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Las centroamericanas que abren camino al ascenso de la Liga MX Femenil

Según la antropóloga feminista argentina, Magali del Valle Marega, quien también ha practicado fútbol y ha desarrollado investigaciones vinculadas con migraciones laborales, lo vivido por Ana Lucía y Samaria se debe a que lleva tiempo modificar los imaginarios construidos alrededor de algunas nacionalidades.
«He sentido que al ser centroamericana me ha tocado demostrar, el porqué ocupo un lugar en el extranjero».
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Las centroamericanas que abren camino al ascenso de la Liga MX Femenil

Autoría: Yohanna Del Aguila
Autoría: Alma Zamora
Ilustración: Rosana Rojas
Historia completa Temas clave

El fútbol femenil en México cada año aumenta su popularidad y las futbolistas de Centroamérica son parte del momento histórico que vive este deporte. Para 2025, son 20 las futbolistas centroamericanas inscritas en la Liga MX Femenil. La mayoría de ellas ha llegado en estos últimos tres años y ha tenido gran impacto en sus equipos.

«Me fui sin saber nada, sin seguir un camino, porque era la primera mujer futbolista en salir de Guatemala. No tenía [a] alguien a quien seguir». Esto lo cuenta la delantera guatemalteca, Ana Lucía Martínez, sobre la primera vez que salió de su país para hacer una prueba en un equipo de Estados Unidos en 2014. En esa misma época, pero en El Salvador, Samaria Gómez tenía 12 años y cuenta que, mientras veía en su viejo celular fotografías de la selección femenil salvadoreña, ella se atrevió a soñar y se planteó una meta: «Yo voy a ser futbolista».

Diez años después, Ana Lucía conquistó el bicampeonato con las Rayadas de Monterrey en la Liga MX Femenil y Samaria logró irrumpir como el fichaje más joven procedente de El Salvador en esa competición. Junto a ellas, otras 18 futbolistas centroamericanas, de una media de 24 años, también buscan destacar y conquistar los títulos de la liga mexicana en la actualidad.

La Liga MX Femenil se fundó en 2016, ejecutó su primer partido en julio de 2017 y  actualmente es la segunda Liga más importante de Latinoamérica con 14 títulos disputados, la primera es el Campeonato Brasileño Serie A1. Los clubes que más han ganado son las Tigres de Universidad Autónoma Nuevo León, con seis, y las Rayadas de Monterrey, con cuatro. Ambos equipos están ubicados en el norte de México, en la ciudad de Monterrey, y protagonizan el clásico regio.

En 2022, la Liga MX Femenil incrementó el número de extranjeras en los equipos. A 2024, los clubes pueden tener hasta cinco futbolistas no mexicanas, lo cual ha sido una gran oportunidad para las centroamericanas y ha inyectado mayores niveles de competitividad al torneo. Esto ha permitido que la liga tenga estándares internacionales y estrellas del fútbol femenil, como la actual campeona del mundo con España, Jenny Hermoso, quien juega para las Tigres.

Este torneo ha cobrado mucha relevancia en México, las Tigres y las Rayadas suelen llenar los estadios y el Club América Femenil ha registrado un incremento en las entradas. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum anunció en octubre de 2024, que el salario base igualitario para deportistas sería ley. «En la Constitución va a quedar establecido que no debe haber brecha salarial, entonces las mujeres deportistas tienen derecho a exigir los mismos salarios», manifestó la mandataria en las tradicionales ruedas de prensa que da por la mañana.

Las futbolistas procedentes de El Salvador, Guatemala, Costa Rica y Panamá también participan en el esfuerzo global de las mujeres para exigir igualdad y equidad en el trato en este deporte. Ven en el fútbol mexicano una oportunidad con muchas ventajas geográficas, porque pueden elevar su nivel profesional y estar en un territorio que es cercano a sus países y familias. Un esfuerzo que hacen mientras sus cuerpos y emociones se mueven en el ir y venir que significa la migración para abrazar sueños.

En este momento clave del fútbol femenil en México, contaremos la experiencia de Ana Lucía y Samaria, futbolistas centroamericanas de generaciones diferentes, cuyo encuentro son las canchas, la integración y la migración en México.

