Cabría estudiar ese nicho de mercado y segmento de población, el cual difiere de lo que Ruth Piedrasanta[1] llamó arquitectura de remesas en su estudio sobre ese cambio drástico en el paisaje rural guatemalteco a partir de la urbanización y la modificación de las aldeas sin ninguna planificación municipal. Aquellas casas de adobe blanqueado con cal, con piso de tierra o ladrillo, con techo de teja o palma y de una habitación han dado paso a construcciones de block y repello, piso cerámico o torta de cemento y varias habitaciones según el deseo del dueño, quien generalmente está indocumentado en Estados Unidos.
Estas se construyen con las mejores intenciones de los maestros de obras, que hacen lo que pueden para seguir las instrucciones enviadas en un papel, una foto de la casa soñada, una llamada telefónica o un mensaje de texto o de voz de la esposa o del padre del migrante a cargo de la supervisión. Lo que resulta son casas de dos o tres niveles, a veces enormes mansiones con ventanas de vidrios azules o tornasoladas, balcones de columnas salomónicas y otros adornos que rompen con la vista de campos de milpa y ganado, pero sin conexión a drenaje (porque la comunidad todavía no los tiene), por lo que se sigue utilizando letrina, en caminos de terracería y que muchas veces permanecen vacías porque el dueño no regresa. Ellas son símbolo del éxito migrante. Son el primer objetivo a conseguir con los dólares arduamente ganados en el Norte, una especie de llamada para otros, pues parece que dijeran: «Mirá que aquí sí se puede. Mirá el pisto que estoy mandando. Venite vos también a probar».
Son construcciones que a lo largo de los años han ido variando los elementos que incorporan y que han generado toda una industria del cemento en las áreas rurales. Ahora es posible encontrar más o menos cerca de las aldeas los talleres que fabrican las ventanas de colores, las columnas salomónicas, los arcos y las molduras. Asimismo, los maestros de obras y los albañiles han ido aprendiendo a construir ese tipo de casas. Se han especializado a fuerza de experimentar con los sueños de los migrantes.
Si bien las remesas tienen un impacto en la vida de las comunidades, dicho fenómeno no ha sido suficientemente estudiado en cuanto a sus implicaciones para la economía local y regional. Hace falta saber cómo estas construcciones generan dinámicas distintas en las familias y las aldeas, así como los beneficios y las desventajas que conllevan. Las viviendas migrantes son ejemplo de un contacto transnacional que comunica a miembros de hogares ubicados en dos países, a quienes la tecnología vía WhatsApp y otras aplicaciones han facilitado la transmisión día a día de los deseos, los problemas, las decisiones y las expectativas de familias tradicionalmente agricultoras o ganaderas a partir de la recepción de remesas.
Yo me pongo en sus zapatos y me imagino la ilusión de los niños, las esposas, los padres por ver crecer poco a poco y con ingenio, block a block, la casa soñada desde que el migrante comenzó su trayecto (seguramente con un coyote) hacia el Norte. Imagino las largas discusiones de albañiles y maestros de obras para dar solución a lo que pide el dueño: una chimenea con escaleras, una ventana en un lugar imposible, una puerta, un corredor, un tomacorriente para la nueva refrigeradora… Imagino los desvelos del migrante para seguir enviando remesas porque se quedó sin trabajo, se enfermó alguien o lo van a deportar y debe suspender la construcción. Imagino la alegría de todos cuando esa casa por fin está en pie, esperando a ser habitada, cuyos inicios fueron la foto que el migrante mandó en un mensaje de chat.
Algunos ejemplos de casas en el área rural guatemalteca construidas a partir de remesas
![](http://www.plazapublica.com.gt/sites/default/files/styles/large/public/casaremesas2.jpg?itok=WZXFkTfy)
![](http://www.plazapublica.com.gt/sites/default/files/styles/large/public/casaremesas3.jpg?itok=1zVCacuG)
![](http://www.plazapublica.com.gt/sites/default/files/styles/large/public/casaremesas5.jpg?itok=24lkugGg)
[1] Piedrasanta, Ruth (2010). Arquitectura de remesas: Guatemala, El Salvador, Honduras. Universidad Rafael Landívar y Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Disponible en línea: http://arquitecturadelasremesas.blogspot.com
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