«El Ministerio de Trabajo debe ser un ente rector, no reclutador»
«El Ministerio de Trabajo debe ser un ente rector, no reclutador»
El Programa de Movilidad Laboral a cargo del Ministerio de Trabajo (Mintrab) tiene una finalidad loable: proveer oportunidades de empleo en otro país a los guatemaltecos. Pero la tarea de la entidad debe ser otra, la de regular, controlar y vigilar el quehacer de las agencias reclutadoras, y no de convertirse en tal. Asumir los roles de rectoría evitaría estafas, cobros y abusos en contra de trabajadores fuera de las fronteras, señala la Gremial de Agencias de Reclutamiento y Empleo en el Extranjero (GAREX).
La Gremial de Agencias de Reclutamiento y Empleo en el Extranjero (GAREX) la conforman 12 establecimientos privados. Aparte, el Ministerio de Trabajo (Mintrab) lleva registro de 44 reclutadoras a nivel nacional e impulsa su Programa de Movilidad Laboral con los mismos fines, pero en el extranjero.
También están los que operan al margen de todo control y que, con frecuencia, derivan en estafas o abusos laborales contra quienes buscan una oportunidad de trabajo en otros países. De esas, es incierto el número de personas particulares y cuántas pseudo empresas reclutan trabajadores.
A la fecha, existen dos normativas que regulan el trabajo de estas empresas: el Acuerdo Gubernativo 50-2022 y la reforma al Código de Trabajo, mediante el Decreto 10-2022. Pero hay aspectos por mejorar en su implementación así como definir el importante rol del Mintrab para garantizar la seguridad y derechos laborales.
Esta entrevista con tres miembros de GAREX —Corina Sáenz, su presidenta y directora comercial de agencia reclutadora Operadora Laboral (OLA); Claudia Segura, directora operativa de OLA y Rony Ramos, vicepresidente de GAREX y representante de la reclutadora Mano de Obra Calificada en Guatemala (MOCI) — exponen las preocupaciones de la gremial.
La labor del Mintrab no debe repetirse con el de las reclutadoras. Más bien, debe vigilar que estas funcionen, y sancionar (o denunciar) en caso de que no. Hacerlo, mejoraría las experiencias para los trabajadores guatemaltecos en el extranjero, opinan. «El trabajo de reclutamiento es una solución para la falta de trabajo en Guatemala, (aunque) lo ideal sería que las personas no tuvieran que salir de su país», dice Sáenz.
–El Ministerio de Trabajo implementó el Programa de Movilidad Laboral. ¿Qué implicaciones y efectos tiene esto en el quehacer de las reclutadoras privadas en Guatemala?
–Hay cosas buenas en (...) darle más oportunidad a los guatemaltecos porque crea un buen impacto en el país. Ahora, el efecto en las empresas privadas es diferente porque el trabajo de reclutamiento y de movilidad laboral debe de estar en manos de las empresas privadas y el Gobierno debe ser un ente rector, de lo bueno y de lo malo de las empresas privadas. Debe regular a las empresas, no precisamente reclutar.
Entonces, el uso correcto de los fondos de Movilidad Laboral debería ir al Ministerio de Relaciones Exteriores, a sus consulados, para controlar a los guatemaltecos estén en Estados Unidos o Canadá.
Hace falta mucho por regular a las empresas reclutadoras. Por ejemplo, en GAREX somos 12 agencias de reclutamiento, pero nos basamos en ética de reclutamiento y transparencia. Eso quiere decir que ninguna de las empresas agremiadas le cobra ni un centavo a los trabajadores sino el empleador. Los gastos para el trabajador son su pasaporte, antecedentes policiacos, exámenes médicos, biométricos y otros para reunir su propia papelería para aplicar a una plaza.
A veces, es equivocada la información que se comparte, como que el programa es gratuito y la gente piensa que no tiene que hacer ningún gasto y si debe hacerlo entonces reclaman.
–¿Cómo califican la tarea de reclutamiento y selección que realiza el Ministerio de Trabajo a través de ese programa?
–En tanto brinde una oportunidad laboral a los guatemaltecos es positivo. Son personas que van a otro país donde aprenden cosas nuevas, métodos nuevos de cosecha, injertos, todo el conocimiento lo traen de regreso a Guatemala. Yo creo que es positivo el Programa de Movilidad Laboral. Nuestra postura como agencias privadas de reclutamiento es que ellos deberían ser un ente rector y no un ente reclutador.
Debería regular y controlar a las agencias reclutadoras que las hay buenas y malas. Hay (en funciones) unas 45 privadas y en GAREX únicamente somos 12.
