Desconozco si fue culpa de la Ley de Murphy o si yo ya estaba predispuesto, pero he vivido esta “fiesta cívica” con tedio y desgano. Se trataba de la fiesta más popular del año, a la que todos teníamos que ir luciendo nuestras mejores galas para luego discutir, digo “analizar” la importancia de la misma. Así me preparé, pero igual la pasé mal. Me quedé pensando en lo que mi futura colega me dijo y tenía razón, lo ideal es que todo este circo, esta “fiesta”, por no decir farsa, terminara el domingo pasado.
Disculpen lo “mala taza”, ya decía en mi columna pasada que las elecciones tienden a emborracharnos y luego nos dejan con una resaca. Esta siempre es peor cuando lo que se consume es mucho o de muy mala calidad. Bueno, estas elecciones no solo han sido de excesos sino también de pésima calidad. Esto justifica mi resaca. Pero también estoy molesto porque las elecciones siguen. Se viene una segunda vuelta entre “el General” y “el Doctor” casi dos meses más de propuestas populistas, vacías y populistas. Igual que las elecciones anteriores y las anteriores antes que estas y las anteriores, etc.
Los candidatos también se emborracharon y ahora, “de goma”, tienen que preparase para el fatídico 6 de noviembre. ¿Cómo lo van hacer?
Primero está Manuel Baldizón, doctor honoris causa por la Bircham International University –considerada una entidad educativa fraudulenta (o sea que vende títulos, no los otorga por mérito) en los Estados Unidos y otros países– es el gran ganador de esta primera vuelta y al que más duro le ha pegado la resaca. Ahora viene la prueba de fuego para este Clark Kent a la tortrix en donde tendrá que marcar distancia de Otto Pérez Molina con su discurso mesiánico y populista.
El éxito que pueda tener dependerá de que tanto y que tan bien se deje asesorar. Primero reforzará las ofertas populistas como el bono 15, la pena de muerte en público, la selección en el mundial y es muy posible que tenga otros disparates que ofrecer bajo la manga. Segundo, se distanciará de “el General” de forma simbólica. Cuando Pérez Molina muestre discreción, Baldizón será enérgico, cuando el general levante la voz, el doctor hablara de la salvación por medio del pueblo y la familia, cuando el primero empuñe la mano, el segundo empuñara las dos. Finalmente, veremos su capacidad como negociador, nadie gana la segunda vuelta si no forja alianzas con los otros partidos y especialmente con el sector privado, al cual tengo entendido ya le hizo espacio en su agenda.
Después tenemos a Otto Pérez Molina, a quien la resaca no le dio tan fuerte. Él y su equipo nuevamente han colisionado de frente con su propio puño político al creer nuevamente en las encuestas que los tenían rozando el 50% de intención de voto. Lo mismo pasó hace cuatro años en la segunda vuelta cuando enfrento al actual presidente de la República. En aquel entonces Colom le ganó con un discurso de combate a la pobreza y programas sociales que luego hizo realidad Doña Sandra. Pérez Molina ha mantenido en pie el funcionamiento de estos, pero ahora se enfrenta a un populista como Baldizón con una oferta distinta y ambiciosa para esos mismos sectores.
Una cosa sabe Pérez Molina, al igual que su equipo, en particular Mauricio López Bonilla. Cuando se llega a la cumbre, el único camino es para abajo, la estrategia girará en mantenerse en la cumbre y estancar a Baldizón. Así empezará su estrategia. Primero, desenmascarar su populismo. Pero esto lo debe hacer de forma elegante, hay que tener mucho cuidado con rebajarse al nivel de populismo de Baldizón (recordemos que los planes de seguridad de “mano dura” han sido un sonado fracaso en El Salvador y Honduras, este es solo un gancho electoral también de corte populista). Segundo, debe dejar entrever a su equipo de gobierno. Este es el momento en el que deben empezar a aparecer los candidatos a ministros y secretarios del Partido Patriota. El núcleo del equipo de Baldizón son parientes suyos (de sangre o políticos) y esta es una de sus debilidades. Por último, deberá mantener una cercana relación a los medios de comunicación porque cualquier noticia, cualquier perfil, cualquier investigación podrá ser aprovechada por el rival y viceversa. “El General” ha logrado “hacerse el quite” de varios reportajes sobre su pasado durante el conflicto armado, ahora querrá que los medios apunten al pasado de Baldizón.
roberto.antonio.wagner@gmail.com
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