A pocas horas de que den inicio las elecciones generales, alrededor de un centenar de guatemaltecos salieron a las calles para exigir una limpieza al sistema político del país, al que consideran inoperante y muerto. Fue un sepelio electoral. Participantes vestidos de negro cargaron en hombros un ataúd de madera, en el cual yacía la democracia.
"Rompamos el ciclo de nuestra desgracia, estas elecciones no son democracia", coreaban una y otra vez los ciudadanos, quienes pedían el fin del proceso electoral que culmina este domingo, cuando 7,5 millones de guatemaltecos están llamados a las urnas para elegir a casi 4.000 cargos públicos.
Mujeres lloronas con velos y velas, hombres vestidos de negro y hasta niños cantaron el himno nacional, pero con una letra especial, en la que aseguraban que la democracia ha muerto tras los últimos escándalos de corrupción, que provocaron la dimisión y encarcelamiento del presidente Otto Pérez Molina, y de su vicepresidenta Roxana Baldetti.
Llevaban coronas de flores, y pancartas que decían "Gane quien gane, Guatemala ya mostró quién tiene el poder: nosotros".
La manifestación empezó en la Iglesia El Calvario, zona 1, y desfiló por la Sexta Avenida con dirección a la Corte de Constitucionalidad. Frente al edificio del máximo órgano institucional realizaron una limpia a los magistrados. Posteriormente se dirigieron al Congreso. Ahí exigieron el aplazamiento de las elecciones para dar cabida a la reforma del sistema político, como primer paso para transformar el sistema social.
El "sepelio" se encaminó al Palacio Nacional de la Cultura. En el suelo estaba dibujada una lápida pintada que decía: "RIP. Aquí yace el sistema, los símbolos y los personajes políticos traicioneros, sucios y perversos de Guatemala".
La siguiente parada, y final, fue frente al Tribunal Supremo Electoral.
Desde el pasado 16 de abril, cuando se desarticularon los mandos bajos y medios de la red criminal denominada "La Línea", el caso que llevó a Pérez Molina y a su exvicepresidenta Roxana Baldetti a la cárcel, los ciudadanos salen cada sábado a la calle a exigir el fin de la corrupción y la impunidad. Este sábado, en cambio, estuvo marcado por un particular rechazo al proceso electoral. "Votamos por el menos peor y siempre resulta ser lo peor. Y es que no podemos esperar que suceda algo diferente si seguimos haciendo lo mismo. Es incoherente dejar que el proceso suceda sin manifestarnos, y sin exigir un cambio del sistema", repetían a lo largo de su recorrido.
*Con información de Agencia EFE