–La pregunta parte del contexto de experiencias donde el Ministerio de Trabajo no ha podido dar un buen acompañamiento a los trabajadores y se han dado casos de abusos laborales o incumplimiento de contratos.
–Creo que hay varios aspectos. Una empresa de Estados Unidos está registrada ante el Departamento de Trabajo y Migración. Ambos certifican y autorizan a una empresa a llevar personas y hay un único medio de denuncia. Entonces, la denuncia de una empresa que no está pagando tiene que ser al Departamento de Trabajo de Estados Unidos. La Cancillería, por medio de los consulados, debe atender al trabajador que no recibió su pago.
En teoría, el trabajador debería saber perfectamente bien a qué teléfono llamar y con quién hablar al momento de darse de un problema ya sea de salud, de pago o de cualquier tipo. Sí hay mecanismos y protocolos. Ahora, la deficiencia de fondos en las cancillerías o en los consulados es un problema; la falta de recursos, de personal y de capacidad para poder moverse hacia las áreas. Esa es una de las tristezas del programa.
–¿Cuáles son los desafíos de las empresas reclutadoras en Guatemala para enviar trabajadores al extranjero?
–Un desafío enorme es conseguir empleadores porque Movilidad Laboral ofrece todo el trabajo de forma gratuita, que no lo es porque tienen empleados con sueldos que vienen del Gobierno. Eso nos afecta porque es una competencia completamente desleal en términos de poder proveer un servicio.
Algunas empresas se decidieron por esa oferta gratuita, pero la experiencia fue tan mala que regresaron a trabajar con empresas privadas. Las estafas también nos perjudican como gremial porque nos relacionan con quienes piden dinero a los interesados sin tener ninguna plaza. Esto también asusta a los empleadores y la desconfianza también es hacia el país.
Es un desafío para nosotros que no haya un medio de acción como tal, porque hemos informado y denunciado ante el Ministerio de Trabajo, al Ministerio Público, pero no hay una fiscalía específica dedicada a investigar este tipo de estafas.
Uno de los retos como agencias de reclutamiento es que los trabajadores no estén certificados ni posean un inglés básico para moverse en Estados Unidos o Canadá. En Guatemala, por ejemplo, tenemos miles de electricistas empíricos, pero en Estados Unidos necesitan una certificación para contratarlos. Hace falta esa parte de educación y de formalizar el conocimiento. Por eso también promovemos que se abran más instituciones de educación y certificación.
En GAREX estamos agregados al código de ética de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y vamos a lanzar el nuestro. Pero también necesitamos que sean juzgadas e investigadas las empresas falsas o estafadores.
Las empresas reclutadoras registradas ante el Ministerio de Trabajo deben informar sobre la cantidad de personas que envían al extranjero. Es obligación hacerlo pero el registro es complicado porque la plataforma es compleja, lenta, deficiente, se traba. Han hecho una buena labor tratando de regular, pero faltan recursos, empleados, estrategias, plataformas, infraestructura digital para que sea más fluido y mejor regido. Y un MP que persiga a delincuentes estafadores.
–¿Qué controles tienen ustedes para que los trabajadores no sean sujetos de abusos laborales o experiencias desagradables fuera del país?
–El mecanismo adecuado es a través de los consulados. Siempre se mantiene comunicación constante con los trabajadores. Todos ellos tienen un número de emergencia. Ellos viajan con un listado de números de emergencia, de sitios de internet de las autoridades del país a donde se dirigen. Mecanismos de denuncia hay, y de seguimiento somos nosotros directamente.
Cuando se identifica algún abuso laboral se informa al consulado para planificar una visita de verificación. De comprobarse, el consulado de oficio notifica al Ministerio de Trabajo del país en donde se encuentra el trabajador. Lo más efectivo es la comunicación entre trabajadores y la agencia que lo lleva.
–¿Es frecuente para ustedes recibir denuncias de abusos laborales a trabajadores o malas experiencias?
–No es frecuente. Nosotros los instamos a hacer una verificación de la empresa empleadora. Esto puede ser difícil porque nadie quiere dejar ir a un cliente, pero este cliente puede ser un problema. Los instamos a investigar si la empresa tiene denuncias, por ejemplo. Las agencias tenemos la labor de investigar.
–Pero referir a los trabajadores a los consulados, cuando sabemos las dificultades y limitaciones de estas entidades, no es garantía.
–Ante la deficiencia de nuestras entidades en Estados Unidos, las personas que viajan lo hacen con un listado de entidades que pueden actuar en el país al que van. En Estados Unidos, por ejemplo, el Departamento de Trabajo debe enviar supervisiones y tiene la capacidad de investigar y sancionar malas prácticas laborales.
