A las afueras del templo de San Simón, en San Andrés Itzapa, Chimaltenango, dos amigas, de unos 40 años, se abrazan intensamente y conversan después de una noche de copas.
A su lado, un grupo de hombres bailan entre ellos al ritmo de la marimba.
Son las seis de la mañana y todos están celebrando el cumpleaños de San Simón, un santo pagano que es venerado por miles de guatemaltecos, quienes le encomiendan infinidad de milagros.
"Maximón" o "Monchito", como también le dicen...
A las afueras del templo de San Simón, en San Andrés Itzapa, Chimaltenango, dos amigas, de unos 40 años, se abrazan intensamente y conversan después de una noche de copas.
A su lado, un grupo de hombres bailan entre ellos al ritmo de la marimba.
Son las seis de la mañana y todos están celebrando el cumpleaños de San Simón, un santo pagano que es venerado por miles de guatemaltecos, quienes le encomiendan infinidad de milagros.
"Maximón" o "Monchito", como también le dicen con cariño los fieles, celebra su cumpleaños cada 28 de octubre, paralelamente a la fiesta católica en honor al apóstol San Judas Tadeo, conocido como el santo de las causas difíciles.
En los alrededores del particular templo, ventas informales negocian imágenes del "santo", velas de colores con su particular significado para ofrecerle y rosarios.
La tradición al saludar a "Monchito" es peculiar. Sus creyentes escupen alcohol en el rostro de la figura, que descansa en el templo y que está cubierta con un plástico.
Mujeres y hombres llevan estatuas para bendecirlas, mientras un grupo de mariachis tocan canciones de tradición popular y la melodía dedicada a "Monchito", que es coreada por decenas de personas que hacen cola en el templo para estar frente a la figura.
Esta imagen es el resultado del sincretismo religioso cristiano con la espiritualidad maya precolombina, y se ha convertido en el protector de comerciantes y vendedores, quienes le encomiendan bendición y abundancia.
En el templo nuevo, construido en 2011, decenas de dibujos, fotos y esquelas tapizan las paredes con mensajes de agradecimiento.
"San Simón amado, gracias por mis tres carros", reza uno de ellos, que coloca un hombre de unos 60 años en la pared, junto a unos dibujos infantiles del "santo".
San Simón es representado en figuras como un hombre indígena, de mediana edad, vestido elegantemente con un traje negro, corbata y un sombrero.
Usualmente también se le colocan puros en la boca y anteojos oscuros.
*Esteban Biba es corresponsal de a Agencia EFE