carlos Enrique Mencos para ser Contralor General de Cuentas.
Tras la selección de Echeverría Guzmán dentro de la nómina de 2014, los votos de los 10 académicos y los nueve profesionales que integran la Comisión de Postulación, se coordinaron para que Mencos —representante de Dignidad Profesional— recibiera 15 votos a favor y cuatro en contra. Mencos dirigió la CGC de 2006 a 2010. Fue representante de la asociación de Excelencia Profesional, pero luego de que creara, dentro de la CGC, el sindicato Trabajadores Profesionales (SITRAPROF) fundó Dignidad Profesional.
A la cabeza de Excelencia quedó Nora Segura, Contralora General de la Nación entre 2010 a 2014. Para este nuevo proceso de elección, el actual subcontralor de cuentas, Sergio Oswaldo Pérez se convirtió en la nueva apuesta de esta asociación. Al ser cuestionado por la Comisión de Postulación, durante la fase de entrevistas, sobre el cargo que todavía ocupa dentro de la CGC, Sergio Pérez explicó que ser subcontralor no era una ventaja sobre los otros candidatos, y por lo tanto no era necesario renunciar a su puesto.
Dentro del currículo de Sergio Pérez aparece además el haber sido asesor del Congreso de la República, en 2008 de Comisión de Turismo; en 2009 y 2010 de la Comisión de Descentralización y desarrollo; y en 2011 de la segunda Secretaria de Junta Directiva. Siempre apoyado por el partido Victoria, de la familia Rivera, además de la asociación de Abogados de Mixco.
Casi con el mínimo de votos requeridos –14 votos a favor y cinco en contra (dos terceras partes)–, el nombre de Sergio Pérez fue incluido en la nómina de seis candidatos que será enviada al Congreso para que escoja al próximo Contralor General de Cuentas de la Nación.
“La forma de actuar de las asociaciones (Dignidad y Excelencia) dentro de la Comisión de Postulación fue casi semejante a la extorsión —dice Rozal—. Presionar hasta obtener lo que querían de los decanos.
Los otros, aquellos tres, como requisito
Con los tres nombres (Pérez, Mencos, Echeverría) dentro de la lista de candidatos, decanos y profesionales cerraron filas. Se había logrado el objetivo. Y de nuevo una pausa se interpuso dentro del proceso final de selección.
La ronda número ocho –la ronda decisiva de votación– terminó con la selección del director de gestión interinstitucional de la CGC, César Armando Elías Ajca con 15 votos a favor y cuatro en contra. “Si ni Mencos ni Pérez quedaban en la lista, la apuesta de los Colegios Profesionales era Elías Ajca. Lo convertirían en la moneda de intercambio de emergencia contra los decanos”, señala Rozal.
Luego de la elección de Elías Ajca, el silencio, más recesos, pláticas y algunos contratiempos, regresaron a la Comisión de Postulación. Con cuatro candidatos definidos, la lógica fue la de esperar nuevas rondas de votación.
“Es necesario realizar otra ronda para escoger a los dos nombres que hacen falta”, señaló José Cyrano Ruiz Cabarrús, rector de la universidad Da Vinci, y presidente de la Comisión de Postulación.
Las nuevas rondas de votación se reanudaron con la ausencia de algunos decanos (como Fritz Thomas Sick de la Universidad Francisco Marroquín, uno de los académicos que se opuso a la elección de los representantes de Excelencia y Dignidad).
A nivel gremial, la novena ronda de votación se configuró en torno a la disputa legal que históricamente se mantiene entre los dos colegios de profesionales (CCEE y CPA) para validar la carrera de Contador Público y Auditor. “Dentro de las Comisiones de Postulación de Contralor pesa también la pugna legal que mantienen los dos colegios de profesionales (CCEE y CPA)”, explica Rosal.
Decanos y representantes del CCEE fueron los comisionados que, finalmente, –en la novena ronda: 13 votos a favor y seis en contra– seleccionaron a la subdirectora de auditoría interna del Ministerio de Desarrollo Social y exvocal primera del CCEE, Thelma Leticia Girón Alvarado, como la siguiente en integrar la lista de seis nominados.
El último de los elegidos, durante la ronda de votaciones número diez –la de mayor cansancio y desinterés de parte de los comisionados–, fue el asesor financiero y exgerente de contribuyentes grandes de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), Hugo Ovidio Chacón Cabrera.
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“Estos tres últimos no serán tan significativos dentro del Congreso. Son relleno. Son parte del requisito para integrar la nómina de los seis candidatos. Un formalismo”, asegura Rosal.
Para el Congreso, según el analista, pesarán los nombres que configuraron todo el proceso de la Comisión de Postulación: Pérez, Mencos y Echeverría. No obstante, la disputa por el voto de los diputados será en torno a aquellos que han tenido históricamente un acercamiento a los partidos políticos. Mencos, como excontralor; y Pérez como exasesor de diputados dentro del mismo Congreso.
Al fin y al cabo, la CGC es un botín político.