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Mynor Morales Chávez, padre, y Mynor Morales Zurita, hijo, electos con el partido Valor, asumen las alcaldías de San Miguel Petapa y Villa Nueva para el período 2024-2028.

Padre e hijo asumen el poder municipal de San Miguel Petapa y Villa Nueva

Tras su victoria, grupos de vecinos manifestaron su descontento con los resultados y señalaron fraude en la elección de la corporación municipal.
Al llegar a la alcaldía de Villa Nueva, dice Mynor Morales Zurita, terminará ese divorcio entre ambas comunas y se impulsarán proyectos en conjunto
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Padre e hijo asumen el poder municipal de San Miguel Petapa y Villa Nueva

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Mynor Morales Chávez y Mynor Alexander Morales Zurita, padre e hijo, asumieron como alcaldes de San Miguel Petapa y Villa Nueva, municipios vecinos ubicados al sur del departamento de Guatemala. En ambos lugares, la administración municipal acumula grandes deudas con sus habitantes por falta de servicios y buena gobernanza. Tras ser electos con el partido Valor, se disponen a dirigir ambas comunas, en coordinación. La promesa de Morales Zurita es aprender de la gestión de su papá, quien ha estado al frente de Petapa desde el año 2020 y ha enfrentado distintos señalamientos en ese período.

Mynor Morales Zurita cuenta que, hasta hace 4 años, no era residente de Villa Nueva. Hoy, a sus 26 años, se ha convertido en uno de los alcaldes más jóvenes del país, junto a la alcaldesa electa en San José del Golfo. Sin embargo, su corta edad no es el atributo por el que su llegada a la Municipalidad de Villa Nueva despierta preocupación, sino la cercanía con Mynor Morales Chávez, su papá y mentor, quien funge como alcalde en el municipio vecino, San Miguel Petapa, desde 2020 y que arrastra una serie de acusaciones por manejos cuestionables en la municipalidad. 

Al jóven alcalde de Villa Nueva no le gusta dar entrevistas por el temor a ser atacado. Es por eso que, durante su campaña para llegar al puesto que ahora ocupa, evitó ser confrontado por medios de comunicación.

Hasta hace un año se dedicaba a trabajar en la empresa que dirige junto a su papá: una cadena de restaurantes de comida mexicana.  Uno de estos negocios es el restaurante y bar deportivo Loros y Pericos, ubicado justamente sobre una de las calles fronterizas entre Villa Nueva y Petapa. Fue ese negocio, dice, el que lo motivó a mudarse al municipio que tendrá que administrar durante los próximos cuatro años. Además de ocupar su tiempo en continuar su carrera en Ingeniería Industrial en la Universidad de San Carlos, también ha acompañado la trayectoria de su papá, lo ha «apoyado», sin que su nombre figure en la nómina de la alcaldía de Petapa. «He visto el avance de Petapa y el retroceso de Villa Nueva. En Villa Nueva no se han venido haciendo bien las cosas y no se han tomado bien las decisiones y tomamos la decisión de participar encaminados en que hay una ruta», asegura. La ruta a la que se refiere es imitar el modelo de gestión municipal de su padre.

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Y es que está convencido de que las 20 mil 81 personas que le dieron su voto (el 13.4%) lo hicieron con la intención de ver en Villa Nueva los cambios que han visto en Petapa. Sin embargo, las realidades entre ambos municipios no difieren mucho y ambos lugares comparten el malestar de gestiones municipales que no han atendido las necesidades de los habitantes. 

La ascensión de Mynor Morales a la Municipalidad de Petapa 

La relación entre Mynor Morales Chávez y la comuna de San Miguel Petapa no empezó al asumir la alcaldía en 2020, sino desde hace 17 años. Morales se fue abriendo paso en la Municipalidad de distintas formas. En 2007 fue elegido concejal 5 con el Partido Patriota (PP). En las siguientes elecciones, logró el cargo de concejal I, por la organización CREO, bajo la administración del alcalde Luis Barillas, quien se postuló con el mismo partido. 

