Mazariegos, quien tuvo la más ostentosa campaña para cargo de rector, a través del grupo Innova, el sábado 14 de mayo se autonombró rector de la Universidad, bajo un proceso ilegal en donde la fuerza, la violencia y la represión fueron sus únicos aliados. Además, qué ironía que quien ha sido decano de la Facultad de Humanidades, en donde se concentran las carreras educativas, sea el peón para acabar con la autonomía universitaria y socavar la educación pública.
Walter Mazariegos ha estado rodeado de personas igual de corruptas y corruptoras, quienes le han pavimentado el camino para obtener la silla más deseada de la única universidad pública del país. Ese puesto, como ya mencioné en el texto «Un dejo de esperanza por la Usac, la educación pública, gratuita y de calidad» es clave para la toma de decisiones políticas que influyen en el sistema de justicia, así como en otros aspectos del aparato estatal.
Tan solo dos días después de este golpe, la Usac lanzó la convocatoria para designación de magistrado(a) titular por el Consejo Superior Universitario (CSU) ante la Corte de Constitucionalidad(CC). Sin embargo, no deja de sorprender cuán insignificante, incompetente y mediocre se tiene que ser para que, a pesar de tener el camino trazado (ilegitima e ilegalmente), el candidato tuviera que utilizar la violencia y la represión para autonombrarse esbirro-rector, porque todo apunta a que Mazariegos sería vencido en las urnas. Si no, ¿por qué había que bloquear la entrada al centro de votación a los cuerpos electorales de SOS Usac y de Avante? Las imágenes de Pablo Oliva, pusilánime rector en funciones en ese momento, leyendo el nombre de Walter Mazariegos en un acto ilegal, donde solamente estaban los cuerpos electorales de Innova, mientras en paralelo, afuera de las instalaciones, catedráticos, jubilados, egresados, funcionarios y estudiantes estaban siendo golpeados y amedrentados por policías y grupos criminales que, todo indica, actuaban en conjunto. Eso dice mucho de la calidad moral de rector/usurpador (porque recordemos que su compañero de fórmula, Murphy Paiz, está en la cárcel) y de todos quienes se prestaron a este fraude.
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Como egresada de la Usac, cuestiono constantemente mi participación e involucramiento políticos y cuestiono también a todos aquellos que siguen beneficiándose de la educación pública, aprovechándose de sus titularidades, los beneficios laborales y la comodidad de sus puestos de poder. Cuestiono también las condiciones desiguales y en muchos casos, las arbitrariedades cometidas por los coordinadores en las sedes departamentales. La Universidad ha sido despojada de sus recursos materiales y académicos, sigue en pie por la lucha de algunos funcionarios y estudiantes comprometidos, pero hoy ya no hay punto medio. Dejar pasar el fraude electoral de la Usac, significa ser partícipes de su sentencia y, por tanto, espectadores de las decisiones que en su nombre tomen. Ninguna de esas decisiones será en pro del pueblo.
Es fácil elaborar posibles soluciones cuando no se está poniendo el cuerpo, lo tengo claro, como también tengo claro que desde los espacios que ocupamos, tenemos que manifestarnos con responsabilidad, que es lo que busco hacer ahora. La Usac nos debe importar independientemente de si somos o no somos estudiantes, o de si hacemos o no uso de ella. El índice de desarrollo humano de un país tiene estricta relación con el acceso a la educación de su población. Assata Sakur aseguró, cuando lideraba el movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos, que nadie en la historia ha conseguido nunca su libertad apelando al sentido moral de sus opresores y coincido con ella.
Actualmente, Chile es el ejemplo latinoamericano de la lucha por la educación pública, que, por su voluntad de alianzas a otros movimientos, consiguió por ahora elegir un gobierno que parece estar enfocado a las luchas por la justicia social. Es ahora cuando quienes están ocupando un lugar dentro de la Universidad (catedráticos, estudiantes, funcionarios) precisan liderar la detención de la toma y la ocupación forzada de Walter Mazariegos y su equipo. Otros movimientos sociales debemos apoyarles. El distanciamiento social actual y su priorización por las actividades virtuales, suma dificultades, pero no imposibilitan la organización. Aplaudo las publicaciones en redes sociales, con rostro, nombre y puesto, de todas aquellas personas que permitieron que esto sucediera, jamás debemos olvidarles. Sin embargo, los comunicados y posicionamientos no bastarán si no hay acciones que busquen romper con las estructuras mafiosas que se han tomado a punta de violencia estas elecciones. Recordemos que no habrá rector/usurpador si no hay estudiantes, catedráticos, egresados o funcionarios que le obedezcan al golpe.
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