El triunfo de Chávez: malo para la democracia venezolana, bueno para el proceso de paz en Colombia
El triunfo de Chávez: malo para la democracia venezolana, bueno para el proceso de paz en Colombia
Chávez fue reelecto por tercera vez y seguirá gobernando hasta el 2019 si la vida se lo permite. Con este resultado, la oposición venezolana logró un éxito sin precedentes pero no alcanzó el triunfo que acariciaba. La noticia es mala para la democracia del vecino país. Pero para el proceso de paz colombiano significa que seguirá contando con un aliado clave.
Autora: Juanita León
Con una participación histórica del 84 por ciento, antes de las diez de la noche, el Consejo Nacional Electoral dio a Chávez por ganador con el 54,43 por ciento de los votos (7'444.082), un poco más de un millón de votos frente a Henrique Capriles.
Al reconocer la victoria de Chávez, Capriles dijo: "Pido a los que hoy se mantienen en el poder, respeto a casi la mitad que no quiere este gobierno", agregó y recalcó que "el derrotado soy yo, no el pueblo venezolano".
Aunque Capriles se había reunido hace unas semanas con Juan Manuel Santos en Casa de Nariño y había manifestado su apoyo al proceso de paz con las Farc, la permanencia de Chávez en el poder contribuye a que la mesa de negociación con las Farc fluya con mayor facilidad.
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Hugo Chávez se queda en el poder hasta el año 2019. Aunque con el 54.4% de los votos quedó claro que los venezolanos que lo apoyan hoy son menos. |
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Más alla del 45% de la votación obtenida por Henrique Capriles, lo que queda claro es que la oposición en Venezuela es cada vez más fuerte. En esta ocasión logró hacer temblar a Chávez. |
Venezuela es acompañante del proceso de paz que comienza oficialmente el 17 en Oslo entre las Farc y el Gobierno. Pero más que eso, dada la influencia personal de Chávez sobre la guerrilla, el presidente venezolano ha jugado un papel clave en convencerlos de que ha llegado el momento de pensar seriamente en dejar las armas y es una prenda de garantía para los guerrilleros, un rol que no era tan fácilmente sustituible por Capriles.
El papel de Chávez
Vicenç Fisas, director de la Escuela de Cultura y Paz de Barcelona, quien según El Tiempo asesoró confidencialmente a las Farc y al Gobierno en los acercamientos para el proceso de paz, le dijo a ese diario que “antes de la reunión en Cuba, Chávez tuvo ocho horas de conversación con 'Timochenko' en Venezuela, lo que habría influido para que las Farc se moderaran. Venezuela ha jugado un papel clave”.
Piedad Córdoba, por su parte, también reconoció que los acercamientos con las Farc se hicieron a través de Chávez y que el papel de Venezuela es "fundamental" en el proceso de paz.
Ya en El Caguán, Hugo Chávez era el faro de los guerrilleros de las Farc. Cuando se les preguntaba a los jefes a qué modelo de gobierno aspiraban, la Revolución Bolivariana era su respuesta.
En esta década han pasado muchas cosas en Venezuela, varias de ellas nefastas para la democracia de ese país.
Ha habido un creciente amordazamiento de la prensa; una defenestración de la oposición; una dependencia cada vez mayor del petróleo por la inseguridad jurídica para las empresas; un manejo opaco del presupuesto nacional, según Transparencia Internacional; una gran polarización; y una violencia que ha convertido a Caracas en una de las ciudades más inseguras del mundo.
Pero también Chávez ha reducido la pobreza y la desigualdad, mucho más que en Colombia. Eso, por sí solo, ya es suficiente para que las Farc sigan viendo en el gobierno bolivariano un ejemplo de la “justicia social” por la que dicen luchar.
Según la CEPAL, el 27,8 por ciento de los 29 millones de venezolanos viven por debajo de la línea de pobreza. Cuando el presidente Chávez llegó al poder en 1999, era el 49,4 por ciento.
Venezuela es el segundo país de América Latina donde más se ha reducido la pobreza en los últimos 12 años, detrás de Ecuador, que entre 1991 y 2010 la redujo en 26,4 por ciento.
Los expertos coinciden en que el alto precio del petróleo ha contribuido a esta reducción de la pobreza pero también a que ha habido una redistribución de la riqueza a través de las Misiones, que son los programas sociales que ha impulsado Chávez. En Venezuela, bajo el mandato de Chávez, el coeficiente de Gini ha pasado
de 0,498 a 0,394. En Colombia es 0,58.
Aunque en 2010 en Venezuela la pobreza y la indigencia se incrementaron 0,7 y 0,9 por ciento, respectivamente y la inflación cerró en 2011 en un 27 por ciento, la más alta de la región (este año está más controlada), el proyecto socialista y “anti-imperialista” de Chávez sigue siendo un modelo para la guerrilla. Esto unido al refugio y retaguardia que ha sido Venezuela para los jefes guerrilleros hace del presidente venezolano una ficha clave en el actual proceso de paz.
Precisamente porque Santos era consciente de que Chávez era un hombre clave para las Farc tan pronto se posesionó comenzó a buscar un acercamiento con el presidente venezolano y un restablecimiento de las relaciones rotas durante el gobierno de Uribe, ruptura que Santos había alentado como Ministro de Defensa.
Aunque el principal argumento esbozado por Santos para tenderle la mano a su “nuevo mejor amigo” fue de tipo económico –recuperar los millones de dólares del Cadivi retenidos a empresas colombianas- en retrospectiva se entiende que su objetivo era que le ayudara a convencer a las Farc de que se sentaran con el Gobierno a encontrar una fórmula para superar el conflicto armado. Al final, la estrategia le funcionó.
Chávez entregó a algunos guerrilleros de nivel intermedio enviando el mensaje de que Venezuela ya no sería un refugio seguro para las Farc. Por otro lado, facilitó el encuentro con el Gobierno.
"El proceso de paz que comienza ya (...) y lo de mañana acá en Venezuela son elementos del mismo proceso de democratización y consolidación de Suramérica como una zona de paz, la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas)", dijo Chávez en una rueda de prensa antes de las elecciones.
Ahora que aseguró su triunfo y que, si no se muere antes, tendrá otros seis años para profundizar su ‘revolución’, acumulando más poder para sí, Colombia sabrá qué tan sinceras son sus palabras y qué tanto le apuesta a la paz.
*El anterior es reproducido por Plaza Pública con la autorización de La Silla Vacía.
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