Entre agujeros, rezos y retrocesos

Pero Japón no solo ha invertido en ciencia y tecnología, contratado profesionales con conocimientos, sino también, el índice de percepción de corrupción en el sector público (73 de 100) le saca 46 puntos porcentuales a Guatemala (27 de 100)[1]. Y ya todos sabemos lo que significan esas diferencias.

Ese agujero de Villa Nueva que iba a ser solucionado con lodocreto, al parecer, no solo fue una estafa la estrategia, sino también fue comprado al propio hermano del alcalde. Un negocio redondo. Los millones gastados en ese agujero, que no se ha resuelto, consiguieron aumentar el patrimonio familiar de los Gramajo. Aunque todo aún está en «veremos» no sería una historia a la que no estemos acostumbrados. El agujero, que se ha querido hasta arreglar con rezos, lleva semanas afectado a los vecinos del sector, quienes son familias de clase trabajadora que seguramente ahora deben salir un par de horas más temprano y llegar a casa un par de horas más tarde. Ese tipo de bloqueos, al CACIF no le molestan. También les beneficia.

Otro agujero es al que están llevando a la Usac, no hay manera que el autonombrado rector Walter Mazariegos vaya a ceder. Tan solo hace unos días, el Consejo Superior Universitario (CSU) designó a Héctor Pérez como magistrado titular para completar el período de Gloria Porras en la Corte de Constitucionalidad, eliminando cualquier tipo de oposición dentro de la CC. Es decir, ya no hay espacio, por mínimo que este fuera, para  dejar de obedecer a Giammattei y sus jefes.  Todo está cooptado. Hector Pérez en el año 2015 votó para revocar la sentencia por genocidio al exgolpista Ríos Montt, también votó a favor de reducir el período de Claudia Paz y Paz en el Ministerio Público, sino también se ha visto involucrado en varios casos de redes ilícitas de poder[2] . Sabemos que las fuerzas policiales y militares están dispuestas a atacar con más fuerza a los movimientos estudiantiles, indígenas y campesinos, de mujeres y feministas, los movimientos de la diversidad sexual y de la clase trabajadora que se manifiestan contra ellos. No quieren que el movimiento social cobre la fuerza de Ecuador, de Chile, o de Colombia. Nos quieren muertos, cansados y constantemente atormentados.

[frasepzp1]

Es en el gobierno de Alejandro Giammattei donde se ha consolidado la represión y criminalización sistemática de todas las personas que defienden los derechos humanos, hay más de 23 fiscales y jueces exiliados y más de 179 agresiones registradas contra lideresas y líderes campesinos e indígenas, sobre todo, aquellos que defienden la tierra y el territorio[3]. Asimismo, ha habido constantes golpes al periodismo independiente y la investigación, han dejado de estar disponibles informaciones públicas sobre casos de homicidios, presupuestos y otros datos, lo que impide realizar fiscalizaciones. Hay también registro de agresiones físicas a periodistas en plena labor y amenazas a otras y otros que han sido incisivos en su trabajo.

Por otro lado, personajes nefastos del Congreso de la República aprobaron en mayo el subsidio millonario al precio de la gasolina, y no hay nadie que pueda señalar otro beneficio sino el que fue directo para las empresas (de por sí millonarias) y no para las personas. Y es que estos funcionarios públicos aman el dinero que va para sus bolsillos y los bolsillos de la oligarquía. No importa si con ese dinero se podían mejorar condiciones de vida, porque los únicos que desean vivirla son ellos. Además, Alejandro Giammattei que tiene limitadas capacidades intelectuales, el 22 de junio agradecía a sus congresistas por ratificar el Estado de calamidad pública porque con eso van a poder implementar acciones urgentas para «salvaguardar» la vida e integridad de la población. Con esa aprobación, el médico que se autodenomina doctor, quitó 60 % del presupuesto destinado a salud. Así, la ironía de este señor.

Y como los retrocesos no paran, en el índice de capacidad para combatir la corrupción (CCC), Guatemala es el país que con mayor rapidez ha descendido en su lucha, en comparación con otros 14 países de América Latina. Parece que estas autoridades están dispuestas a mostrarnos que el agujero más profundo que existe es el propio país.