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Guía para comprender el COVID19 en Guatemala

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Guía para comprender el COVID19 en Guatemala

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Hace cinco meses el ritmo de vida de los guatemaltecos cambió. Se creó un miedo colectivo a infectarse y formar parte del quebrantado sistema de salud. ¿Qué implica el COVID19?

Guatemala superó los 50 mil casos. Desde el principio cada familia tomó diversas medidas de protección, añadieron a su compra mensual artículos de higiene, medicamentos, mascarillas...

En 2017 el Instituto Nacional de Estadística (INE) estimó la canasta básica vital por Q.8,127.92, a este monto se tendrá que sumar un listado de costos adicionales por cada proceso que implica prever o estar infectado.

Etapa 1: Prevención

Las medidas más promovidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye hábitos constantes de higiene y el uso de desinfectantes.

El producto principal es la mascarilla, las N95 fueron recomendadas para personal de salud o persona en contacto directo con pacientes infectados, en caso de estar sano en un ambiente no contaminado se recomienda las quirúrgicas o reutilizables de algodón de 12 a 14 capas.

Para un uso adecuado la OMS recomienda las siguientes medidas:

  • Lavarse las manos antes de colocarla.
  • Ajustarla al rostro sin dejar aberturas, y evitar tocarla durante su uso.

Quitarla por medio de las cintas; en caso de humedecerse o dañarse desecharla.

Etapa 2: Posible contagio

Al presentar síntomas asociados con COVID o estar en contacto con alguien infectado es recomendado realizar una prueba para detectar el virus.

Las pruebas de diagnóstico cuentan con dos tipos: moleculares y de antígeno. Molecular se refiere a las que detectan el material genético del virus, son más conocidas como PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa); de antígeno son las que muestran proteínas específicas en la superficie del virus.

Según la OMS son más recomendadas las moleculares (PCR) ya que muestra si se está o estuvo contagiado. Las pruebas de antígeno tienen mayor margen de error porque necesita que el virus este activo en el paciente, por lo que se recomienda efectuar este tipo de pruebas al tener síntomas o al quinto día de estar expuesto a un caso confirmado.

El Ministerio de Salud hace ambos tipos de forma gratuita. Este es el proceso:

  • Su caso debe ser catalogado como sospechoso, al tener síntomas (fiebre mayor a 38°C, tos, dolor de garganta, dificultad respiratoria, problemas gastrointestinales, etc.) o haber tenido contacto con un paciente infectado.
  • Los grupos prioritarios son pacientes con factores de riesgo, diabetes, enfermedad cardiovascular, persona mayor de 60 años, mujer embarazada, recién nacidos, trabajadores de salud, etc.
  • Se le realizará la prueba de antígeno con hisopado.
  • Si da positivo, se tendrá como caso confirmado.
  • Si da negativo o indeterminado, se aplicará la prueba PCR.

Cada una de las pruebas realizadas la acompaña una ficha epidemiológica y el área encargada la registrará en Epiweb.

Algunos hospitales y laboratorios clínicos privados pueden hacer pruebas de diagnóstico. En general, sus requerimientos son:

  • Llenar el formulario epidemiológico indicado.
  • Ingresar el paciente por la emergencia.
  • Pagar por adelantado.
  • Agendar la cita.

Cada una de las pruebas se entrega en un rango de 24 a 48 horas.

Según el proceso descrito por el Ministerio de Salud, se efectúan los dos tipos de pruebas para tener un resultado certero y no se aplican muestras de control en casos recuperados.

«El hisopado no es que sea incómodo, es doloroso, siento que un poco traumático. A mí me localizó el Ministerio de Salud Pública, fue cuando todavía ellos no estaban tan saturados… llegaron dos doctores y un enfermero a la casa. Con toda la vestimenta del caso me hicieron una pequeña entrevista, mi nombre, edad, dónde trabajaba, cuándo había empezado con los síntomas y me hicieron la prueba; esa fue la primera, la primera de cinco». Elizabeth García, 50 años, recuperada de COVID.

