Hay que decir que la primera mitad del año tuvo propuestas bastante interesantes. Por eso aquí les hago un recuento de los discos del primer semestre del 2015 que no pueden dejar de escuchar.
Para los que tienen una fijación con la música electrónica, James Greenwood, bajo el nombre Ghost Culture, presentó en enero su disco homónimo. Se trata de una fusión de synthpop, techno y house que por momentos recuerda a Depeche Mode y que marca un camino parecido al de M83. Es un festín de sonidos diluidos al pop, un disco que no consigue del todo ser original, pero que es interesante y entretenido.
Ghost Culture
Si de pop se trata, la banda escocesa liderada por Stuart Murdoch, Belle and Sebastian, lanzó Girls in Peacetime Want to Dance, material en el que algunas canciones hacen honor a su tradición acústica y otras toman nuevos riesgos gracias en parte a su productor, Ben H. Allen III, quien, entre otros, ha trabajado para bandas como Deerhunter y Animal Collective.
Belle and Sebastian
Siempre en el pop, la cantautora mexicana Natalia Lafourcade publicó Hasta la raíz, digno sucesor de su fantástico tributo a Agustín Lara de 2012. Hasta la raíz es un delicado y bello viaje compuesto principalmente por baladas que son coronadas con la hermosa voz de una de las artistas más interesantes y creativas de Latinoamérica y del mundo.
Natalia Lafourcade
Desde Colombia, Bomba Estéreo estrenó Amanecer, su esperado cuarto álbum, que no decepcionó. Esta joya del dance alternativo (como muchos lo clasifican) es una pompeada fusión de géneros como el rap, el reggae, la electrónica y el rock. La cereza del pastel es, sin lugar a dudas, el aporte de su cantante, Liliana Saumet.
Bomba Estéreo
El blues y el soul recibieron un ventarrón de aire fresco con Sound & Color, el segundo álbum de la banda estadounidense Alabama Shakes. El disco se aleja solo lo suficiente de su predecesor para presentarse más maduro y quizá más denso y profundo. La interpretación de su cantante y compositora principal, Brittany Howard, es impecable.
Alabama Shakes
Pasando al viejo continente, en Inglaterra, The Cribs, con For All My Sisters, y The Vaccines, con English Graffiti, izaron dignamente la bandera del indie rock.
The Cribs
The Vaccines
Florence + The Machine presentó How Big, How Blue, How Beautiful, fantástico disco que vino a reafirmar el lugar preponderante que la banda ostenta en la música moderna. Tan preponderante que fue la opción obvia para sustituir a los Foo Fighters como artista principal en el festival Glastonbury, que, de más está decir, es uno de los más importantes del mundo.
Florence Welch, de Florence + The Machine
Noel Gallagher, con su proyecto Noel Gallagher's High Flying Birds, publicó su segundo álbum, Chasing Yesterday, un disco tan brillante que hace pensar que no hay necesidad de ver a Oasis nunca más. La composición y los arreglos son exquisitos, de esos materiales que rozan la perfección.
Noel Gallagher
Por otro lado, quien fuera rival justamente de los hermanos Gallagher en la ya lejana guerra del britpop, Damon Albarn, reactivó su banda Blur y publicó The Magic Whip, primer disco de estudio en 12 años: un álbum tan interesante como bello.
Blur
Hay que mencionar también discos como Vulnicura, de Björk, y Wilder Mind, de Mumford & Sons. El primero, consistente con el estilo y la calidad que siempre han caracterizado a esta artista islandesa. Y el segundo presenta una propuesta que se sale completamente del área de confort que esta banda había tenido en producciones anteriores.
Björk
Mumford & Sons
Hay mucha música por escuchar y descubrir. Han sido seis meses por demás emocionantes. Les dejo a continuación una playlist con algunas canciones de los discos recomendados. Habrá que ver qué nos trae la segunda mitad del año, siempre pensando que la mejor canción es la que todavía no hemos escuchado. ¡Salud por lo infinito de la música!
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