Molesto porque siempre he intentado ser hombre de principios, y eso parece que debería estar relacionado con una ideología concreta. Poco sorprendente porque la verdad es que me jacto de ser una persona que no se conforma con lecturas fáciles de la realidad que le rodea. Así que en la difícil tarea de encontrar el justo equilibrio entre la izquierda y derecha, les propongo el siguiente decálogo del inconforme:
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Di siempre lo que piensas, no dejes que te digan que hay cosas de las que no puedas hablar, sobre todo cuando se trate de política. La esencia de la política en sí es que sea un constante compartir de ideas, un debate social, del que todos somos los mejores expertos en explicar nuestra realidad.
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No permitas que te expulsen de ninguna religión, partido u organización por disentir de parte o casi todo lo que piensen. Disentir es la única manera de cambiar las cosas. Los únicos que cumplen a pie puntillas todo lo que dice una institución son los que obtienen un beneficio directo de la misma. No hay iglesia omnipotente ni partido con la receta mágica. La ambigüedad no es una cobardía, es el modo racional que tenemos para impedir el fanatismo.
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Grita todo lo que puedas. Habla por los codos. El silencio solo te impide conocer a mucha más gente que piensa como tú y que está dispuesta a luchar contigo para que las cosas mejoren.
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Tu cuerpo es el reducto más íntimo que tienes. Que no te digan que tienes que entregárselo al primero que pase para sentirte más libre. Cuando accedemos a una relación casual, no nos estamos aprovechando del otro, estamos regalando nuestro cuerpo.
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Elige tus propias aficiones. Pasear por el campo, no es lo mismo que pasear en un Mall. No todo lo que se compra es entretenido. Lee, escucha música, charla con tus amigos, practica juegos de mesa o haz ejercicio. Beber, fumar, comer, comprar, viajar son estrategias consumistas que te hacen sentirte integrado, pero no son las únicas opciones de practicar tu ocio.
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Sé consecuente con tus propias actitudes. Ser padres no tiene nada que ver con ser independiente o maduro. Si no tienes las posibilidades para darle a tu hijo un futuro estable, simplemente no lo tengas. Un hijo en una familia sin recursos o disfuncional no es una bendición, es un futuro delincuente.
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Establece tus propias metas y aprende a disfrutarlas. Que tu trabajo sea tu mayor distracción. Aprende a amar lo que haces para ganarte la vida, será la mejor manera de procurarte una vida de felicidad y poder ayudar a todos los que te rodean. Cualquier trabajo que te dé lo que necesitas para vivir es digno de ser disfrutado y de hacerlo lo más perfecto que puedas.
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Busca la belleza en todo, no solo en la pareja romántica. En las actividades laborales, en las tareas domésticas, en el esfuerzo físico. Sobre todo en los demás. No hay nada más bello que una persona apasionada por aquello que hace.
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Ríete mucho. Haz el payaso. No te importe nunca lo que vayan a pensar de ti. La vergüenza es lo más perjudicial que existe. Baila, canta, llora y viste como quieras. Nunca vayas a avergonzarte por ser menos que los demás, con que hagas las cosas con esfuerzo y seas aseado y respetuoso, no tendrás por qué aceptar ninguna burla.
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Sobre todas las cosas, denuncia alto y claro todo aquello que no te parezca. El abuso, la injusticia. No permitas que te impidan exigir tus derechos. Persigue al que roba, al que miente, al que se aprovecha de los demás. Señala al que mata, al impostor, al que critica. Saca a la luz la hipocresía, la mediocridad y la intolerancia.
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