Por ejemplo, para saber quiénes representan legalmente a una organización, se investiga en los entes correspondientes. Mi sentido común eso me dice. Además lo enseñan en cualquier Universidad. Y no simplemente quedarse con el nombre de la persona que responde el teléfono y endilgarle cargos como representante legal. Al margen de las consecuencias que esos “errores” puedan ocasionar, los comentarios en su versión digital exigen cárcel ipso facto; a la reportera se le olvidó consignar algunos datos que sería interesante ventilar.
Los medios de comunicación suelen hablar constantemente de lo importante de la transparencia, de usar correctamente el dinero del Estado. Acostumbrados están a crucificar "corruptos" como ejercicio diario. Pero, ¿qué hay del dinero que reciben del Estado? Porque si de fiscalizar se trata, deberíamos extendernos en algunos datos que la nota no consigna.
En el apartado de publicidad, hace referencia al uso de Q3.250,000. en el Programa Nacional de Resarcimiento. La nota se titulaba: “Resarcimiento fue un botín”. Lo que no cuenta es que Q2.420,000. fueron utilizados para pauta comercial. Es decir, el 75% fue a dar a cuentas de medios de comunicación. La nota tampoco menciona quiénes fueron las empresas que se repartieron dicho “botín”. Una televisora vinculada a un medio escrito. Otra televisora en el que uno de los directores del periódico donde salió la nota, participa en un espacio de debate, otro medio radial relacionado con un Ministro. ¿Mi fuente de información? La misma tabla que la reportera tuvo a la vista.
Nada de qué sorprenderse dada la naturaleza lucrativa de estas empresas informativas. Negocios son negocios, la justificación de los encargados de la parte comercial. Por otro lado, sería interesante conocer cuáles son las justificaciones de los directores, editores y reporteros, al tener todos los datos sobre la mesa y decidir qué información llevan a sus páginas.
Estoy absolutamente a favor de la fiscalización de la cosa pública. Hay que denunciar los desmanes de los funcionarios. Ejercicios necesarios e importantísimos para la construcción de una ciudadanía responsable. El acceso a información verídica y completa: los medios y los periodistas juegan un papel vital. Muchas veces en el ejercicio de cualquier profesión, quedamos en medio de dilemas éticos que chocan con nuestras ideas, con nuestros intereses y aspiraciones personales. Conflictos de intereses que le llaman. Pero hay que ser congruentes, que nuestros actos reflejen nuestras ideas.
En contraparte, estoy absolutamente en contra de los daños que causan con información errónea. El derecho al trabajo es innegable (el del periodista, el del reportero, el de quien contesta el teléfono) y no puede ser que por ejercerlo, reputaciones queden manchadas. También estoy en contra de la discrecionalidad de los involucrados al tomar decisiones de qué datos comunicar y cuáles no. Es en esta parte donde radica mucho del desprestigio que los medios tradicionales arrastran desde hace ya bastante tiempo. Y uno de sus flancos más débiles.
Quienes trabajan en medios de comunicación y todos deberíamos reflexionar sobre este tema. Ojalá no sea pedirle peras al olmo. Por último quiero aclarar que no pretendo atacar ni descalificar el trabajo informativo. Por aquello de los mal pensados que podrían especular que ese es mi objetivo. Me interesa en cambio, medios capaces de reflexionar sobre su papel y que tomen medidas que ayuden a mejorar sus contenidos. La reputación de las personas, este país y todos nos lo merecemos y lo necesitamos.
POR OTRO LADO
Un año y algunos cuantos meses después, este aprendiz de columnista habría de recordar aquella mañana de domingo en que paseando en bicicleta y parados frente a la tumba de Barrios, conoció a Martín Rodríguez. Le agradecíamos al finado con un dejo de ironía que quién sabe si habrá percibido. Gracias por este país ¿no? Digo, por aquello de los egos mesiánicos de la mayoría de nuestros líderes. Plaza Pública era entonces un proyecto del que me contaría generalidades con eso que él suele llamar “optimismo estructural”. En este primer aniversario, felicitaciones al grupo de gente talentosa y entusiasta detrás del proyecto. ¡Por cien años más!
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