Una bomba estalló en un bus el domingo 6. La reacción del ministro de Gobernación y de dos exministros es que los responsables son los pandilleros y que el motivo es la extorsión. Con ello han incitado a un discurso de odio hacía ciertos jóvenes y despertado un discurso de aplicación de penas desmedidas, que, como he dicho en otra columna, no es más que oportuno para un conjunto de políticos incapaces y demagogos. Me extraña que el ministro, habiendo sido fiscal, no vea detrás del muro. Quizá sí fueron pandilleros los que se contrataron para la colocación del explosivo, pero esa tecnología no es propia de las pandillas. Tampoco es propio de estas atacar el bus y a sus pasajeros por una negativa a una extorsión. Acá hay algo más, una mafia que claramente actúa para generar un terror y justificar intervenciones fuera de los límites del poder. Quizá si no se encierran en una sola línea de investigación descubran la mafia. Sin una buena investigación criminal que vaya más allá de los operativos, los verdaderos responsables quedarán impunes.
En el Día Internacional de la Mujer, la discusión no podía ser más propicia en el Congreso, escenario representativo de la democracia. Se discutía sobre las reformas al sistema electoral, entre ellas la paridad. En un ejercicio misógino, clientelar y poco afortunado para el siglo XXI, los diputados y las diputadas votaron en contra de esta disposición. Tiraron por la borda un primer avance para el mejoramiento del sistema electoral. Quién más que el diputado Linares Beltranena para estar al frente. Él dice promover la libertad, pero, si le hablamos de matrimonio del mismo sexo y de aborto, se vuelve inquisidor. Recuerde, diputado: la libertad va acompañada de fraternidad y de igualdad. Mintieron sobre las reformas.
La bancada FCN-Nación, al igual que algunos diputados de extrema derecha de VIVA y del Partido Unionista, promueve que la solución a los problemas de seguridad es la aplicación de la pena de muerte. Claramente, cualquier buen abogado sabe que la aplicación de la pena de muerte es imposible a causa de los compromisos jurídicos que el Estado ha adquirido desde 1978. A su vez, por cuestiones técnicas de construcción del supuesto del hecho, se hace inviable en el ejercicio dogmático de tipicidad. Mienten sobre la solución a la seguridad. Señores diputados, no quieran tomarnos el pelo. Mejor discutan en serio sobre las soluciones a los problemas sociales del país.
Finalmente, la Corte de Constitucionalidad (CC) ha quedado integrada para los próximos cinco años. En un escenario de burla a la ciudadanía, los entes encargados de las designaciones simularon procesos transparentes, pero que condujeron a resultados nefastos. Sin duda, una lucha de mafias se ha instalado en la CC y, sin duda, estas se plegarán a ciertos poderes fácticos. El que más mintió fue el presidente, que no transparentó el proceso y, cual prepotente mandatario, tomó una decisión inconsulta con sus electores, a los que prometió transparencia. Mintieron sobre una CC para intereses generales.
Que acumulación de mentiras y engaños desde los poderes de Gobierno. Y hay más. El instituto Adolfo V. Hall de Retalhuleu, en un ejercicio misógino, delictivo, acusa a las víctimas de ser las responsables de que las hayan agredido sexualmente. ¿Son esos los futuros oficiales? ¿Sepur Zarco no es ya un ejemplo? ¿Son esos los soldados que patrullarán calles? Vaya nivel de comandancia, señor ministro de la Defensa.
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