A diferencia de muchas más, esta fue fundada y sigue siendo regida por la gente k’iche’ de Quetzaltenango. Sus estatutos iniciales hablaban, como lo menciona Grandin en The Blood of Guatemala (2000), de la «regeneración indígena» a través de la educación y el desarrollo económico. A contrapelo del discurso de entonces (y de ahora —por qué negarlo—) de que las sociedades indígenas solo se pueden desarrollar perdiendo sus diferencias etnolingüísticas, los k’iche’ de El Adelanto abogaban por el camino contrario: lo indígena sería más fuerte y crecería al tener los medios educativos y económicos para salir adelante. Ahora hablan de «desarrollo integral». Y no se equivocaron.
El Adelanto fue fundada justo en el año en que el gobierno liberal de José María Reyna Barrios suprimió la municipalidad indígena quetzalteca, que existía desde el siglo XVI. Pero también perdieron la forma física de la municipalidad: el edificio que los mismos k’iche’ habían construido (a un costado de la catedral de Quetzaltenango) y que en ese momento era más grande que la municipalidad ladina (oficial) fue expropiado. El último alcalde, Santiago Coyoy, fue también el primer presidente de El Adelanto. Asimismo, él y Agatón Boj (el encargado de la construcción del actual teatro municipal quetzalteco) fueron los personajes más influyentes de la política k’iche’ en la ciudad desde 1890 hasta 1910. Coyoy, además, firmó un manifiesto (junto con otros principales k’iche’) en el que expresaba la voluntad de crear una democracia en la cual lo indígena pudiera desarrollarse y aportar al progreso del país desde su especificidad cultural: una versión de multiculturalismo y quizá de federalismo un siglo antes de que se implementara parcialmente (un tema del que ya he hablado en anteriores entregas).
Uno de los primeros gestos de El Adelanto fue la erección del monumento en agradecimiento a Reyna Barrios por la eliminación (temporal) de los «mandamientos» (Ley de Jornaleros), que obligaban a contingentes masivos de indígenas a servir obligatoriamente en fincas cafetaleras de la bocacosta pacífica. El monumento fue colocado estratégicamente en el antiguo camino a la costa sur, hoy carretera a Almolonga, donde se puede apreciar. Como atinadamente menciona Grandin, al igual que Reeves (2006) en su trabajo sobre la interacción entre k’iche’ y mam en Quetzaltenango y sus alrededores, seguramente los k’iche’ quetzaltecos no levantaron ese monumento para agradecer por sí mismos, ni siquiera por sus estratos más pobres económicamente: lo erigieron para agradecer por todos los indígenas.
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Y es que los estatutos de El Adelanto —y su trabajo posterior— siempre han ido en la línea de trabajar por el desarrollo y el crecimiento de los indígenas como un todo, y no solo de los k’iche’. El mismo año que se suprimió la municipalidad k’iche’, ese mismo grupo k’iche’ dio el salto a disputar a nivel nacional el ideal de nación y de Estado. Ya lo habían hecho antes de otras maneras, pero nunca de esta tan explícita. Parece que los ladinos quetzaltecos de entonces entendieron el mensaje porque rápidamente trataron de impedir la erección del monumento. Sin embargo, se erigió tal cual estaba planeado. Desde entonces El Adelanto ha estado en muchas de las actividades culturales que implican a la población maya de la región: elección de representantes (flores del pueblo); creación de escuelas, monumentos y reconocimientos públicos; ayuda a desfavorecidos y a colectivos organizados, y la búsqueda del poder local.
Sus 125 años son prueba de la larga duración de los proyectos políticos y de las formas de organización social de los pueblos indígenas. Con altibajos ha logrado subsistir hasta hoy y continúa vigente, así como vigentes continúan las alternativas de unos Estados y naciones donde quepamos todos con nuestras diferencias y, sobre todo, desde nuestras particularidades, como una forma de construir una democracia que sea desarrollo, que sea sobre todo dignidad de lo individual y de lo comunitario. Así lo entendieron Coyoy y los demás principales k’iche’ en 1894. ¿Por qué nosotros todavía no?

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