Me da vergüenza cada vez que me preguntan que a qué me dedico. Pues he de decirte que desde hace un año me dedico a buscar y no encontrar, a esperar lo que no llega, a recoger los pedazos que de mí van quedando en cada intento por recobrar mi vida. No hay nada que corroa tanto el espíritu de un ser humano como la pobreza, de verdad.
La Elsa se hartó de mí y con razón. Mirá en lo que me he convertido, en una basura después de haber sido jefe de bodega. Ya nos habíamos mudado a un cuarto mejor, hasta compré refri, un catre para cada patojo y podía llevarlos todos los domingos a comer un helado. Comíamos los tres tiempos y ellos hasta llevaban refacción a la escuela.
Cuando me despidieron, la Elsa me culpó. Me dijo que de plano yo había hecho algo malo porque a mi compadre Eliseo sí lo dejaron en el puesto. Uno bien jodido y ella todavía con regaños y reclamos. Te juro que no es fácil. Perdí el trabajo y perdí su amor y su respeto. Empezamos a pelear todo el tiempo y fue ella quién me tiró la primera trompada cuando le dije que había empeñado la tele. En qué momento se transformó mi princesa, pensé.
En esa casa faltaba de todo, menos insultos, dejó de llamarme Jorge y el que alguna vez fue su pedazo de cielo, ahora era un pedazo de m… a quien codeaba con rabia por donde pasaba. Mi abuelo decía que un viejo con pisto huele y un viejo sin pisto hiede. Yo cumplí 35 en enero y acabo de darme cuenta de que ya me consideran viejo para el trabajo y que además hiedo, por doble efecto, por no tener pisto ni jabón para bañarme.
De los 48 compas que despidieron el año pasado, muy pocos han encontrado trabajo. Muchos se han mudado a las cantinas y dicen que el Canche se suicidó. Pobre su mujer, no puedo imaginar que hará sola con cinco patojos si ella apenas lee y escribe.
En la calle, los vecinos se hacen los desentendidos cuando me ven venir, creen que les voy a prestar pisto. La gente que no me conoce me ve con desconfianza y hasta se cruzan la calle. Con esta facha doy más miedo que lástima, aunque te soy sincero, prefiero que me tengan miedo y no lástima. Talvez sea por eso que más de una vez me ha pasado por la mente la idea de robar. ¡Ni Dios quiera se me meta el diablo un día de estos! Te juro que no es fácil.
Me he vuelto un amargado. Sin trabajo, familia ni amigos ¡como para que no! No duermo, no como y no porque no tenga hambre. Soy un fantasma, aunque el otro día que andaba de colado en una manifestación para ver si acaso cachaba algo, alguien me llamó ciudadano y luego vino la invitación: “Pase adelante”.
Estaba yo sentado, descansando frente a un local donde decía que se adivinaba el futuro. Sentí que eso de tener futuro no le ha sido dado a todos. Hay gente como yo, que nació con un túnel infinitamente negro al frente. Hace mucho que no veo nada, creo que estoy ciego.
La Elsa se regresó con sus tatas y se llevó a los patojos. Es humillante llegar a visitarlos con las manos vacías. Pero por favor, no te confundas, no te estoy pidiendo dinero, solo dame una oportunidad para demostrarte que valgo, que sirvo, que soy bueno para chambear. Dame la oportunidad de ponerme a prueba, de sentirme humano, digno y útil otra vez. Quiero sentir que ocupo un lugar, quiero dejar de sentirme un fracasado, quiero librarme de las culpas. Te juro que no es fácil…
(El dato: Según la Encuesta de Empleo e Ingreso –ENEI 2011–, realizada por el Instituto Nacional de Estadística, el 3.52% o 202,876 los guatemaltecos que integran la Población Económicamente Activa, estimada en 5,7 millones de trabajadores, se encuentran "abiertamente desempleados", y el 21%, equivalente a 1,2 millones, subempleados. Por su parte, el informeGlobal Employment Trends 2011 de la Organización Mundial del Trabajo –OIT– indica que el desempleo mundial está en el nivel más alto de la historia, registrándose 205 millones de desempleados en 2010).
Más de este autor