–¿Qué control existe sobre aquellas empresas reclutadoras que operan sin registrarse ante el Ministerio de Trabajo y que tampoco están agremiadas?
–Ninguno. Hay pseudo empresas, coyotes que ahora dicen que reclutan trabajadores.
–El Ministerio de Trabajo aún no asegura que los trabajadores lean su contrato en español antes de salir del país. ¿Cómo abordan este paso ustedes?
–En Guatemala los trabajadores firman su contrato en español, a partir de ahí empieza el proceso. Desde Estados Unidos deben enviar el contrato en español. Al llegar a Estados Unidos deben firmar su contrato en inglés. Es un derecho del trabajador.
Nosotros no podemos hacer nunca un proceso de contratación si el contrato no se firma con antelación. Un trabajador guatemalteco tiene que firmar su contrato en español. Luego, debemos acatar las leyes del país de destino. Por ejemplo, si van para Estados Unidos el contrato laboral debe estar en inglés. Luego, respetar las leyes internacionales de la movilidad laboral. El reclutador debe respetar las leyes de cada país.
–¿Hay sanciones para las reclutadoras con malas prácticas? ¿Cuáles?
–Sí, nosotros como gremial tenemos una comisión de integridad. Si en algún momento sabemos del mal actuar de alguna agencia o reclutadora, con base en denuncias y hechos reales, se toman sanciones drásticas hasta su expulsión. La gremial se reserva el derecho de admisión y si alguien está actuando mal, tomamos cartas en el asunto y denunciamos.
–¿Como gremial han presentado alguna denuncia ante el MP?
–No, porque no hemos sido estafados nosotros. Cuando vienen trabajadores que sí lo fueron, les informamos que pueden denunciar pero, en cuanto a la gremial, nuestra comisión está activa y en constante supervisión. También se reciben denuncias a través de la Cámara de Comercio e instamos a las personas a denunciar ante el Ministerio de Trabajo.
–¿Qué normas básicas manejan como gremial para enviar trabajadores al extranjero?
–Dentro de GAREX tenemos principios, valores y normativas como el Código de Conducta de la Organización Internacional del Trabajo. Ahí tenemos establecido que debemos dar acompañamiento directo y especial a personas que no saben leer ni escribir y que el contrato debe estar en el idioma de la persona. Son cosas que si bien no están normadas, las incluímos en nuestro código y es una obligación para nosotros como agremiados firmar el código de conducta y aplicarlo.
–¿Con qué tipo de empresas extranjeras evitan trabajar y por qué razones?
–No trabajamos con empresas de Carnaval. Son como esas ferias o circos que dan funciones por muchos lugares. Se mueven en buses, camiones, carros. Entonces desarman, instalan, se trasladan, pero tenemos testimonios de personas que se enfermaron, los enviaron al hospital y se fueron. Los hacen trabajar hasta 24 horas seguidas, no les pagan horas extras y los perfiles que piden son que sepan hacer de todo.
Tampoco trabajamos con empresas denunciadas por malas prácticas laborales. Nosotros, cuando tenemos un cliente nuevo, tenemos que verificar si han tenido denuncias previas.
–¿Qué postura tienen como gremial respecto a las empresas reclutadoras que realizan cobros a los trabajadores que buscan oportunidades en el extranjero?
–Nosotros estamos limitados a tener un cobro por servicio. Antes sí se tenía. Las empresas llegaban a un acuerdo con el empleador sobre cargar el costo del servicio al trabajador. Eso fue cuando no estaba regulado. A raíz de la legislación que nos limita y con la que no estamos de acuerdo, hubo empleadores que ya no quisieron trabajar con las empresas reclutadoras.
Al trabajador no le podemos cobrar. En el futuro tal vez lo hagamos, pero sería un cobro justo.
–¿Qué debe mejorar en el marco legal para facilitar el reclutamiento de guatemaltecos hacia el extranjero?
–Tenemos el acuerdo gubernativo 50-2022 y la reforma al Código de Trabajo mediante el Decreto 10-2022. Hay mucho por mejorar. Trabajamos con normas que se aprobaron sin contemplar las necesidades de los actores, los reclutadores que queremos hacer las cosas bien. Hace falta legislación objetiva. Los malos de la fiesta no son los reclutadores. Hay mucha estafa alrededor de todo esto que pudre el trabajo de las buenas empresas.
Es importante hacer una actualización a nuestro Código de Trabajo en algunos aspectos que nos compete a nosotros. Hace falta una reforma.
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