“Si yo tuviera un salario fijo, no tendría la necesidad de arriesgarme”
“Si yo tuviera un salario fijo, no tendría la necesidad de arriesgarme”
BALVINO GONZÁLEZ JOCHOLÁ
Patzún
Edad en el momento de la entrevista (2017)/ 25
Lugar más lejano al que ha viajado/ Estados Unidos
Balvino es músico. También es agricultor de arveja, brócoli y milpa. Desde los 10 años trabaja en agricultura con sus padres, con quienes vive aún, y tiene ocho hermanos. A los 15 años se fue un año a trabajar a la capital como ayudante de camión. Ganaba más, pero gastaba más. Regresó a Patzún, pero la vida como agricultor era muy difícil, entonces a los 20 años se fue a probar suerte a Estados Unidos. Contrató un coyote que le cobraba Q40 mil, la mitad al salir y la otra mitad al llegar, pero nunca llegó. La “migra” lo capturó y fue deportado. Regresó a la agricultura, pero quiso volver a intentar el viaje, con otro coyote. Fracasó de nuevo. Lo intentó una tercera vez solo, y una cuarta vez con el hermano. Seis veces intentó emigrar a Estados Unidos, seis veces fracasó. Siempre fue deportado. “Si yo encontrara otra oportunidad de empleo y tuviera un salario fijo, no tendría la necesidad de arriesgarme”, explica. Hace unos años, la arveja bajó tanto de precio que no traía cuenta cosecharla, pero sigue con su brócoli y su milpa. Desde niño se interesó por la música; primero aprendió la batería y luego el piano. Ahora tiene una banda, con su hermano y una amiga a quien conoció en Tamaulipas. Los tres viven en Patzún y ensayan tres veces por semana. Han tocado en Xela, en Antigua y en la capital. Fueron invitados a tocar en México, pero les negaron la visa. La banda se llama Corazón Norte.
Más de este autor