Nos cuesta mucho alcanzar consensos en Guatemala, pero tal vez logramos ponernos de acuerdo en el afán de salvar vidas. Porque de eso se trata esta columna. Un incremento de tres puntos en el impuesto al valor agregado que genere hasta unos tres mil millones de quetzales anuales podría servir para comprometernos a tres resultados que evidentemente tendrían que plasmarse en un proyecto extraordinario dotado de consensos y de auditoría social:
- Trescientos cuarenta municipios deben contar con cuerpos de bomberos articulados por una legislación marco y una institucionalidad que regule la dignificación de cada puesto de trabajo, la formación permanente, el equipamiento y las garantías que requiere esa tarea de alto riesgo.
Cada cuerpo de bomberos tendría a su cargo la prevención y el control de incendios estructurales, de interfaz, forestales, y otras emergencias que el contexto determine, incluyendo la atención prehospitalaria. La hoja de ruta debería consensuarse con los cuerpos de bomberos.
- Rehabilitar, ampliar y fortalecer las capacidades para la atención de urgencias en los hospitales nacionales y en los centros de salud. Esto implica la contratación de personal permanente, la construcción de áreas para atender urgencias, equipamiento y capacidades especiales para atender desnutrición aguda en niñas y niños, enfermedades súbitas, accidentes y heridas por actos de violencia, incluyendo violaciones a mujeres y niñas.
Este año habrá más muertes por desnutrición aguda, continúan las violaciones de niñas y ocurrirán accidentes, actos de violencia y emergencias médicas que nuestras salas de urgencia simplemente no pueden atender de manera profesional. No hay personal, instalaciones, equipos e insumos suficientes. Rescatar esa función estatal es indispensable.
- Finalmente, para que el sistema alcance un nivel aceptable, son necesarias una legislación y una institucionalidad que se hagan cargo del procesamiento de llamadas de auxilio y del despacho coordinado de instituciones de respuesta, incluyendo a las fuerzas de seguridad.
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Si usted es víctima de un asalto o de un accidente, no hay un sistema que pueda centralizar las llamadas de auxilio para el despacho oportuno y coordinado de unidades de la PNC y el MP, de vehículos de extinción de incendios, de ambulancias y de equipos de respuesta de otras instituciones. Esa tarea requiere institucionalidad: personal, instalaciones, formación y presupuestos que no existen en este momento.
La tasa de IVA propuesta no es arbitraria. Es acorde con el IVA que se paga en la región y que, como anoté arriba, deseablemente debería incorporarse a una propuesta integral de reforma fiscal que llevará más tiempo construir.
Naturalmente, la reacción esperada de la ciudadanía a este tipo de propuesta es que el Gobierno es corrupto, que se va a robar el dinero o que lo malgastará en cualquier otra cosa. Pero esa es una verdad a medias. Y para cuando haya tomado posesión otro equipo de gobierno, el proyecto debería incorporar a miles de bomberos y salubristas y a otras organizaciones en los mecanismos de rendición de cuentas. Es decir, para que el proyecto exista, deben establecerse los resultados, el financiamiento y los medios para monitorear la transparencia.
Me atrevo a preguntar a todas las personas que compiten por puestos de elección: ¿por qué no asumir la importancia de este asunto y la necesidad de recaudar más, pero con un fin específico, legítimo, necesario, impostergable? Cada equipo de gobierno puede darle matices a un proyecto de esta índole, que tendría una etapa inicial intensa y luego un proceso de desarrollo de capacidades.
A partir de un cálculo preliminar, estoy seguro de que los montos que me atreví a predecir en la recaudación no alcanzan para resolver los problemas, pero sería un buen comienzo y un resultado observable para la ciudadanía que vota.
Finalmente, tal vez de esa manera podamos hablar de la fiscalidad y de la necesidad de dejar de resolver crisis con más deuda que igual tenemos que pagar, y hasta más cara que con un ajuste de tasa para el IVA. Si usted está de acuerdo, ayúdeme a difundir la idea en el afán de promover el debate sobre un tema que permanece invisible.
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