En 2015, fue Griselda Leticia Zurita Vega, su esposa, quien logró un espacio en la corporación municipal, como concejal suplente I, por el PP. En esa ocasión, Morales se postuló como candidato por el PP pero la Contraloría General de Cuentas (CGC) no le otorgó finiquito, ya que durante la gestión de Barillas, Morales fungió también como «asistente» al mismo tiempo que era concejal. 

A pesar del reparo anterior de la Contraloría General de Cuentas (CGC), mientras su esposa ocupaba una silla en el concejo municipal, Morales Chávez fue contratado nuevamente, desde 2016 hasta 2018, como asistente de la alcaldía de Petapa, durante la administración de Luis Reyes, electo con el PP. Según el portal de Guatecompras, en ese período ganó Q335 mil 960 en contratos. 

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En 2016, una publicación realizada por El Periódico reveló que Morales Chávez prácticamente ejercía como alcalde de facto durante ese período pues Reyes le otorgó la potestad de tomar decisiones en asuntos administrativos. Asimismo, estaba relacionado con un negocio de distribución de agua para los vecinos que no contaban con ese servicio, a través de la empresa Mantenimientos y Servicios Nicole. 

En 2019, con más de 10 mil votos, Morales finalmente logró ser electo como alcalde, tras postularse con el partido Valor. Testimonios de empleados municipales señalan que, durante esa campaña, los trabajadores debían realizar actividades para promover la imagen de Morales, es decir participar en eventos de promoción, repartir volantes y agitar banderas a su favor. 

Al llegar al poder logró  posicionarse como el segundo alcalde mejor pagado, con ingresos de Q102 mil 560, según una investigación realizada por el medio Ojo con mi pisto. El único que lo supera es Javier Gramajo, exalcalde de Villa Nueva, quien entregó el cargo recientemente a Mynor Morales, su hijo. 

Morales también figura como representante legal del restaurante y bar deportivo Loros y Pericos, el cual se convirtió en uno de los proveedores de alimentos para la Municipalidad de Fraijanes durante el año de la pandemia. A pesar de que, según la Ley de Contrataciones, un funcionario no puede ser proveedor del Estado, la CGC no emprendió acciones contra el alcalde. Según los informes de auditoría de la CGC, desde el 2020 a la fecha, la municipalidad de San Miguel Petapa ha recibido más de 50 sanciones por un monto de Q 671 mil 25.98 

Vecinos organizados y opositores políticos han hecho críticas constantes a la gestión de Morales durante el último período y manifiestan preocupación tras su reelección para el período 2024-2028. 

Según el Plan de Desarrollo Municipal 2011-2025, las grandes necesidades del municipio de Petapa se resumen en inseguridad ciudadana, deficiencia en servicios públicos y desorden territorial urbano. Problemas como la falta de agua en algunos sectores del municipio continúan vigentes pese a las constantes peticiones de los residentes. En septiembre del año pasado, unas 20 viviendas de las colonias Vista Hermosa I y Santa Inés Petapa cayeron hacia el río Pinula debido a varios socavamientos. Los vecinos denunciaron que, desde hace tiempo, habían pedido apoyo para hacer refuerzos para evitar tragedias pero no fueron atendidos. 

En esa ocasión, la falta de respuesta del alcalde tras lo sucedido agudizó el malestar en los pobladores afectados. Uno de los vecinos comentó que a  los de Santa Inés, no los quiere ayudar porque ellos no votaron por él. Fue hasta que algunos diputados visitaron el municipio que el jefe edil tomó acciones más concretas para apoyar a los afectados. 

Además, durante su gestión el aumento de costos y tarifas en servicios como agua potable, instalación de contadores, Impuesto Único sobre Inmueble, espacios en el cementerio municipal, por ejemplo, generan molestia en los vecinos. 

