Existe un presupuesto destinado a la celebración de la Huelga de Dolores. Este requiere de una aprobación para poder desarrollar todas sus actividades, que deberían orientarse a la crítica y a evidenciar los males políticos y sociales que sufre la población guatemalteca. Sin embargo, para los que secuestraron el Honorable, en su momento este se volvió una fuente de ingresos económicos sin fiscalización, de modo que les permitía agenciarse recursos y fondos. Por ello veremos a señores que han estafado al Estado de Guatemala inscribiéndose permanentemente como estudiantes para mantener una matrícula.
Además, se han agenciado tanto dinero que se vuelven las bases de apoyo a candidatos a rector, quienes les devuelven el favor dándoles plazas y permitiéndoles que manejen el Honorable a su sabor y antojo. Y el Consejo Superior Universitario es responsable de que esto suceda.
Hay un grupo de estudiantes que, en su incapacidad de poder graduarse o de avanzar en su carrera, lo que hacen es sumarse a estas estructuras para garantizarse acercamientos a decanos y a otras autoridades, de manera que sus relaciones personales les permitan obtener beneficios de gran magnitud, como transar graduaciones y títulos. Y el Consejo Superior Universitario, los profesores y el personal administrativo son responsables de que esto suceda.
Lo más grave es que dentro de la Universidad de San Carlos se han formado grupos de personas que se esconden en la histórica capucha (cuyo origen es distinto al uso que actualmente se le da), se hacen de armas blancas y de fuego y se aprestan a intimidar o a lesionar a todo aquel que atente contra estos grupos de estudiantes referidos en los párrafos anteriores. Es algo así como que los aprovechados se hicieron de sus sicarios.
Lástima que el MP y el sistema de justicia no actúen. Yo, personalmente, interpuse una acción de exhibición personal a favor de los estudiantes de la Facultad de Derecho el día miércoles 14 de marzo, que la jueza leyó y a quien le importó una nada. Hoy no he recibido notificación alguna de la acción judicial. Presumo que puede deberse a apatía, a normalización de la violencia o a la intervención de una persona que se graduó según la estructura arriba señalada, como la cual hay muchas en el sistema de justicia.
Es decir, el no corregir ese sistema de corrupción y de transas se traslada al sistema de justicia, y entonces los dolores de la Universidad de San Carlos se vuelven también los dolores del pueblo de Guatemala. Sí que han sido efectivos quienes coparon la tres veces centenaria.
También debe señalarse que hay responsabilidad en la apatía de ciertos estudiantes y profesores, que no visualizan la educación superior pública como un derecho humano, sino como un simple medio para obtener beneficios personales.
En 1921 los buenos estudiantes se reunían a escondidas para planificar la Huelga de Dolores ante el temor de la persecución de Cabrera. Hoy los buenos estudiantes se reúnen a escondidas para planificar la huelga, pero ahora ante el temor de que las mismas autoridades de la universidad avalen y beneficien a supuestos estudiantes para que destruyan el sentido y el alma de la Huelga de Dolores. A estos aprovechados no queda más que decirles:
«Malos bichos sin conciencia, que la apresan en sus dientes y la chupan inclementes la fuerza de su existencia», La chalana.
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