La experimentada

A un lado del campo de juego se perfila, con toque fino y sutil, la delantera guatemalteca Ana Lucía Martínez, quien hace 10 años marcó el camino en el extranjero para otras futbolistas centroamericanas y que ahora es parte de las estrellas de las Rayadas. En el otro extremo, despunta la habilidosa delantera salvadoreña, Samaria Gómez, quien juega en el Necaxa, un club modesto de Aguascalientes, en el que, con sus 22 años, contribuye a crecer en la Liga.

El 25 de enero de 2024 marcó un antes y un después en la experiencia futbolística de Ana Lucía Martínez. En el partido de las Rayadas contra el Toluca, en el estadio BBVA, ubicado en Monterrey, al norte de México, la guatemalteca marcó su primer doblete. Esto no solo sumó tres puntos en el tablero a su equipo, también representó un cambio respecto a cómo era percibida.

El control, la técnica, la determinación y sutileza que mostró al mandar dos veces el balón al fondo de la red, transformó en halagos las críticas que había recibido un mes antes por parte de la afición mexicana cuando se anunció su fichaje con las Rayadas. 

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«En redes sociales decían: ¿Por qué iban a fichar a una guatemalteca? ¿Por qué una jugadora de 34 años? Veían (mi fichaje) como algo negativo y pues yo dije: bueno, igual ni me conocen», contó la futbolista por medio de una videollamada. Lo dicho por Martínez se pudo observar en la conferencia de prensa de su presentación, porque la futbolista de origen europeo, Merel van Dongen, fue la que captó la atención, ya que la mayoría de preguntas fueron dirigidas a su colega de los Países Bajos.

Pero ese 25 de enero, en el estadio BBVA de las Rayadas, esos comentarios y actitudes se veían lejanos para ella. Ese día la afición mexicana no solo conoció a la delantera guatemalteca en la cancha, sino también por medio de la vibrante y enérgica voz de los comentaristas deportivos que exaltaban sus cualidades. 

«¡Martínez, qué golazo! ¡Qué golazo estás haciendo, Martínez! ¡Golazo de Martínez! Qué manera de definir, qué manera de tocar, es un bendito golazo. Tienes mucho fútbol y lo estás trayendo a la Liga MX Femenil». Esto es parte de la  narración que hizo Alfredo Tame en TUDN, para la transmisión del partido que en la cancha fue presenciado por unas 4,000 personas.

El encuentro de las Rayadas versus Toluca terminó 5-0 a favor de las locales con doblete de Analú, diminutivo con el que la llaman desde el colegio. De esa manera, la futbolista marcó el comienzo de una nueva etapa en su carrera deportiva. También fue el inicio de un año exitoso junto a las Rayadas, en el que anotó nueve goles, que fueron parte de las anotaciones que coronaron al equipo regiomontano como bicampeón en la Liga Femenil MX, el 25 de noviembre de 2024.

Una estrella en ascenso

En el centro del territorio mexicano, la delantera salvadoreña, Samaria Gómez, busca hacer crecer su experiencia en las canchas internacionales. Tiene poco tiempo de vivir en México. Fichó el 27 de junio de 2024 por las «Centellas» del Necaxa, que juegan en el Estadio Victoria de Aguascalientes, una ciudad ubicada en la zona central de México.

Su presentación como nuevo refuerzo del equipo fue simple: un apretón de manos, la entrega de la camisola en las oficinas del club, sin ninguna cámara o micrófono de periodista y listo, a trabajar y rodar el balón.

Desde la sala de la vivienda que comparte con otras jugadoras del Necaxa, la futbolista salvadoreña cuenta, por medio de videollamada, que le hubiera gustado que su presentación fuera diferente, como la de sus otras compañeras de selección que juegan en México.

Samaria se refiere a dos futbolistas que tienen doble nacionalidad, la salvadoreña y la estadounidense, y que juegan con la selección nacional de El Salvador. Ellas ficharon esa misma temporada con el Cruz Azul, un club más grande, con mejores condiciones estructurales que las que ofrecen equipos más modestos como el Necaxa.

