En el taller de Jacobo Rodríguez Padilla
En el taller de Jacobo Rodríguez Padilla
Rodríguez Padilla fue uno de los fundadores de Saker-Ti (amanecer en kaqchikel), un grupo de artistas e intelectuales que brotó con la Primavera Democrática e intentó extraer a Guatemala del atraso y provincianismo cultural en que estaba sumida tras la dictadura de Jorge Ubico. Muchos de ellos fuertemente politizados, entre ellos Jacobo, ingresaron al Partido Guatemalteco del Trabajo y fueron acompañantes del proceso democrático.
En 1953, obtuvo una beca para ir a estudiar pintura a París. Tras la caída del gobierno de Jacobo Arbenz, prefirió no regresar a Guatemala. Hizo su vida en París, en donde trabajó como dibujante de arquitectura a la vez que producía y exponía sus óleos, acuarelas, dibujos y esculturas en piedra, madera y alambre.
La obra de Rodríguez Padilla explora sin descanso dos grandes temas: la figura humana y el paisaje. Influenciado por Paul Gauguin y Carlos Mérida, así como por las novelas de Miguel Ángel Asturias, sus pinturas se basan en elementos visuales de la vida rural de Guatemala y de los textiles mayas. Su escultura, más abstracta, presenta indagaciones en el campo de la geometría, y en alguna ocasión, se inspiró en modelos del Universo desarrollados por la astrofísica, ciencia que le interesaba profundamente.