Primero fue la humanidad y después el automóvil, no al revés

Actualmente, el crecimiento del parque automotor en Guatemala ha sobrepasado los cinco millones de vehículos, la mayoría de ellos utiliza energía fósil, la cual es un ente contaminante que perjudica la salud de los ciudadanos.

La congestión ocasionada por el tráfico vehicular, diariamente nos toma horas y horas de nuestras vidas, y no solo hablo por demora en llegar a nuestros destinos, sino por lo que implica en nuestro bienestar, ya que la contaminación que generan estos vehículos, perjudica nuestra salud física y mental. Es importante que encontremos en el camino alternativas que nos permitan ciudades más humanizadas; es decir, ciudades hechas para las personas, para todos los que convivimos día a día con los diversos usuarios de las vías.

En el sistema actual, que se impulsa a nivel mundial, el peatón tiene la prioridad en la pirámide de la jerarquía de la movilidad, seguido del ciclista y del transporte público. Por lo tanto, es importante que viabilicemos estos niveles y cambiemos nuestra visión de priorizar al auto particular por el peatón.

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Es necesario que las autoridades locales programen actividades que permitan una mejor convivencia entre los ciudadanos, como campañas para el sembrado de árboles, impulso para el uso de la bicicleta y planes que motiven el desplazamiento a pie, con estas actividades conseguiremos reducir la contaminación, la temperatura, la congestión vehicular y siniestros viales. Asimismo, es importante resaltar que a través de estas actividades se conseguirán ciudadanos que reemplazarán los vehículos particulares por el desplazamiento a pie o el tránsito en bicicleta, considerando que dentro de lo planeado se efectúe la segregación de espacios para el peatón y la construcción de ciclovías para las personas que opten por transitar en bicicleta, ya que estos espacios incentivaran a su uso por la seguridad vial que brindan.

Es apremiante que el gobierno de turno impulse políticas públicas que den soporte a las múltiples actividades que se deben programar con la finalidad de mitigar los impactos de los GEI (gases de efecto invernaderos) así como también, estos dispositivos normativos nos permitirán el uso de energías limpias en los vehículos que circulan en el país sobre todo los que prestan el servicio de transporte público. 

Por todos esto, es de SUMA URGENCIA aprobar dispositivos legales que nos permitan articular acciones que nos conlleven a lograr un país con estándares de sostenibilidad, con la finalidad de reducir los índices de contaminación, disminuir el tránsito vehicular y, por ende, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.