«Vi cómo anunciaron a (Danielle) Fuentes y a Danya (Gutiérrez) en el Cruz Azul, las pasaron (en la televisión) y todo. Aquí llegas (al Necaxa), bienvenida y a trabajar. No es como que te van a hacer un pasillo (ritual de bienvenida habitual en el fútbol)», dijo la delantera salvadoreña con una sonrisa irónica y sarcástica, al imaginar lo diferente que pudo ser su bienvenida.

Samaria Gómez es vista como una de las promesas de la selección de su país y estas expectativas son percibidas por la comunidad de simpatizantes del Necaxa, club que suele congregar a unas 3,000 personas en su estadio. «Son personas que te van a apoyar y no a criticar», afirma la futbolista salvadoreña, quien dice estar agradecida desde el inicio con el público, porque son fieles, pese a que el club no tuvo buenos resultados el torneo pasado, al ubicarse en el último lugar en el Apertura 2024.

Sus primeros seis meses como parte del Necaxa le han servido para integrarse a la dinámica de su nuevo equipo. Dice que no ha podido dar todo su potencial, como lo hizo en Nicaragua, Francia, Grecia e Israel, porque firmó contrato cuando se recuperaba de una operación en su rodilla derecha. Una intervención que la mantuvo fuera de las canchas por ocho meses. Sin embargo, en los minutos de juego que tuvo «hacía la diferencia», le manifestaban quienes la siguen de cerca.

Han sido momentos difíciles para Samaria, por eso siempre recuerda lo que se prometió cuando era pequeña, 10 años atrás, mientras deslizaba imágenes de sus jugadoras referentes en su viejo Alcatel: «Yo voy a ser futbolista y me voy a comportar como futbolista: tratar la manera de cuidarme con la alimentación y con las fiestas».

Mantener esa promesa, significa un compromiso con la disciplina y por eso se ha ganado el mote de ser «la más aburrida del equipo». Esto lo dice entre risas la salvadoreña, porque sabe que es parte de las bromas que le hacen sus colegas en las convivencias, mientras ella sigue firme en sus metas.

Habitar México

México tiene la ubicación geográfica perfecta para las futbolistas centroamericanas. Se sienten cerca de su país,  pueden crecer profesionalmente y obtener los recursos económicos que les permitan una vida digna a ellas y a sus familias.

En el caso de Samaria Gómez esto es clave, porque ella aporta mucho al sustento de su núcleo familiar. «Me quedo con esa satisfacción de que mi mamá, que es una persona del campo y que, a pesar de que no sabe leer ni escribir, solo firmar, por fin va a tener un vuelo, por fin va a viajar por primera vez en su vida», cuenta con mucha ilusión sobre el viaje que hizo su madre a México para verla jugar en noviembre de 2024.

Pero rodar el balón por el césped mexicano también ha significado muchos retos y emociones, que poco a poco se han disipado con las muestras de cariño de la afición y la amistad de sus compañeras de equipo.

«He sentido que al ser centroamericana me ha tocado demostrar, el porqué ocupo un lugar en el extranjero. Me ha tocado luchar en contra de muchos prejuicios y creo que esa parte es un poco negativa, porque cuando una llega a otro lugar ve cómo a otras compañeras (extranjeras) las tratan mejor y las reciben mejor», afirma Ana Lucía, quien a lo largo de su carrera ha jugado en clubes de Estados Unidos, España e Italia.

Sin embargo, para la delantera guatemalteca estos tratos negativos la han cargado de mucha fuerza, arropada por el orgullo que siente hacia sus orígenes. Analú menciona esto mientras el rostro le cambia a una sonrisa, porque recuerda lo arraigada que se encuentra a su país y que este ha trazado la forma en que ella lleva la vida.

A pesar de que tanto Ana Lucía como Samaria han tenido experiencia de vivir y jugar en el extranjero, las futbolistas señalan que se les ha complicado un poco socializar, ya que ambas están muy enfocadas en dar lo mejor que puedan en sus equipos.

Sin embargo, sus compañeras salvadoreñas-estadounidenses han sido una parte fundamental en sus redes de apoyo en México. Analú y Samaria sienten una conexión con ellas, porque consideran que comparten aspectos culturales, emotivos y empatía, ya que todas se encuentran lejos de sus familias.

De las seis futbolistas de nacionalidad salvadoreña que juegan actualmente en México, cuatro de ellas nacieron en Estados Unidos. Estas futbolistas han visto en la selección nacional de El Salvador, el país de origen de sus madres o padres, una oportunidad para participar en campeonatos organizados por la FIFA.

