La definición más comúnmente utilizada es: “el gobierno del pueblo, para el pueblo y por el pueblo”. A su vez plantea un problema fundamental ¿quién gobernará, y los intereses a los cuáles responderá el gobierno cuando el pueblo esté en desacuerdo y tenga preferencias diferentes?
¿Cómo la política fiscal puede responder esa pregunta? Hay que recordar que: “en el Presupuesto General de la Nación” se expresa el verdadero interés del gobernante: “donde está tu dinero, está tu corazón”
- Dos años y medio de gobierno: dos amnistías fiscales. ¿por qué gobernar para evasores de impuestos?
- Reducción del incremento del impuesto de circulación de vehículos. Según la Encovi 2011 el 90% del parque vehicular está en manos de hogares “no pobres”
- Las compañías constructoras de vivienda ahora no pagan el 100% de impuestos, sino el 70%. Le explico: pueden comprar casas los hogares no pobres, y cuando lo hacen no reciben una factura por el 100% del valor de la misma, sino únicamente por el 70%, reduciéndose 30% el pago del impuesto único sobre inmuebles, del impuesto al valor agregado y; el desarrollador inmobiliario al no facturar el 100% del valor de la casa, sino el 70%; muy bien puede evitarse el pago de impuesto sobre la renta; o disminuirlo en una importante proporción.
Nótese: nuevamente gobernando para la élite
- Incluso el Presidente aboga por la aprobación de la ley de inversión y empleo que su administración impulsa; para ello basándose en la estrategia de atracción de inversiones que utilizó Justo Rufino Barrios, hace 180 años; adicional abogando por empleos en maquilas donde, según la Encovi 2011; al menos uno de cada tres empleados no tiene seguro social; 40% no tiene contrato de trabajo y, al 25% no le pagan prestaciones laborales, ¿qué tal?
¿quiénes se verán beneficiados con esta iniciativa de ley? las empresas que inviertan medio millón de dólares o más; o aquellas que generen más de 80 empleos. Identifique usted lector, qué empresas se pueden ver beneficiadas.
¿Y cómo responde el Presidente cuando se le pregunta, por qué no invierte más en educación? Vea usted el minuto 31 de esta entrevista. Citando la respuesta: “sencillamente no hay recursos”
Con esa respuesta, ¿por qué razón el Presidente se empeña en reducir los ingresos del Estado que tanta falta le hacen a la niñez guatemalteca?, ¿con qué capital humano vamos a atraer inversiones de calidad?, ¿o queremos más maquilas con empleos de mala calidad?
Por lo visto, al General no le tiembla la mano para halar el gatillo de las reducciones y exenciones de impuestos: lo triste es que lo mismo sucede por el lado del gasto público, por ejemplo:
- Al 30 de junio de 2014, el bono para educación, del Ministerio de Desarrollo Social apenas llevaba una ejecución presupuestaria del 20%
- A la misma fecha, el presupuesto de textos escolares había sido reducido Q32 millones, situándose en Q140 millones, de los cuales solamente llevaban pagados Q28 millones, para una ejecución presupuestaria del 20%. Siendo el programa de lectura insignia de esta administración; ¿qué leerán los niños si no compran libros?
Con estas acciones de política fiscal se puede responder muy fácilmente la pregunta que plantea esta columna: ¿Para quién gobierna Otto Pérez Molina? es un gobernante electo por la población pero que ejerce un gobierno de la élite, para la élite y por la élite de Guatemala.
¿No lo cree?, vea la nota de prensa donde el Presidente conforma un comité de crisis con el Cacif, siendo ese el diálogo con ellos, y ¿cuál es el diálogo con la población que no acepta sus políticas públicas? “represión, violencia y criminalización de la protesta social; el tristemente caso de La Puya. ¿A quién escucha y atiende el mandatario?
Mientras ello sucede, más de la mitad de la población se debate entre la miseria y la pobreza; obligando a sus hijos a migrar. No escuchar al pueblo y no atender sus demandas erosiona no solo la moral tributaria de los contribuyentes; sino la vida democrática del país.
* El autor estudió economía, desarrollo y políticas públicas. Trabaja en ICEFI en el área de gestión pública para el desarrollo. La injusticia del hambre, de la enfermedad y del analfabetismo, le quitan el sueño y desde su espacio aporta a cambiar esas tristes realidades.
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