Constituida en 1904 y con sede en Zurich, la FIFA es la encargada de coordinar el trabajo de las distintas confederaciones regionales de futbol en el mundo quienes son las que organizan torneos regionales como la Copa de Oro (Norte y Centroamérica y el Caribe-Concacaf) y la Copa América (Sudamérica-Conmebol) próximas a celebrarse. También organiza los campeonatos mundiales de futbol que se juegan cada cuatro años.
Fue mi padre quien me transmitió la pasión por el deporte el cual he seguido religiosamente desde 1985 más como aficionado que como jugador. Pocos y afortunados fueron quienes me vieron alcanzando la gloria en todos los torneos internacionales y levantando copas en el Maracaná, el Azteca, Wembley y el Bernabéu gracias a mis “toques”, “tecniquitas”, “bicicletas”, “tunelitos”, “verónicas” y “taquitos”. Bueno… al menos así se sentía en medio de los “puntazos”, “zancadías”, “cocazos” y “guadañazos” jugando “sacarrín” en las viejas canchas de terracería en Campo Marte (las de hoy son demasiado finas para un “crack” como su servidor).
Lo lindo era ver a tus jugadores favoritos en la tele y después ir a imitarlos al patio, a la calle, a la cancha, a cualquier espacio que lo permita. Lo importante era soñar y jugar, solo para las penas no había lugar. De la misma forma en la que recuerdo a los jugadores, a los partidos, los estadios donde jugaron, también recuerdo los “sacarrínes”, las “chamuscas” que eran parte fundamental de la experiencia del “fu bol”.
A lo lejos también recordaba a los “entacuchados”, los dueños de equipos, presidentes de confederaciones y de la FIFA de quienes mi viejo decía que eran mafiosos y vaya si tenía razón. El futbol ha dejado de ser un juego y tristemente se ha convertido en uno de los negocios más lucrativos del mundo. Tristemente no tanto por el aspecto del lucro, pero sí por la avaricia de estos “entacuchados”. Dicha avaricia ha encarrilado al futbol a nivel internacional, regional y en muchos casos nacional en un camino muy peligroso.
Podríamos remontarnos muchos años en la historia para encontrar casos de corrupción en el futbol, pero si vemos cinco atrás encontramos escándalos de apuestas, partidos arreglados, lavado de dinero e incluso esclavitud. Cada caso con el único objetivo de hacer más dinero. A pesar de esto, las autoridades no solo han volteado la cara, sino que muchos son cómplices de estas acciones.
En teoría la FIFA es una organización internacional no lucrativa, pero en la práctica se ha convertido en una gallina que pone huevos de oro para su presidente y los presidentes de las diferentes confederaciones. Esto queda en evidencia con el último escándalo por el cual altos funcionarios (entre ellos el presidente de la Concacaf se encuentra suspendido) han sido suspendidos bajo sospechas de haber recibido sobornos para otorgar la sede del Mundial del 2018 a Qatar. En los ámbitos internacionales la corrupción dentro de la FIFA y las Confederaciones es un secreto a voces y la falta de voluntad política (o compra de voluntades en este caso) para realizar una investigación rigurosa y transparentar las cuentas de dichas “entidades rectoras” del futbol permite que la corrupción crezca como un cáncer. Pasa en el mundo, pasa en Centroamérica. Pasa en Suiza, pasa en Guatemala.
Hay que matar a la gallina de los huevos de oro y como en un “sacarrín” darle un “puntazo” en el trasero a los corruptos. Sigo soñando y jugando, sale “chamusca” el fin de semana, la condición es no llegar “entacuchado”.
roberto.antonio.wagner@gmail.com
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