En las recientes elecciones, Morales se reeligió con el 25 por ciento de los votos. El segundo lugar lo obtuvo el candidato del Movimiento Semilla. Tras su victoria, grupos de vecinos manifestaron su descontento con los resultados y señalaron fraude en la elección de la corporación municipal. Un error del Tribunal Supremo Electoral (TSE) abrió la posibilidad de repetir las elecciones en ese municipio. El ente electoral no incluyó el logotipo de la organización CREO en las boletas, así que decidieron anular los resultados electorales y programar una fecha para repetir las votaciones en Petapa. 

Sin embargo, los candidatos de CREO renunciaron a la postulación, según informó el TSE. El anuncio sorprendió a una de las integrantes de la planilla, Irma Angélica Hernández, quien denunció que nunca firmó ningún documento para declinar de su candidatura. Un peritaje del Ministerio Público (MP) confirmó que hubo falsificación. Además, en una entrevista para el programa Con Criterio, Hernández señaló que recibió amenazas de parte de desconocidos que le indicaron que debía reunirse con el alcalde Mynor Morales. «Me decían que me convenía y que aceptara hablar con él», indicó. 

Esta información generó alarma en algunos vecinos de Petapa, quienes manifestaron frente al salón municipal y también en el TSE para exigir que se reconociera un fraude en el municipio; sin embargo, los resultados ya habían sido oficializados por la institución. 

Con estos antecedentes, la trayectoria de Morales en Petapa es una de las sombras que persigue al nuevo alcalde de Villa Nueva, quien asegura que seguirá el ejemplo de la gestión de su padre. 

«Voy a respaldar a mi hijo, le voy a dar todo mi conocimiento, todo mi apoyo y respaldo para que Villa Nueva y San Miguel Petapa puedan salir adelante de la misma forma, al mismo tiempo…Lo mejor que le pudo pasar a Villa Nueva y San Miguel Petapa es que podamos trabajar de la mano», ha dicho Morales. 

El fin del divorcio entre Petapa y Villa Nueva 

Pese a que comparten problemáticas, por años las autoridades de Petapa y Villa Nueva han estado en constante choque. El conflicto entre ambas comunas data de tiempo atrás debido a una disputa por los límites territoriales de ambos municipios. Mynor Morales Chávez y Javier Gramajo cruzaron señalamientos en varias ocasiones. Al llegar al poder, Gramajo retomó las acciones legales para resolver el conflicto limítrofe. 

Al llegar a la alcaldía de Villa Nueva, dice Mynor Morales Zurita, terminará ese divorcio entre ambas comunas y se impulsarán proyectos en conjunto, no solo con esa municipalidad sino con vecinos como Amatitlán, Santa Lucía Milpas Altas, entre otros. Entre algunos proyectos menciona la construcción de pasos a desnivel para aliviar el problema del tráfico que afecta a ambos sectores, así como mejoras en el sistema de drenajes y el mantenimiento de colectivos que pasan por ambos municipios. 

Pese a los distintos señalamientos que pesan contra la administración en Petapa, Morales insiste en que el trabajo de su papá es su carta de presentación y un ejemplo de lo que él logrará al frente de la municipalidad. 

«Los vecinos de Villa Nueva tuvieron que ver lo que pasaba en el municipio vecino para tomar una decisión. Muchas personas dieron su voto de confianza y si  adquirieron la confianza fue porque mi papá ha sido buen alcalde», asegura. 

Sin embargo, la llegada de padre e hijo a estas alcaldías se interpreta como la formación de un nuevo clan familiar en el escenario político, los cuales se prestan a la formación de redes de negocios y poder e incurren en prácticas como el nepotismo o pago de favores.

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 «Surge la duda si estamos o no ante el surgimiento de un nuevo clan familiar en gobiernos municipales. Al estar el hijo al frente del municipio más grande, se plantea la duda de si el hijo estará subordinado a las indicaciones del papá y si el papá terminará siendo el alcalde de Petapa y el de Villa Nueva, tras bambalinas», cuestiona el politólogo Renzo Rosal. Vigilar las gestiones y desempeño de ambos alcaldes será clave debido a que, juntamente con Mixco, se trata de  las municipalidades  más importantes del departamento de Guatemala, agrega. 

