El GMMP (por sus siglas en inglés) es la investigación más amplia a nivel mundial sobre género y comunicación. Su propósito es evaluar el estado de los medios en relación con el cumplimiento del Punto J, Objetivo Estratégico 2, de la Plataforma de Acción de Beijing, que contempla «fomentar una imagen equilibrada y no estereotipada de la mujer en los medios de difusión».
El GMMP 2025 confirma que, a 30 años de Beijing, la igualdad de género en los medios sigue estancada a nivel mundial. El resumen ejecutivo presentado en septiembre, muestra que solo un 26 % de las personas en las noticias son mujeres, sea como sujetos, voceras o expertas. Apenas un 1.8 % de las noticias aborda la violencia de género. Y, únicamente, el 2 % de las noticias rompe estereotipos de género.
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A pesar de que la violencia de género afecta al 50 % de la población, las mujeres, este tema sigue teniendo una escasa presencia en las noticias. Además, la participación femenina como fuentes sigue restringida a roles tradicionales, como la opinión popular y el testimonio presencial. Aunque se han logrado avances hacia la paridad de género en el rol de reporteras, las noticias digitales no parecen ser la vía hacia una mayor inclusión de las mujeres en los medios. Por otro lado, los patrones históricos indican que las mujeres periodistas tienen más probabilidades que sus homólogos masculinos de seleccionar noticias sobre mujeres.
En el caso de Guatemala, este monitoreo implica un arduo trabajo desde el equipo que lo impulsa, liderado por la Coordinadora nacional, doctora Patricia Galicia, hasta las monitoras voluntarias, quienes capturan las noticias de prensa escrita, radio, televisión e internet.
El monitoreo nacional evidencia escasos esfuerzos para cambiar la forma en la que los medios corporativos presentan a las mujeres: en general, lo continúan haciendo de manera estereotipada. Aunque se perciben leves avances (incluir un hombre y una mujer como presentadores, incremento en el número de reporteras o presentadoras de deportes en televisión), estos cambios son mínimos y/o refuerzan estereotipos.
En contraposición a los vacíos de representación en los medios tradicionales, especialmente en lo que respecta a sectores sociales históricamente marginados, han surgido medios alternativos de diversa índole y tendencia —principalmente digitales— que apuestan por el periodismo comunitario y/o de investigación. Sin embargo, ninguno de estos fue incluido en el monitoreo 2025, al no cumplir con los criterios establecidos por el GMMP.
En radio y televisión se analizan todas las noticias, lo que permitió incluir un noticiero intercultural.
En cuanto a la prensa escrita, en el país apenas sobreviven tres periódicos: dos de carácter comercial y el diario oficial. Esta limitada oferta es resultado del cierre paulatino de otros medios impresos, motivado por razones políticas y económicas.
El monitoreo del año 2020 en Guatemala, analizó 138 noticias, de las cuales, solamente hay una mención hacia las mujeres en prensa, radio, televisión, e internet y de manera excepcional tres en X (Twitter). Posiblemente, esto se deba a que la agenda noticiosa estuvo dominada por el COVID-19.
Para 2025, la muestra abarcó 16 medios de comunicación y se codificaron 256 notas. La mayoría de noticias fueron sobre violencia en general y los medios dieron cuenta de dos casos de violencia hacia la mujer. El informe nacional se proyecta que sea publicado en los próximos meses.
La importancia del GMMP radica en ser una herramienta de análisis en diferentes niveles, basada en datos comparables en el tiempo y entre regiones, para incidir en políticas orientadas a la representación justa de las mujeres en la agenda informativa, acción clave para democratizar la comunicación.
Después de tres décadas, el informe global del GMMP 2025 continúa revelando las grandes brechas que aún afectan la forma en la que se construye la realidad en los medios de comunicación. Estos datos no deberían ser solo un escaparate donde quepa la indignación, sino una interpelación sobre cómo los medios de comunicación están presentando a la mujer en sus diversos formatos. Visibilizar a la mujer —no solo en noticias como víctima, ni como objeto para engalanar sets de televisión— debería ser ya una apuesta para reinventar los medios que realmente necesitamos para una vida en sociedad más justa y equitativa.
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