Otto Pérez Molina no ha conseguido salir bien librado del examen. Con pocos avances y demasiados retrocesos, el tercer año de su gestión fue calificado con apenas 3.7 puntos de una calificación máxima de 10. La Universidad Rafael Landívar (URL), a través del Programa de Opinión Pública (POP), consultó a más de 20 expertos, entre analistas, investigadores, decanos, vicedecanos y directores de distintas instituciones académicas, para evaluar la gestión del penúltimo año de gobierno a cargo del Partido Patriota (PP).
Los resultados, tras la consulta a los expertos, han sido desastrosos.
“Este informe parte de una investigación cualitativa (opinión razonada basada en la información, diálogo y consenso) y no una cuantitativa (encuestas). El objetivo es dar a conocer la interpretación de académicos e investigadores sobre varios temas que han definido la gestión pública del actual gobierno”, explicó Renzo Rosal, analista político y director de la Unidad de Incidencia Pública de la URL.
La evaluación se enfocó en cinco grandes ejes temáticos: gestión política, Pacto fiscal para el cambio y competitividad, Pacto Hambre Cero, educación y Pacto por la Seguridad, la justicia y la paz. “Nos interesaba abordar los grandes temas de campaña electoral que incluyó en su plan de gobierno el presidente Otto Pérez Molina”, señaló Carmen Ortiz, coordinadora del POP de la URL.
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Los investigadores de la URL evaluaron de forma general la gestión política y la sintetizaron en una frase: “Un 2014 con apariencia de 2015”. Un tercer año de Gobierno que tuvo demasiadas características de año electoral. Donde, según los académicos, se privilegió la competencia política por sobre los intereses de la nación. El gabinete de ministros —muchos de ellos con pocos meses en los cargos— tampoco pasó la prueba. “Deslucidos y sin logros relevantes, además de mostrar imposibilidad de despojarse de su rol como dirigentes partidarios”, indicó Rosal.
El tercer año del Gobierno del Partido Patriota (PP), a criterio de la URL, se enmarcó en la falta de liderazgo del presidente Pérez Molina. La condescendencia con algunos de sus allegados — el diputado Gudy Rivera; la vicepresidenta Roxana Baldetti; la registradora de la propiedad, Anabella de León—, y el abierto enfrentamiento con otros —exministro de salud, Luis Vilavicencio—, acentuaron la ineptitud del gobernante para llenar el perfil de estadista, además de poner en evidencia el cinismo de las autoridades para favorecer impunidad y corrupción. La preocupación general de la academia, por tanto, es la constante reticencia que tiene este Gobierno para la continuidad de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig).
Si hubo avances en la gestión política fueron limitados. La URL recoge apenas un breve listado de logros, como un pequeño impulso a la Política de Desarrollo Rural o el fortalecimiento institucional en el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Los tres grandes pactos casi fracasados
La campaña electoral del PP estuvo marcada por tres grandes ejes temáticos: lo fiscal, la desnutrición y la seguridad. En todos y cada uno, como enfatiza el informe de la URL, las deficiencias son notables, aún más en el tercer año de gobierno. La apuesta económica de la administración de Pérez Molina, dicen los expertos, ha sido privilegiar a unos pocos. “Crecimiento económico con desigualdad = polarización social”, puntualiza la investigación.
“El incumplimiento de las metas de recaudación tributaria ha creado una crisis permanente en la cartera de Finanzas. El endeudamiento es preocupante. La baja y forzada ejecución presupuestaria han obstaculizado la marcha de los programas sociales”, explicó Rosal.
En cuanto al Pacto Hambre Cero, la investigación destaca que el recurso ha sido mayor, pero con logros inciertos. La creación del Ministerio de Desarrollo —supuesto responsable de tratar la desnutrición— no ha logrado cambios sustanciales en el combate a la desnutrición. Además de la desconfianza generalizada por los procedimientos gubernamentales para cuantificar la crisis alimentaria, cambiando parámetros de medición con el propósito de disminuir los índices estadísticos.
“La sensación de incumplimiento en temas de seguridad, a pesar de algunos avances, ha generado una expectativa negativa”, explicó Carmen Ortiz, del POP. Al consultar a los académicos de la URL, el tercer año de gobierno termina con la reducción del índice de homicidios (de una tasa de 34.02 en 2013, a una de 31.6 en 2014) y otros delitos, pero la corrupción en el Ministerio de Gobernación, en el Sistema Penitenciario, la estrategia de abordar la conflictividad social con medidas del orden público, el poco combate frontal al narcotráfico (y las contradicciones estatales sobre el tema de las drogas) generan una percepción de ineficacia permanente.
En seguridad, dijo Rosal, la gestión se resume con una de cal y otra de arena, con avances pero con muchos retrocesos.
Educación, según el informe de la URL, es un tema que ha sufrido colateralmente la mala gestión del actual gobierno. La cobertura disminuyó como nunca antes en cinco años (actualmente 85% a nivel nacional). La educación bilingüe no fue prioridad. El rendimiento académico continúa siendo uno de los más bajos en América Latina. En resumen, la educación, no ha sido prioridad para el gobierno de Otto Pérez Molina.
“Si el año pasado la calificación de este gobierno fue de 4 puntos, esta vez disminuyó a 3.7 nada más. Es la calificación más baja desde la creación de este tipo de evaluaciones hace cuatro años”, indicó Rosal.
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Para cada tema, y de cara a un 2015 como año electoral, los académicos de la URL también sugieren diversas formas de enmendar el camino, aunque no tengan claro si existe tiempo suficiente para conseguirlo. Así, entre estadísticas y tendencias, cada eje temático cuenta con una sección de Retos y Oportunidades, que no deja de tener críticas para el actual gobierno dentro de cada una de las recomendaciones.
En conclusión, el documento explica que un análisis de este tipo, sobre la forma en que se han gestionado las políticas públicas, desde las propuestas como plan de gobierno hasta los resultados —y sobre todo en un tercer año de gobierno—, explica la complejidad de retos que existen para el país.
