Pero como esta nación es un chiste absurdo, paralelamente a esta decisión lastimera del presidente de la república y su gabinete, el Estado de Guatemala continúa manteniendo a familias de abolengo y ahora, al narco.
Actualmente, un término famoso utilizado para nombrar a las y los hijos de personas que se han beneficiado de los empleos públicos, concesiones y favores es el de «nepo-kids» (niños del nepotismo), quienes usualmente no poseen ningún talento, más que el apellido de rico, como por ejemplo el diputado Álvaro Arzú. E incluso su cuñado, Ricardo Quiñonez, quien llegó a la alcaldía municipal para que esta continuara cooptada por la misma familia.
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También están aquellos que, aunque no tengan el apellido, tienen conexiones poderosas, como los hijos de la diputada Sofía Hernández, Erik y Karla Martínez, también diputados. En algunas ocasiones, estos no son hijos, sino amigos, como Miguel Martínez, quien ha construido su imperio siendo otro mantenido-vividor del Estado. Tipos como ellos son los herederos del negocio de favores y beneficios que continuarán manteniendo a varias de sus generaciones, sin preocuparse por el aumento o no, de los salarios. El nepotismo les ha resuelto el futuro, mientras condena a las y los guatemaltecos a vivir en la miseria o a estar a un solo paso de ella.
Hay muchos casos absurdos como estos, el más actual es el de Javier Zepeda, quien, sin tener ninguna experiencia diplomática, fue nombrado embajador en República Dominicana. Zepeda es uno de los consentidos de la élite empresarial. Ha sido director ejecutivo de la Cámara de la Industria y gran apoyador del salario diferenciado, claro, porque no se aplica a embajadores. Así también, Acisclo Valladares hijo, quien fue condenado en Estados Unidos por lavado de dinero, fue nombrado Ministro de Economía por Jimmy Morales, pues todos estos son incapaces de sostenerse y mantener sus lujos y caprichos sino es viviendo del Estado, porque como ya sabemos, capacidades no tienen.
También en Estados Unidos otro «nepo-kid» está siendo requerido por la justicia, en este caso, por vinculación al narcotráfico. Este es el diputado por el partido político TODOS, José Armando Ubico, quien además de ser premiado por el Ejército de Guatemala y gran amigo del actual presidente, ya fue condenado a 46 meses de cárcel en 2003, por tráfico de heroína. Aún así, la ciudadanía guatemalteca paga su salario de congresista y el Tribunal Supremo Electoral parece no inmutarse ante tremendo perfil.
Finalmente, el Estado no mantiene solo a aquellos de apellido bonito, ha abierto sus puertas a nuevas amistades con los negocios y financiamientos correctos, quienes consiguen también su patrocinio. Tal y como el «Canche Heredia» lo ha hecho, este personaje es proveedor del estado y hasta el momento, ha obtenido contratos por Q2,285,600. Por lo visto, los beneficios de vivir del Estado también incluyen amenazar a la Policía Nacional Civil con un fusil y no tener consecuencia alguna. Guatemala es un negocio redondo para estos delincuentes, pues no solo viven de los recursos públicos, sino también se garantizan impunidad.
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