El primer disco de El Cuarteto de Nos fue de créditos compartidos: incluía seis canciones de la banda y seis de Alberto Wolf (ahora líder de Los Terapeutas), esto en el lejano 1985. En aquella época, cuenta la leyenda, la banda subía al escenario con atuendos estrambóticos que incluían globos en la cabeza y papel de aluminio en las piernas.
Para 1988, El Cuarteto de Nos ya estaba publicando su tercer disco, Emilio García, dedicado a su manager imaginario del mismo nombre. Desde esa época ya se podía percibir en su música y en sus acciones el tono sarcástico y de humor ácido que los caracteriza hasta la fecha.
Pero fue hasta su quinto disco, Otra Navidad en las trincheras (1994), cuando la banda logró llegar al gran público de su natal Uruguay y llamar la atención de países vecinos no solo por el alto volumen de ventas del álbum, sino por sus canciones, que desde una perspectiva surrealista y humorística abordaban situaciones cotidianas con las que cualquiera se podía identificar. Es en este disco donde vienen canciones como El calzoncillo a rayas o Me agarré el pitito con el cierre, además de una aproximación, digamos humorística, al poema de José Martí: «El niño de Guatemala, el que murió de calor, abrasado por las llamas de una terrible pasión [...] Dicen que murió de frío. Yo sé que fue de calor».
Mucha de la personalidad del grupo viene de sus abrasivas y ácidas letras, la mayoría escritas por Roberto Musso, cantante y líder de la banda, quien con cada disco ha afinado su estilo no solo hablando de momentos personales y cotidianos, sino describiendo emociones y personajes para plantear poderosas reflexiones sobre temas sociales.
Cuando el grupo cumplió 21 años publicó su decimoprimer álbum, Raro (2006), material que no solo le abrió las puertas al éxito internacional (Argentina, México, Colombia, Chile), sino que marcó el inicio de la trilogía rara, una seguidilla de tres discos (Raro, de 2006; Bipolar, de 2009; y Porfiado, de 2012) en los que la banda consolidó un estilo que fusiona rock, rap, hip hop, pop y electrónica. Fueron producidos por Juan Campodónico, músico uruguayo que entre otros proyectos formó, junto con Gustavo Santaolalla, la banda Bajofondo Tango Club.
El año pasado, El Cuarteto de Nos publicó su álbum más reciente, Habla tu espejo, en el cual Campodónico repite como productor y Roberto Musso deja un tanto el humor y comparte letras mucho más personales como No llora, que está dedicada a su hija, o 21 de septiembre, una conmovedora canción dedicada a su madre y a su abuela, que padecen de alzhéimer.
A medida que fui descubriendo sus discos anteriores y esperando los próximos, El Cuarteto de Nos se fue convirtiendo en una de mis bandas favoritas. Musso tiene mucha capacidad para crear historias y personajes cotidianos que plasma en canciones claras y directas, con un uso del lenguaje en el que ninguna palabra sobra o está allí solo por su rima.
Si fuiste víctima de bullying, si no soportás tu herencia, si te preocupa el medio ambiente, si no te gusta trabajar, si te amás a vos mismo más que a nadie, si no entendés por qué sos como sos o si simplemente vivís, El Cuarteto de Nos tiene una canción para vos. Porque además, seamos honestos, ¿quién no se ha agarrado el pitito con el cierre?
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