«Juana Plata (futbolista salvadoreña-estadounidense) siente sus raíces salvadoreñas, porque juega con El Salvador. Entonces ha tenido mucha interacción con su cultura por la selección nacional y, de hecho, es de mis mejores amigas pese a la gran diferencia de edad. Se siente que es diferente, o sea, se siente la conexión y tal vez esa familiaridad, porque fluye cuando conoces a alguien de Centroamérica o con raíces cercanas». Con estas palabras describe Ana Lucía su relación con Plata, quien en diciembre de 2024 dejó las Rayadas y ahora forma parte del Cruz Azul en la Ciudad de México.

No obstante, este proceso de integración no se siente tan solitario, porque ambas jugadoras han encontrado un apoyo sólido en las aficiones de sus equipos. «He tenido varios regalos: protectores, un cuadro con mi foto, llaveros con mi foto, regalos que me ha hecho gente de aquí de Aguascalientes. Son cosas que te hacen ver que no estás sola, que, aunque vayas en el último lugar por la circunstancia que sea, la afición siempre ha estado ahí», relata Samaria desde su experiencia y el cariño compartido con el público del Necaxa.

Según la antropóloga feminista argentina, Magali del Valle Marega, quien también ha practicado fútbol y ha desarrollado investigaciones vinculadas con migraciones laborales, lo vivido por Ana Lucía y Samaria se debe a que lleva tiempo modificar los imaginarios construidos alrededor de algunas nacionalidades. Del Valle indica que este proceso lento sucede en términos culturales e históricos. Es por eso que a veces se sienten más cómodas con compañeras que atraviesan esas mismas vivencias y costumbres, explica la investigadora.

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Ana Lucía considera que ha logrado revertir estas concepciones con su desempeño y los elogios que ha recibido en los programas de televisión deportivos. La futbolista también considera que ha influido en ese proceso que conozcan que estudió ingeniería química, que tiene una maestría en big data, un máster en business administration, un posgrado en gestión deportiva y que habla tres idiomas.

Pero pese a sus conocimientos, experiencia y talento deportivo, Ana Lucía Martínez y Samaria Gómez se esfuerzan desde las canchas de fútbol mexicano para construir nuevos imaginarios sobre las centroamericanas. En 2024 lograron posicionar su imagen a nivel internacional y aparecen constantemente en todas las redes sociales de sus equipos. Los medios de comunicación de sus países de origen siguen su trayectoria en México y son destacadas en las secciones deportivas, cuya tendencia suele resaltar a hombres tanto en fútbol local, como internacional.

A esto, la antropóloga argentina agrega que «es relevante, sobre todo para la vida de las niñas, que podamos tener desde pequeñas referencias de mujeres deportistas». Para Magalí del Valle esto es importante, porque rompe brechas y posiciona a las mujeres en los espacios deportivos.

Ana Lucía y Samaria se han convertido en referentes deportivas, a pesar de que las Federaciones de sus países aún no han logrado desarrollar proyectos serios para la profesionalización de las mujeres en el fútbol.

En Centroamérica, solo Costa Rica ha empleado este tipo de proyectos para el desarrollo y crecimiento del fútbol femenil. Esto ha tenido como resultado que sea el país con más futbolistas centroamericanas en la Liga MX Femenil, con 10, y que la entrenadora costarricense, Amelia Valverde, sea la mente que guió a las Rayadas al bicampeonato en 2024.

Mientras tanto, Analú piensa en lo que viene: cree que en dos años pondrá fin a su exitosa carrera como futbolista y ve a México como una opción para retirarse con la mirada puesta en el tricampeonato.

Junto a ella, muchas jóvenes futbolistas centroamericanas buscan dejar huella, como Samaria Gómez, o la goleadora guatemalteca Aisha Solórzano, quien el 14 de enero de 2025 se convirtió en el traspaso más caro en la historia de la Liga MX Femenil a la National Women’s Soccer League (NWSL) de Estados Unidos.

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Este reportaje fue realizado con el apoyo de la International Women’s Media Foundation (IWMF) como parte de su iniciativa de ¡Exprésate! en América Latina.  

 

 

 

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