Celia Luna, analista de temas políticos, señala que, en general, este tipo de casos ocurren debido a que la política se ve como «una forma de enriquecimiento fácil y rápido», lo cual motiva a participar en puestos de elección popular. 

«Ese enriquecimiento viene de poder dar contratos, por ejemplo, a familiares o amigos de estos mismos clanes, a veces son ellos mismos los contratistas, y, por eso, se busca permanecer en el poder y ampliar el número de integrantes de las familias que participan», dice Luna. 

El riesgo más grande en estos casos, concluye la politóloga, es la falta de representación de las necesidades y los intereses genuinos de la población, ya que el incentivo para llegar al poder es enriquecerse, ampliar cuotas de poder, por tanto ya no se trabaja por la población y en pro del desarrollo local, sino para mantener privilegios para unos pocos.

En respuesta a estos cuestionamientos, Morales asegura que durante la gestión de su papá no existió nepotismo ni beneficios hacia su familia. 

«No voy a ser el mejor pagado» 

Durante su campaña, Javier Gramajo no dudó en cuestionar los altos salarios de directores y del mismo alcalde en la municipalidad de Villa Nueva. «El alcalde Escobar gana Q85 mil, eso no se vale en un municipio con tanta necesidad», aseguró. Se comprometió a cambiar esa realidad; sin embargo, al salir del cargo, era el alcalde con mayor ingreso en todo el país entre sueldo, gastos de representación y dietas. «Si en dos años no cumplo con mis promesas, por transparencia yo renuncio», fue otra de las promesas que tampoco cumplió.
 
Villa Nueva es el tercer municipio más poblado de todo el país. A lo largo de las últimas décadas, distintos alcaldes han llegado a la silla edil y se han aferrado al cargo por más de un período, sin impulsar mayores cambios para las problemáticas del lugar. En los últimos 20 años, el municipio ha tenido tres alcaldes. Uno de ellos, Salvador Gándara, estuvo en prisión en 2012 por fraude y participar en negocios ilícitos en la cárcel Fraijanes II.  

Entre las mayores necesidades del municipio figuran el mantenimiento de drenajes, garantizar el servicio de agua potable, adoquinamiento para colonias con calles de terracería, problema vial, falta de ornato, altos niveles de inseguridad y desorden urbano. 

En Villa Nueva no se ha implementado un Plan de Ordenamiento Territorial para garantizar un crecimiento urbano ordenado. A pocas cuadras de la municipalidad, resalta la desorganización, suciedad y falta de mantenimiento en áreas públicas. El parque central, por ejemplo, es un espacio inseguro para la recreación de familias, jóvenes y niños. 

«El elevado monto de las dietas que recibe el concejo y el sueldo del alcalde no equivalen a la gestión que están haciendo», señala Marcela Blanco, excandidata a diputada por el Movimiento Semilla y vecina del municipio. 

De la misma forma que lo hizo Gramajo y, a pesar de que el alcalde de Petapa ocupa el segundo lugar en altos ingresos entre sueldo y dietas, Mynor Morales prometió en campaña reducir los costos del concejo municipal. 

Aunque su papá ha figurado como uno de los alcaldes mejor pagados, Morales sostiene esta promesa: «Les prometo que voy  a dejar de ser el que más gana, eso se lo puedo asegurar». 

Su propuesta no es reducir el monto de las dietas, que actualmente ronda los Q4 mil, sino reducir la cantidad de reuniones de concejo para reducir el costo en dietas a la mitad, en comparación con lo que se gastaba en años anteriores. «No puedo reducir el costo de cada dieta porque eso no lo decido yo, es una decisión del concejo municipal», aclara.  

