Carlos Hernández, quien hizo una huelga de hambre frente al Palacio Nacional de la Cultura para demandar atención médica, saltó de su cama de hospital para animar a quienes se concentraban fuera del Hospital General a exigir acciones que eviten el colapso del sistema hospitalario de Guatemala.
Luego de cuatro días de protesta, Hernández, de 62 años, fue trasladado por un problema de próstata y vías urinarias. Aún sigue en observación.
Pero médicos, estudiantes de medicina y usuarios de los hospitales públicos, atendieron su llamado y el lunes 23 de noviembre, salieron a las calles. La caminatase enfiló por la Sexta Avenida de la zona 1. Los que no suelen andar en las calles, doctores, enfermeras, cocineras, pacientes, recorrieron el Centro Histórico hasta llegar al Congreso de la República y Casa Presidencial.
El médico Edwin Bravo, encabezaba el grupo para detener y ordenar el tránsito de vehículos. Atrás sus colegas llevan una pancarta que pedía "Salvar al Hospital General".
“Estamos en ley”, subraya el doctor Jaime Caceres, al referirse que la protesta es un derecho, luego de que horas antes circulara un documento del Ministerio de Salud en donde prohibía a los trabajadores dejar sus labores para participar en la caminata.
La marcha, según un comunicado, es “un grito desesperado por gestionar los insumos mínimos necesario para atender a la población como se merece, con optima calidad y recursos”.
Ángel David, de siete años, y su padre, participaron en la caminata. Al pequeño se le fracturó el brazo y su familia tuvo que comprar los clavos y otros insumos para que lo operaran. Su cita la retrasaron para diciembre porque no hay hilo para saturar.
Lesvia Saguil y otras mujeres quedaron rezagadas del grupo que se acercaba al Palacio Legislativo. Ofrecían listones a un quetzal para ayudar a recaudar fondos. Saguil salió recientemente de quimioterapia. Está agradecida porque alcanzó tratamiento, ahora, explica, “ya no hay nada, todo está paralizado”.
Conforme la caminata avanza, Alejandro Gómez, de 70 años, agricultor residente en una aldea de Jalapa, pide dinero a los transeúntes y muestra la artritis que se incrustó en su pierna. “No voy al hospital porque no hay medicinas”. “Lo único que me dan es un papelito para ir a la farmacia”, cuenta. Para él es más “el gasto” que hace para transportarse a un centro de salud que encontrar soluciones. “Me curo con hierbas”, indica, mientras los manifestantes avanzan y se les unen estudiantes de medicina de la Universidad de San Carlos de Guatemala. La marcha crece.
El próximo domingo 29 de noviembre se realizará el "Mega parrandón Salvemos al Hospital General San Juan de Dios", en la que participarán varios grupos de música desde las 14:00 horas en el estadio La Pedrera.