Como ella, cientos de mujeres son lastimadas, ignoradas, maltratadas física, verbal y psicológicamente; condenadas a vivir en condiciones terribles y a no poder desarrollarse plenamente como personas.
Según el Grupo Guatemalteco de Mujeres, en 2008 se recibieron 4,886 denuncias de violencia contra mujeres, mientras que en 2009 fueron 14,935; 19,277 en 2010 y en 2011 20,398. Es decir, el aumento durante 2012 fue del 317 por ciento. Estos son los datos públicos que reflejan las sit...
Como ella, cientos de mujeres son lastimadas, ignoradas, maltratadas física, verbal y psicológicamente; condenadas a vivir en condiciones terribles y a no poder desarrollarse plenamente como personas.
Según el Grupo Guatemalteco de Mujeres, en 2008 se recibieron 4,886 denuncias de violencia contra mujeres, mientras que en 2009 fueron 14,935; 19,277 en 2010 y en 2011 20,398. Es decir, el aumento durante 2012 fue del 317 por ciento. Estos son los datos públicos que reflejan las situaciones más extremas, sin embargo a niveles cotidianos la violencia contra la mujer adquiere facetas sutiles y tan interiorizadas que algunas personas —hombres y mujeres— ni siquiera las notan o las identifican como actos que vulneran la dignidad. Así, cada vez más se hace necesario reflexionar acerca de lo que todo esto nos dice sobre la mentalidad de sociedad en la que estamos viviendo
Afortunadamente, junto a ellas existen mujeres valientes y dispuestas a que sus palabras y sus actos contribuyan a cambiar las mentalidades de muchos y muchas en este país en el que la vida cotidiana es un acto de valentía. Por esto celebro los 20 años de Voces de mujeres, el programa radial que se reconoce como un espacio de “mujeres por una comunicación feminista, alternativa y desafiante“. Entro a su espacio en Facebook y con gran emoción leo la manera en que definen su misión: “Celebramos la vida, recuperamos la memoria, hacemos la historia“.
Voces de mujeres nació cuando la paz apenas se veía venir en una Guatemala que había vivido décadas de horrores y enormes injusticias. Hace poco escuchábamos con profundo dolor e indignación los testimonios de mujeres ixiles en el juicio por genocidio a Ríos Montt. Relataban la manera en que fueron violadas o vieron a sus familias ser asesinadas, fueron testigas de la brutalidad con la que el ejército las despojaba de sus hogares y sus tierras. Esas mujeres tuvieron que empezar de nuevo, en condiciones que por mucho tiempo apenas les permitían la sobrevivencia del día a día y ahora con valentía nos dejan escuchar sus palabras. Como ellas hay muchas en este país y eso debería animarnos y solidarizarnos.
Hace unos días, Ana Silvia Monzón se refería de esta manera a los grandes aportes de Voces de mujeres: “Un esfuerzo perseverante de más de 50 mujeres que a lo largo de dos décadas hemos aportado nuestro trabajo voluntario para mantener este espacio de comunicación feminista, en una sociedad que es particularmente hostil con quienes reivindicamos la libertad de expresión. Tres mil 500 transmisiones en vivo. Historias, denuncias, aportes, sueños, proyectos, convocatorias, expresiones... en las voces de casi 10,000 mujeres diversas entrevistadas que, tanto en Guatemala como en otros países, desafiando el mandato patriarcal del ‘divide y vencerás’ se juntan, organizan, conversan, debaten, consensúan, accionan y así, así... van transformando la realidad”.
Por esto, y por todo lo que nos toca a hacer todavía, celebro con admiración estos 20 años de Voces de mujeres y retomo las palabras de mi amiga Elizabeth Ramona Pérez: “Está llegando la hora de que tengamos una vida plena: mujeres, hombres, jóvenes, ancianos llenos de dicha y de paz”, porque el bienestar de las mujeres es también el bienestar de todos y todas en este país.
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