Etapa 3: Síntomas leves

«La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recuperan de la enfermedad sin necesidad de tratamiento hospitalario», indica la OMS. Un caso leve puede hacer la cuarentena en casa. Un médico debe recetar medicamentos para aliviar los síntomas. Hasta el momento no hay cura o vacuna para el COVID19.

En Guatemala, el Ministerio de Salud entregará kits con medicamentos que alivien los síntomas. El precio estimado de cada paquete es 50 quetzales. Incluye acetaminofén, ibuprofeno, loratadina, ivermectina, clorfenamina, sulfato de zinc, suero oral, aspirina infantil, vitamina c y vitamina d.

La ivermectina ha generado debate. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) indicó que no hay certeza de que beneficie a los pacientes. Es importante no consumir ivermectina de uso veterinario, indicada para tratar parásitos en algunas especies. Es peligrosa.

La Food and Drug Administration (FDA) de EEUU menciona que algunos de los efectos secundarios asociados con ivermectina son sarpullidos, vómitos, hinchazón de rostro y extremidades, baja repentina de presión arterial, lesión hepática (hepatitis), entre otros.

«Está diseñado para matar los parásitos del cuerpo, pero recordemos que nosotros tenemos ciertas sustancias que también nos ayudan a nuestro sistema inmune, el problema es que cuando lo consumimos a dosis muy elevadas llega y acaba con todo; incluso podría favorecer a que tu inmunidad disminuya y te puede predisponer a que te dé el virus». Jennifer Salguero, doctora en primera línea de atención a pacientes con COVID.

Etapa 4: Hospitalización

Según la OMS, «alrededor de 1 de cada 5 personas que contraen COVID19 acaba presentando un cuadro grave y experimenta dificultades para respirar». Siendo la principal razón por la que se recurre a la hospitalización; a partir de los datos de China se estima que los pacientes en estado grave tardan en recuperarse de dos a ocho semanas.

En el ámbito público la atención es gratuita, pero debido a la precariedad del sistema, el 8 de junio el Ministerio de Salud aceptó que sanatorios y hospitales privados dieran tratamiento a pacientes infectados. Muchos colocaron sus restricciones y requerimientos financieros previos al ingreso.

«El Ministerio brilla por su ausencia, nunca me vinieron a supervisar. Yo me cuidé por mis propios medios y asistí a un hospital privado, tuve que pagar todos los gastos (Q30,000), no hubo ayuda de nadie» Herman García, 47 años, diabético, recuperado de COVID.

Etapa 5: Muerte

Los procesos de inhumación y despedida de seres queridos durante la pandemia son distintos; los protocolos obligan a trasladar con rapidez el cuerpo, sin tener una última despedida. En esta situación las funerarias y cementerios adaptaron sus servicios.

El cementerio público, La Verbena, es el lugar para personas que murieron por COVID, aquí yacen las personas que no tienen espacio en un cementerio privado o quienes no fueron reclamados por sus familiares. Según normativas no es permitido el ingreso de ningún familiar al entierro, la mayoría se despiden en la puerta.

En un cementerio privado, con trajes de protección y lineamientos estrictos permiten, que entre uno a cinco familiares puedan ingresar a despedirse de su ser querido, todo sujeto a las reglas del establecimiento.

«No haber podido despedirse del familiar en el hospital ni enterrarlos de manera digna es un daño que no estamos listos para afrontar». Fredy Peccerelli, director de la Fundación de Antropología Forense (FAFG).

 

Conforme a los montos cotizados, independientemente se trate de obtener ayuda por el sector público, deben incurrir en gastos adicionales para poder solventar la enfermedad, el salario mínimo actual es de Q2,742.37; para cubrir estos gastos mínimos se necesita más del doble del sueldo.

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