Durante la primera reunión de Morales en concejo municipal se aprobó la reducción de su sueldo de 30,000 quetzales a 15,000. De tal forma que sus ingresos se distribuirán de esta forma: 15,000 en sueldo, 15,000 en gastos de representación e ingresos por dietas. Durante esa sesión el alcalde no planteó la propuesta de reducir el costo de las dietas. La Concejal VI, del Movimiento Semilla, María Nicolle Hernández fue quien planteó reducir a 3,000 el pago de estas dietas. Sin embargo, su propuesta no tuvo eco ni respaldo en la mayoría del concejo, incluyendo al alcalde. 

Al igual que en las gestiones anteriores, en esta administración las reuniones siguen siendo a puerta cerrada y sin acceso a vecinos ni medios de comunicación. 

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Liquidar el Fideicomiso para la Planificación y Desarrollo del municipio es otra de las promesas de Morales, porque considera que utilizarlo puede entenderse como una delegación de funciones que solamente debe asumir la municipalidad, sin la participación de terceros. 

Durante la elaboración del presupuesto 2024 de la Municipalidad, Morales solicitó a su antecesor poder participar en esta discusión. Sin embargo, no obtuvo respuesta positiva. 
«Quiero ser enfático en que no es que nos hayan cerrado la puerta sino que al ver que no existía la voluntad para incluirnos en la discusión del presupuesto 2024, de ahí en adelante buscamos la forma de buscar nuestros medios para obtener la información», añade. 

Morales Zurita evitar hacer señalamientos contra la gestión de Gramajo. Ni siquiera lo hace en cuanto a   la manera en que se gestionó la crisis por los socavamientos que dejaron un saldo de dos personas fallecidas. Solamente se limita a cuestionar los altos montos erogados hacia el concejo municipal en un municipio donde «hay comunidades que no tienen agua potable, calles, drenajes». Según cuenta, luego de resultar electo, no ha habido un proceso de transición con su antecesor, ni apertura y se ha reunido con él solamente en dos ocasiones en reuniones que han sido cordiales. 

La gestión de Gramajo estuvo marcada por distintos desaciertos, en especial durante 2022 y 2023, cuando se formaron varios agujeros en puntos importantes del municipio y la comuna destinó parte importante de sus recursos a la reparación de calles, drenajes y colectores dañados. Algunos diputados fueron críticos con los proyectos que la municipalidad realizó en respuesta a esta tragedia y señalaron una serie de deficiencias y mal manejo de recursos. 

Pese a ello, Morales no tiene previsto realizar alguna revisión o auditoría a la ejecución de estos recursos. «Creo que no podemos perder tiempo en estar viendo lo que se hizo mal si tenemos muchas cosas que mejorar, muchas cosas que cambiar de la realidad del municipio y 4 años pasan muy rápido», respondió al ser consultado. 

Garantizar el servicio de agua potable, trabajar en mejores carreteras y drenajes; y abordar el tema de la inseguridad en el municipio serán sus principales objetivos, asegura. 

Desde ya, Morales considera que no será problema lograr acuerdos con el resto de miembros del concejo municipal el cual está conformado por 5 integrantes del partido Valor, 2 de Vamos, 2 del Movimiento Semilla, 2 de Bien y 1 de Unión Republicana. Uno de los principales cambios que ya empezó a ser discutido en el concejo es el cambio de directores y subdirectores, a quienes se aplicará una reducción de salarios en estos cargos para reducir gastos. Asimismo, impulsará una reforma al organigrama de la institución para pasar de 26 a 15 direcciones municipales. Sin embargo, no realizará despidos de personas, solamente una reestructuración. 

En las primeras reuniones realizadas, Morales propuso como candidatos para ocupar estos cargos directivos a personas que tenían cargos en la Municipalidad de San Miguel Petapa. 

En sus primeros días como alcalde, Morales se ha mostrado receptivo durante las reuniones con sus concejales. Sin embargo, de las puertas de la Municipalidad hacia afuera ha sido poca la interacción con los vecinos tras haber asumido. El día en que tomó posesión, por ejemplo, lo hizo en un acto privado en uno de los salones de la municipalidad, sin convocar a la población que lo eligió en las urnas, de la misma forma que lo hizo su papá, en Petapa.

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